Crisis hídrica rebasa a Baja California Sur
En enero pasado, la Conagua publicó que de 39 acuíferos que hay en BCS, 21 han sido sobreexplotados. El Universal

“Aquí, nada de que te das un baño de varios minutos; utilizas los jicarazos justos para limpiarte y refrescarte, nada más. La pipa que manda el ayuntamiento tarda hasta un mes en surtir, nos llena la pileta y esa agua la administramos para todas las necesidades de la familia, mis dos hijos, mi esposo y yo”, platica Laura Rico.

Comenta que hace cuatro años llegó a la colonia Lagunitas, una zona arenosa y seca, con calles sin pavimentar, donde los 40 grados de temperatura se sienten como 50.

La escasez de agua dulce que padece Laura no es propia de esta colonia, es una calamidad en el estado. Aquí no hay ríos y, de todo el país, es la entidad donde menos llueve.

La escasez se agudiza porque no hay obras para retener el agua de los huracanes, aunado a que las paradisiacas playas atraen turismo y gente de otros estados, que llega a vivir a esta entidad en busca de trabajo.

El Atlas del Agua 2017 de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) precisa que en el monitoreo de 30 años (1981- 2010) el promedio anual de lluvias para esta región fue de 168 milímetros; en contraste, en la península de Yucatán, por sus condiciones de humedad, viento y temperatura, alcanzó un promedio anual de mil 200 milímetros.

El estado se abastece sólo del agua subterránea, almacenada en los acuíferos, pero estos depósitos están sobreexplotados.

En enero pasado, la Conagua publicó que de 39 acuíferos que hay en Baja California Sur, 21 han sido sobreexplotados. Esta cifra podría ser superior porque los estudios están desfasados tres años, es decir, se presentaron con datos de 2015, señaló Jesús Antonio Solano Leyva, titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA).

De acuerdo con el reporte, los acuíferos sobreexplotados son: San Ignacio, La Purísima, Mezquital Seco, Conejo Los Viejos, Melitón Albáñez, Cabo San Lucas, Cabo Pulmo, San José del Cabo, Los Planes, La Paz, El Coyote, Alfredo V. Bonfil, San Juan Londó, San Marcos Palo Verde, San Bruno, San Lucas, Santa Águeda, Santo Domingo, Plutarco Elías Calles, Santiago y El Carrizal, estos cuatro últimos fueron los que se agregaron a la lista.

Falta de obras

Los huracanes son la única fuente de recarga de los mantos freáticos; sin embargo, por el relieve de la entidad, su escasa vegetación y al no contar con suficientes obras de retención, la lluvia asociada se aprovecha poco.

La Conagua señala que a nivel nacional de cada 100 litros de lluvia, 73% regresan a la atmósfera, 21% escurren por ríos y arroyos y sólo 6% se infiltra. La vegetación ayuda y las macro y microobras de retención también, pero en Baja California Sur —un estado de 73 mil kilómetros cuadrados— sólo se tienen seis presas.

A lo anterior, se agrega otro problema: la tubería es obsoleta, en algunas zonas tiene 50 años. Investigadores y asociaciones civiles estiman que se pierde 40% del líquido en fugas. “Sólo el municipio de Los Cabos tiene un organismo estable; el resto están en picada”, señala el funcionario.

Aunque han repuesto 15 mil metros lineales de tubería en el cuadrante principal de La Paz, la mayor parte de la infraestructura excedió su vida útil y, con ello, la tolerancia a la presión.

En el norte del estado la situación no es mejor. Desde 2017, en el municipio de Mulegé la crisis hídrica se agudizó porque el acueducto que abastece a las comunidades costeras de Bahía Tortugas, Bahía Asunción, La Bocana y Punta Abreojos colapsó y no tuvieron agua en sus llaves por meses. La más afectada fue Bahía Tortugas —900 kilómetros al norte de La Paz—, que tiene la población más alta, unos 5 mil habitantes.

Este año la crisis siguió y usuarios, a través de redes sociales, comenzaron a presionar como pudieron. El titular del Organismo Operador Municipal del Agua Potable en Bahía Tortugas, Roberto Aguilar Bastida, aseguró que ya se arregló el acueducto, pero las quejas persisten.