Débil visual y discapacitado, busca empleo y medicinas

Débil visual y dañado de cadera y columna vertebral, encorvado, después de un par de accidentes laborales en diferentes etapas de su vida, Arturo Hernández Vázquez está convertido en uno de tantos minusválidos abandonados por su familiares, que deambula por el centro de Tuxtla.

Sin un lugar dónde vivir, a sus 47 años de edad, Hernández Vázquez recordó que hace algunos años laboraba en una tortillería de la ciudad, cuando de pronto hubo un accidente que le quemó parte de los ojos, lo que le afectó permanentemente la vista.

Con el rostro cansado por los años y las experiencias, reconoció que no cuenta con padres ni hermanos, por eso desde hace tiempo se queda donde le “agarra la noche”, cerca de los mercados o incluso en comercios que le permiten arrimarse a buen resguardo.

Oriundo de Copainalá, dijo que más allá del daño visual en el que se encuentra, ya que le cuesta mucho trabajo distinguir con claridad objetos y personas, actualmente es el dolor de cadera y la columna vertebral lo que lo mantiene casi siempre literalmente doblado.

Con bastón en mano, Hernández Vázquez dijo que no cuenta con ningún apoyo institucional. Por ello, accede a comentar sus principales dolencias.

A pesar de no tener un lugar o domicilio fijo dónde ubicarle, asegura que lo pueden encontrar en el crucero de la Calle Central y avenida 4ª Sur, frente a los paraderos del transporte colectivo y un conocido almacén en esta ciudad capital.

Postrado en la banqueta, cerca de un negocio de pizzas, rodeado del bullicio de transeúntes y vendedores de baratijas, cada uno de ellos metidos en su mundo, Hernández Vázquez consideró que sí le gustaría recibir tratamiento médico, con el cual poder lidiar con sus constantes dolores de columna vertebral y cadera.

Oficios

Sin poder realizar un oficio formal con el cual garantizarse la subsistencia, asume que vive de la caridad, que no es mucha y apenas le alcanza para una comida sencilla, un par de tacos o un vaso de agua.

“No nací así. La vida me llevó a estos extremos, después de un par de accidentes. Por eso, admito que requiero ayuda para mis dolencias; aspiro a que mi vista mejore y aunque sé que es difícil que me vuelva a enderezar, por el daño a mi cadera y columna, también me gustaría ser atendido por un médico especialista”, dijo suplicante.

Finalmente, Arturo Hernández Vázquez añadió que no será difícil dar con su paradero. Si alguna persona desea ayudarlo, siempre se encuentra en estas calles que rodean al Mercado Municipal Rafael Pascacio Gamboa.

AUXILIO

El solicitante busca un empleo que le permita subsistir; de momento no tiene nada, por lo que ruega por comida, ropa y medicamentos. Se le puede encontrar en las inmediaciones del Mercado Municipal Rafael Pascacio Gamboa, en el centro de la ciudad de Tuxtla.