Cibernético se lleva la noche en el Roma

El Cibernético se presentó en el Deportivo Roma, ante casi la mitad del aforo de la “catedral” luchística de la capital chiapaneca. No se llenó más, por falta de promoción y escasos nombres de peso en la cartelera que la promotora tuvo para este viernes de Lucha Libre. Más allá de esto, en el tema deportivo, dejando de lado a los nombres destacados, la función quedó a deber.

La contienda estelar, protagonizada por la gran figura de nuestro país, gozó de momentos destacados. Cibernético, que se hizo acompañar por Granda Man y otro gladiador foráneo, enfrentó a Tyson La Bestia, Destroyer Jr. y un competidor más de la capital del país.

Tenía una labor titánica sobre el ring, levantar el ánimo de los aficionados, pues minutos antes, en una denominada lucha extrema en la que estuvieron exclusivamente gladiadores de la Ciudad de México, los presentes quedaron decepcionados por la mala calidad presentada.

Por ello, desde el principio, Cibernético y La Bestia, comandantes de los bandos técnico y rudo, respectivamente, mostraron parte del repertorio que los encumbró hace unos años entre lo máximo del pancracio nacional. La fuerza fue lo principal; el físico que presentaron ambos contendientes predominó sobre sus acompañantes. Además de ello, el llaveo y contrallaveo también se lucieron.

Luego de perder la primera caída, los técnicos guiados por Cibernético dieron un giro importante y terminaron por llevarse la contienda estelar.

Extrema causa molestia

Pocos pero ruidosos; esto puede aplicarse respecto al reclamo que hicieron los aficionados tuxtlecos hacia los luchadores de la capital del país que presentaron las denominadas luchas extremas al cien por ciento, en donde hacen uso de herramientas poco vistas en esta actividad deportiva y que causaron molestia en el público presente.

Ángel o Demonio, Sick Boy y Dement Xtreme fueron quienes se subieron al ring del Roma, cargando con ellos un cuchillo carnicero, tablas con clavos incrustados, así como las muñecas envueltas en alambre de púas, que fueron usadas para lacerarse entre sí.

Al principio, la afición recibió con dudas a los personajes, ya que no se subieron de lleno al ring para mostrar movimientos de Lucha. Con el cuchillo amagaron con cortar dedos y abrirse la frente. Posteriormente, buscaron cuadros de madera y cubetas para sobre estas colocar a sus rivales y proyectarlos para hacerles daño. Todo dio un giro negativo cuando Sick Boy, arriba del ring, lanzó una silla sobre una de las esquina para golpear a Ángel o Demonio, pero la silla terminó abajo del ring y casi golpeó a un niño que se encontraba en la zona VIP.

La afición esperaba que los luchadores bajaran para ver si el pequeño estaba bien. Nada de eso ocurrió, solo dos elementos que cuidan las entradas se mostraron preocupados por la integridad del niño, y ahí quedó el asunto.

Al final, con evidente molestia, los tres luchadores intentaron una especie de disculpa hacia la novel afición en este tipo de lucha que para nada gustó.