Otro “baile” le puso la selección de las barras y las estrellas a su similar de México con un marcador de 2-0 en la gran final de la Liga de Naciones de Concacaf, en una edición más del clásico entre los países más importantes de la región.
México buscaba tomar venganza, cortar la racha negativa de cinco años sin poder vencer a su acérrimo rival de la Concacaf.
Los dirigidos por Jaime Lozano se dedicaron a defender con muy poca productividad al frente; ni los “europeos”, ni los de la Liga MX pudieron controlar la pelota para hacer daño al meta Matt Turner.
En los primeros minutos, el combinado de EUA dio muestra de su superioridad con jugadas peligrosas; Guillermo Ochoa salvó el primer intento, pero en jugadas posteriores los disparos se fueron arriba del travesaño.
Tyler Adams con un cañonazo desde fuera del área abrió el marcador segundos antes de finalizar la primera parte del juego.
La segunda mitad
En el complemento, México saltó dormido al campo de juego y al minuto 62 llegó Giovanni Reyna para poner el 2-0 definitivo.
Ya con Santiago Giménez en el campo de juego, la tónica del partido no cambio, pues el control de la pelota fue del cuadro estadounidense que estuvo más cerca de un tercer gol que uno del tricolor. Al 71’ el silbante marcó penal a favor de México, pero tras la revisión en el VAR se echó para atrás la marcación.