La final de la Nations League, México contra Estados Unidos, luce —en teoría— como un partido muy parejo, reñido, cerrado. Pero, según los datos, no lo es.
De que todo puede pasar, está claro que sí, que los números no juegan, también tienen la razón, pero es cierto que los datos marcan tendencias y para eso sirven, para ofrecernos algunas pistas de lo que puede ocurrir.
De entrada los números nos dicen que no, que no será un encuentro parejo o que si lo es, con el paso de los minutos, ocurrirá alguna jugada, un gol, “algo” que haga que la balanza se incline a favor de la selección de los Estados Unidos.
Para muestra un número: de los últimos 10 partidos oficiales ante EU, México ha ganado solo tres. Entre 1930 y 1989, la selección mexicana solo perdió dos veces contra los estadounidenses, y entre 2020 y 2024 ya van cuatro derrotas.
Estados Unidos es, sobre todo desde el inicio del siglo XXI, el grande de Concacaf y el favorito para lograr el tricampeonato de la Nations League.
La rivalidad
La respuesta es que desde 1990. Es necesario hacer un análisis de los resultados por décadas desde 1930 a la fecha para entender los diferentes momentos de la rivalidad. Si dividimos los ciclos 1990-99, 2000-09, 2010-19 y 2020-24, vemos que en solo de esos dos periodos México tuvo más victorias que descalabros (90-99 y 2010-19).
Otro número que es revelador: entre 2000 y 2024, México y EU han jugado 35 juegos. Si hacemos el ejercicio de que a cada encuentro le otorgamos tres puntos, la selección que ahora dirige Jaime Lozanos solo ha logrado el 33.3 % de productividad, números que están lejos de ser los del Gigante de Concacaf.
No es que México haya caído mucho, en realidad compite, gana, pero cuando hablamos de quién es el jefe, ahí sí tenemos que decir que es Estados Unidos. En lo que llevamos del siglo XXI, por cada victoria de México, hay dos del vecino del norte.
Para cerrar, México no le gana a Estados Unidos en un partido oficial desde el 7 de julio de 2019 cuando lo derrotó para quedare con la Copa Oro. Es decir, más de un ciclo mundialista y mil 722 días.