A Uriel Antuna —quien logró un “hat-trick” en la goleada sobre Cuba en el inicio de la Copa Oro— todavía se le nota en el rostro la incredulidad de lo que le ha tocado vivir en las últimas horas con la selección nacional. Es un gesto orgánico, nada fabricado, de esos que hacía tiempo no se veían con el equipo tricolor.
Regalo
Después de esa noche mágica, el atacante de 21 años tiene un nuevo “tesoro”. La selección llegó a Denver en su segunda parada en la copa y de lo que más llamó la atención fue que Antuna cargaba y protegía el balón con el que el Tri jugó en el Rose Bowl.
El esférico ha sido firmado por todos los jugadores de este equipo nacional y es el primer gran recuerdo del muchacho como seleccionado. Y pensar que en los planes iniciales no estaba considerado para jugar el torneo de la Concacaf, pero las lesiones de Jorge Sánchez y Rodolfo Pizarro no solamente le dieron la posibilidad de quedarse en el equipo, sino también de tener minutos de juego, de ser titular.
Aunque claro que su calidad, disposición al trabajo y disciplina también fueron tomados en cuenta por el técnico nacional, la fortuna también estuvo de su lado. Desde el cuerpo técnico han venido consejos importantes para el joven atacante del Galaxy de Los Ángeles, a quien le han solicitado abstraerse o darle la justa medida a los comentarios que hay y que saldrán en las redes sociales después de actuaciones como la que tuvo ante Cuba.
No es que le prohiban utilizar el celular, pero el mensaje es que tenga mesura.