DESCAPADA

Se localiza en un área geográfica definida por montañas y cerros, los cuales le brindan a su horizonte cierta proyección topográfica. La gran explotación minera desarrollada en el lugar, en especial para la obtención de plata, consolidó a Taxco como uno de los núcleos mineros más significativos de los tiempos novohispanos. Muchos de los hermosos edificios que ennoblecen sus calles, datan precisamente de tal época dorada.

Quien recorre por vez primera este magnífico lugar, por lo general queda fascinado por la atmósfera virreinal que lo particulariza. Lleno de antiguas y señoriales casonas, con calles empedradas y sugestivos callejones, los visitantes al recorrer todo lo anterior, arriban a gratas plazas de pequeño tamaño y gran encanto. No hay que olvidar que, por su belleza, riquezas naturales, infraestructura turística y antiguas tradiciones, Taxco posee el título de Pueblo Mágico.

Tal y como sucede con otras importantes ciudades de gran elevación geográfica, Taxco cuenta con varios miradores. Desde ellos se pueden obtener increíbles vistas del lugar. Sin embargo, tal vez la mejor panorámica de Taxco se obtenga desde lo alto de su teleférico, el cual nos brinda una espectacular panorámica de este Pueblo Mágico, a una elevación de 173 metros.

Por otra parte, acercarse a la gastronomía tradicional de Taxco, es otro de sus grandes atractivos. Los distintos platillos típicos de esta comunidad guerrerense son un tesoro de gastronomía, tradición y cultura. En esta ciudad guerrerense se pueden degustar desde sabrosos caldos hasta extraños insectos, ricos al paladar, como los jumiles.

En este último caso, en Taxco se realiza cada mes de octubre, la popular Feria del Jumil. Por otra parte, en los excelentes restaurantes de esta ciudad se sirven tanto creaciones culinarias de corte internacional, como platillos de notoria influencia prehispánica.

Vale la pena dejarse cautivar por el encanto de Taxco, el cual mezcla su pasado novohispano, glorioso y lleno de fastuosidad, con la cordialidad de sus habitantes y el talento de sus artesanos, en especial los que trabajan plata y otros metales preciosos, para ofrecer una vivencia turística y cultural, única en México.