La fila de autos varados en el libramiento Norte de Tuxtla Gutiérrez, era impresionante, desesperante, de la calle Central a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). Unos automovilistas subieron su vehículo al camellón central y dieron vuelta. Un taxi había chocado contra una Suburban. Hubo dos lesionados.
Tres hileras de autos y en partes hasta cuatro, sobre el carril de alta en el libramiento. El ajustador de la aseguradora Qualitas, iba al último. Su cliente, desesperado, ya había sido llevado por la ambulancia de la Cruz Roja.
El perito especializado en hechos de Tránsito de la PGJE, Iván Torres, gritaba desesperado. “¡Muévanse, voy a tomar las fotos! ¡Hey, hey, mueve ese taxi!”.
El taxista subió a la unidad equivocada y la iba a mover. Iván Torres vuelve a gritar: “¡No, ese no!, el otro que está estorbando”. El chafirete que llegó en apoyo a su compañero, había estacionado su taxi atrás del que se impactó, y en su prisa por la orden del perito, movió el taxi accidentado, en vez del suyo.
La desesperación del perito no era comparable con la de los cientos de automovilistas varados, mientras tomaban las fotos. Dos patrullas de Tránsito Municipal en el lugar, así como dos peritos de Vialidad Municipal contenían el arroyo vehicular.
Antes, paramédicos de la Cruz Roja habían valorado y trasladado a los dos conductores.
El taxi marca Nissan tipo Tsuru, con número económico 1235, placas 2122-BHE, avanzaba de oriente a poniente sobre la vía referida.
El chafirete no guardó su distancia ni moderó su velocidad. Metros antes de llegar al puente de la calle Central, chocó por alcance contra la camioneta tipo Suburban, color gris, placas de circulación DRM-3120, del estado de Chiapas. Era conducida por una mujer.
Los daños materiales fueron del lado izquierdo, parte delantera del transporte público y en la parte trasera lado derecho, en la camioneta.