Edali, la joven que rescata el agua

Edali Murillo, de 26 años, vive en dos estados marcados por la escasez de agua. En la Ciudad de México, donde nació, hay delegaciones en las que sus habitantes esperan a la pipa en la calle para llevar algunos litros del líquido a sus casas, y en Chiapas, donde trabaja, es testigo de cómo los niños y niñas de comunidades indígenas se enferman por las complicaciones que conlleva carecer de acceso a agua potable.

Desde que cursaba la carrera de diseño industrial en la UNAM, Edali se interesó por dar soluciones a la problemática del agua en México, por eso creó una lavadora que no necesita un gramo de detergente para limpiar ropa. Actualmente colabora con una fundación que acerca agua limpia a las escuelas del sur del país.

En México están nueve de las 43 entidades que más desperdician agua en el mundo, de acuerdo con un estudio del año pasado de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. La Ciudad de México despilfarra 40% del agua por su infraestructura vieja y en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se escapa hasta 70%.

“Mi sueño es que México entienda cómo funcionan los ciclos de la naturaleza, donde no existe la basura y no comprometan los recursos de los que disponemos”, dice Edali.

Para su tesis colaboró con unos amigos en el diseño de un purificador de agua para las casas. Su investigación duró un año y medio, tiempo en el que visitaron colonias con escasez de agua en la Ciudad de México. En esas prácticas Edali fue testigo de las largas filas que hacían los vecinos con sus cubetas para recolectar agua y notó que el líquido que les llegaba a cuentagotas era de mala calidad.

Lavadora sin detergente

Después del purificador, Edali comenzó un nuevo diseño: una lavadora llamada ÖKO3, la cual no necesita usar detergentes. Su plan inicial fue inscribir ese concepto en un concurso internacional de diseño. Como trabajaba durante el día, Edali pasó seis meses investigando y haciendo sus prototipos por las noches.

La lavadora de Edali funciona con gas de ozono, usado frecuentemente para desinfectar agua, superficies y atmósferas. Su madre, Pompeya Gómez, le explicó los beneficios, ya que lo usa en su consultorio médico para desinfectar instrumental.

Edali compró un ozonizador por 2 mil 500 pesos a un maestro de la universidad. Con el aparato comenzó a desinfectar agua, frutas y verduras. Así, un día se preguntó si ese sistema, pero con mayor potencia, podría sustituir a una lavadora que suele ocupar una familia de la ciudad. Según el informe intercensal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 69% de los hogares mexicanos tiene una lavadora, automática o semiautomática.

Lo primero que hizo Murillo para saber si seguir o no con su proyecto fue hacer pruebas con pedazos de tela manchados de salsas y al ver que sí funcionaba, contactó a una profesora de la Facultad de Arquitectura para que la guiara en el proceso.

ÖKO3 fue diseñada para emplear sólo 30 litros de agua por ciclo, es decir, 36% de lo que necesitan las normales. El tiempo de lavado es de 15 minutos, lo que tarda el ozono en desinfectar y reducir la estática de la ropa, por lo que también elimina el uso de suavizantes. Además, tiene una cubeta que la almacena para reutilizarla para limpiar o echarle agua al inodoro.

Meses después de conocer los resultados del concurso en el que no fue premiada, supo de otro: la octava edición de la Bienal de Diseño organizado en 2015 por la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes, para el que tuvo tiempo de reforzar la presentación de su lavadora. Sorpresivamente para su familia, quienes creen que parte de los concursos están amañados, fue ganadora del tercer lugar.

Su reconocimiento la llevó a los portales de noticias a principios de 2016: “Me llamaron de la UNAM y sacaron una nota en La Gaceta”.

Cientos de personas comenzaron a escribirle a través de redes sociales, le preguntaban dónde podían comprar su lavadora porque son conscientes del desperdicio de agua que hacen a diario y quieren revertir la situación.

Conmovida, Edali confiesa que no puede responderle a todos, porque son demasiados, pero a los que sí les contesta les dice que la lavadora aún es un prototipo y que no está a la venta pues necesita mejoras, “quiero, por ejemplo, sacar pruebas para el tiempo de exposición, que tenga mejor programación para el tipo de lavado y que solo use el ozono necesario”.

Aunque el concepto aún no existe en los aparadores de los centros comerciales, Edali dice que piensa perfeccionar la lavadora tomando una maestría en Alemania.