El lugar donde se fusionan el talento y la creatividad

El “árbol de la vida”, obra única hecha de hierro, vale oro porque sus colores se obtienen con el forjado de las manos creadoras de su autor, esta pieza se encuentra en la Casa de las Artesanías de Chiapas, espacio único en el estado donde resguarda más de tres mil piezas hechas por mujeres y hombres que dan su talento para hacer verdaderas obras de arte que son expuestas al público en uno de los recintos más modernos que tiene Tuxtla Gutiérrez.

María de Lourdes Ruiz Pastrana, directora del Instituto de Casa de las Artesanías de Chiapas, nos habla de las nuevas instalaciones de este espacio cultural inaugurado a penas en diciembre del año pasado por el gobernador Manuel Velasco Coello.

En la sala hay 12 artesanos esta vez, pero en el padrón actual son más de 21 mil, de los cuales 19 mil son mujeres, aunque hay áreas donde predominan los hombres, como la de talla en madera o ámbar. Las féminas dominan en textiles y laca.

De este universo, más del 60 por ciento están activos, “no todos llegan al instituto, pero envían a representantes por la dificultad para desplazarse”, explica la directora.

Tras hacer el acopio, le dan al artesano su recibo de compra, anotan la fecha de pago (que generalmente es a las dos semanas de entregar la pieza) y en la caja le pagan cuando vuelve a traer más mercancía.

Sebastiana

Sentada, pero activa, una mujer detalla el acabado de unas piezas que está por entregar. Es Sebastiana Jiménez López, viene de la colonia Paraíso Grijalva, municipio de Venustiano Carranza.

Sebastiana lleva 15 años trabajando con la Casa de las Artesanías y le ha ido muy bien. Entre sus manos un vestido hecho en telar de cintura brocado, de algodón, le llevó un mes de trabajo, tres horas diarias, más de 90 horas para mil 200 pesos, el costo final de la pieza en la tienda.

Diseño

Llegamos a un espacio a donde llevan las piezas que ya están terminadas. Ahí ojos aguzados revisan los acabados con estricto control de calidad. Hay varias camisas guayaberas, hechas en lino, que se las darán a las artesanas para bordarlas de acuerdo a la iconografía asignada. Las regresarán en unos días.

Tras verificar que estén impecables, se pasarán a tintorería, al almacén y finalmente a distribución para las tiendas.

Llama nuestra atención una guayabera blanca embolsada, tiene un diseño especial con bordado de color celeste. “Es para el gobernador”, dice María de Lourdes. El ejecutivo estatal se las encargó, pero les dio la libertad de elegir un diseño original.

Fomento Artesanal

En el recorrido, otra puerta se abre, dice: Capacitación y Fomento Artesanal, Ferias, Eventos y Concursos. Gaby nos atiende sonriente.

Ella y sus compañeros se encargan de todo lo relacionado con los concursos y exposiciones.

“Este año hay tres concursos estatales y cinco nacionales, el apoyo es total para los artesanos con la ayuda del Fonart. Liliana Romero Medina, la directora, aprecia mucho a Chiapas”, dijo María de Lourdes.

Añadió que les ha ido muy bien en los concursos a los artesanos de Chiapas. El pasado 27 de febrero se dio la calificación para el “Gran Premio de Arte Popular”.

“Tenemos 15 ganadores y un premio especial a la trayectoria artesanal, éste último lo ganó Lupita con trabajo en laca, es artesana de Chiapa de Corzo. Tuvimos siete primeros lugares, cuatro segundos y cuatro terceros; son 353 mil pesos en bolsa que se van a pagar a los chiapanecos ganadores. La premiación será en Los Pinos, con el presidente Enrique Peña Nieto. Habrá una exposición de las piezas ganadoras con apoyo de Fonart. Si a alguien le gustan las piezas las comprará y el artesano tendrá un doble beneficio”, subrayó.

Este año habrán 10 cursos de capacitación, para artesanos de laca, alfarería y textil, para mejorar lo que ya saben o aprender diseños especiales. También se les enseñará a comercializar y a elaborar un buen costeo de sus piezas.

“Cada año hay un programa de cursos para unos 300 artesanos que se inscriben voluntariamente. Nos apoya el Fonart, por lo cual es sin costo alguno”, dijo la directora.

Pegado al área administrativa está lo que será el Museo de las Artesanías, adentro se oye sonido de taladro y luego una música rara nunca antes escuchada por nadie. “Están haciendo las pruebas de sonido. Esperamos abrir para el 15 de abril”, dice la directora al añadir que será interactivo.

Daniel Garduño, director del Museo de las Artesanías de Chiapas (Musart), dice que la idea es contar la historia de forma única. “En todos los museos se cuenta algo a partir de una pieza u objeto, aquí será a partir de lo que no se ve de la artesanía”, explica.

A través de siete salas, se pretende plasmar el valor de la obra, no solo en la parte estética, sino en su contenido inmaterial que le da sentido. “Es como un homenaje hacia el artesano, a su vida, porque en cada pieza, como todo artista y creador, deja parte de su vida y su historia diaria”, dice acertadamente Daniel.

La sala uno será de identidad y diversidad, la sala dos abordará el contenido sincrético, la sala tres el contexto, creación y usos , la sala cuatro proceso creativo, sala cinco transmisión y aprendizaje; sala seis patrimonio y valoración, la sala siete será de reflexión. Al final habrá una exposición temporal.

Daniel garantiza que la visita al Musart será inolvidable, con una escenografía de 360 grados, mediante una exposición sensorial, cada área permitirá a cada visitante llevarse una experiencia propia, de acuerdo a lo visto y oído, con luces, movimientos y sonidos.

En la segunda etapa, el Museo tendrá una sala de usos múltiples para conferencias.

Tienda

Llegamos finalmente a la tienda, espacio en donde el visitante puede adquirir los productos artesanales que desee.

La vista se posa en una y luego en otra y otra pieza. Hay de todo, desde cerámica, agro alimentos, fibras naturales, alfarería, textiles, tallado en madera, ámbar…

Son unas tres mil piezas en la tienda principal de la Casa de las Artesanías. “El instituto no tiene fines de lucro, el porcentaje de utilidad es mínimo para los gastos de operación, se trata de vender mucho para comprar mucho y beneficiar a más artesanos”, concluye María.

Otras cinco tiendas como ésta, se ubican en San Cristóbal, Palenque, en el Aeropuerto Internacional “Ángel Albino Corzo” de Chiapas y en el de la Ciudad de México, en donde distribuyen las creaciones de artesanos chiapanecos. Parte de sus vidas se va al resto de México y del mundo.

Antes de salir, es imposible no detenerse a observar de cerca una obra singular, por su tamaño, por el color, por el material. Es el “árbol de la vida”. Los tonos azules, dorados, cafés, fueron obtenidos al forjarlo, no es pintura, explica María.

Esta obra es de metalistería, sólo se trabaja en San Cristóbal y Aldama, pocos artesanos se dedican a ello, como el maestro Guadalupe Hermosillo, uno de los principales exponentes de este arte que incluso tiene un museo. Su obra es una de las que participa en concursos.

Proyecto transexenal

Estas modernas instalaciones están en proceso de consolidarse, pues aún faltan algunas áreas que están por culminar y de ahí la importancia en que este proyecto tenga una visión transexenal y no se vea interrumpida por el tema del cambio de gobierno.

El espacio que pretende promocionar y comercializar los mejores textiles, joyería, laca y las piezas de madera de nuestro estado, representará una referencia para el turismo que llega a Chiapas y a Tuxtla Gutiérrez.

Sean de madera, de hierro, de resinas, de fibras naturales, de algodón, de manta o de lino, las artesanías chiapanecas valen oro, porque en cada puntada, cada tejido, cada golpe, va una historia de vida… en cada pieza va un trozo del corazón de los artesanos de Chiapas.