El declive de las “tienditas”

En Tuxtla Gutiérrez se estima que por cada tienda de conveniencia instalada, aproximadamente 106 negocios familiares (tiendas de abarrotes, tortillerías, panaderías) se ven afectados, debido a la gran diversificación comercial de estas cadenas nacionales.

Cada tienda de conveniencia tiene un radio de 500 metros de influencia, es decir, sus principales clientes se ubicarán a cinco cuadras en dirección de los cuatro puntos cardinales, abarcando un diámetro de un kilómetro de prospectos compradores.

Tan solo en el 2012, una de estas tiendas impactaba negativamente a 64 tienditas de abarrotes, según estudios realizado en el 2015 el impacto negativo casi se duplicó a 106, debido a una diversificación de mercado.

“De alguna manera sí tienen un impacto negativo (las tiendas), porque si bien no están registradas y no pagan impuestos, sus ganancias sirven para el ingreso total o parcial de la economía familiar”, informó Gilberto Antonio Ruiz Cáceres, investigador y docente de Economía.

Lo anterior ha generado que algunas de estas tiendas pequeñas cierren definitivamente o sus ganancias se reduzcan, esto solamente hace cinco años cuando las tiendas de conveniencia eran mayoritariamente de abarrotes y refrescos, pero su dinámica de mercado ha mutado.

Actualmente esta cadena comercial ya no solo oferta abarrotes básicos, sino se ha convertido en panadería, realiza transacciones bancarias, vende también tacos y tamales, además de tortillas de maíz, afectando a otros negocios de distintos giros comerciales.

“En esta ampliación de opciones de mercado, ha incrementado también el impacto negativo, porque ya no solo compite con tienditas, sino con tortillerías, taquerías y un sin número de pequeñas empresas. No implica que los 106 negocios vayan a cerrar, pero sí un cierre estimado de un 40% y una disminución de ingresos en 66 tiendas”, detalló Ruiz Cáceres.

Desafortunadamente los negocios que tienen que competir con esta cadenas comerciales se tratan de locales familiares, de bajo presupuesto, con una oferta de mercado escueta, lo que origina que muchas de ellas cierren u obtengan menos ganancias.

Por otro lado, los beneficios que genera una de estas cadenas nacionales se remiten a cuestiones de impuestos y creación de nuevos empleos en la zona que se instale, se estima que cada tienda brinda 16 empleos directos, por lo menos otorgando salarios mínimos profesionales, estimados entre cuatro mil 500 y seis mil pesos mensuales.

Para el también docente de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), campus Chiapas, estas cadenas internacionales no realizan una competencia desleal porque no tienen un monopolio directo, en el sentido de que existen otras tiendas de este perfil comercial.

“Hoy bajo los criterios de mercado, quien más invierte lógicamente tiene más probabilidades de ingresos; lo que pasa es que estas tiendas internacionales ya no solo ofertan productos del Grupo Femsa, también se asocian con otras marcas líderes de mercado para ofrecer precios más competitivos, que los que podrían ofrecer la tienditas”, puntualizó.

Añadió que uno de los factores que hace exitoso a esta empresa comercial es el estatus y percepciones de consumo que le genera al cliente, ya que no es lo mismo comprar en una tienda a través de una reja, a que entres a una con aire acondicionado, con anaqueles llenos de productos de libre elección.

Antecedentes

A partir del 2008 con los cambios en la legislación alimenticia, lo que generó un cambio en la conciencia alimenticia de ingerir menos bebidas azucaradas, Femsa comienza a tener una disminución parcial en sus utilidades y comienza a ver posibilidades de mejorar sus ingresos.

Entonces fortalecen algo que ya tenían como tienda de conveniencia, desde hace 39 años, por lo que estas cadenas surgen como una oferta de las distintas variedades de refrescos acompañada de otros productos comestibles.