El sacerdote Amílcar se marchó a la Casa del Padre

Con una vida dedicada a Cristo, el padre Amílcar Cancino Alegría falleció ayer y dejó un vacío insuperable que aquí hará mucha falta, pero allá, en el cielo, será de gran valía para el Creador que lo tendrá a su diestra en toda la vida eterna.

El padre Amílcar era párroco de la iglesia de San Juan Apóstol, en el Infonavit Chapultepec, en Tuxtla Gutiérrez. Todos los que conocieron la noticia sintieron que era muy pronto su partida. Hombre correcto, párroco ejemplo, hombre de Dios al que todos le decimos hasta pronto, sin poder contener las lágrimas.

“Se ha ido a la Casa del Padre un gran hombre, un gran sacerdote, el padre Amílcar Cancino Alegría”, informó la Arquidiócesis de Tuxtla Gutierrez.

“Se entregó en cuerpo y alma a su ministerio sacerdotal y al servicio de la Iglesia, un gran confesor de almas, un gran guía espiritual y sobre todo un padre, maestro y amigo de los jóvenes y niños en las regiones Frailesca, Metropolitana y Zoque”.

El encuentro con Dios que predicó este hombre, hoy se hace presente. Este encuentro mortal para nosotros es, en la Eucaristía, banquete anticipado de la gloria del Padre.

Anoche mismo, se celebró una misa por la memoria del padre Amílcar en la parroquia que dirigió durante los últimos años de su vida, la iglesia de San Juan Apóstol, de la arquidiócesis, a las diez de la noche.

Hoy, la Sagrada Eucaristía será al mediodía, ahí mismo. Mañana, se celebrará Misa y sepelio en El Parral a las 11 de la mañana, lugar donde nació en 1954. Ejerció el sacerdocio durante 36 años. Fue director espiritual del Seminario de Tuxtla. Descanse en paz.