El sismo de 1985 en la memoria de los capitalinos

Hace 32 años, segundos antes de las 07:19 horas, Felipe de Jesús Sacarías viajaba a bordo del Metro para llegar a la cita acordada con uno de sus clientes en Iztapalapa, sin embargo, el sismo de 8.1 grados Richter frenó su camino.

Aunque el movimiento telúrico del 19 de septiembre se sintió en las costas de Michoacán, a las 07:17 horas, éste se percibió dos minutos después en la Ciudad de México, donde se tuvo el mayor número de afectaciones y pérdidas humanas.

Sólo bastaron dos minutos para sacudir y colapsar gran parte de la capital mexicana que, de acuerdo con cifras, tenía más de 10 millones de habitantes en esa época. Muchos aún seguían dormidos, otros iban camino al trabajo y algunos menores se alistaban para irse a la escuela.

Mientras que el señor Sacarías Saucedo había salido muy temprano de su hogar ubicado en el edificio de la calle Iturbide 23, en la zona centro de la capital mexicana, para dirigirse a la colonia Granjas San Antonio, en Iztapalapa (Oriente), su vecino Raúl Hernández Ángeles, quien tenía 35 años edad, aún dormía después de haber trabajado durante la noche.

“Estaba dormido y, de repente, sentí que la cama se movía y me paré ‘de volada’. No alcance a llegar a la puerta por el mismo movimiento y, cuando lo hice, enseguida entró mi mujer porque había ido a dejar a mi hija a la escuela”, recuerda.

El temblor de la mañana del jueves resultó devastador porque fue de tipo trepidatorio y oscilatorio. “Afuera se oían caer los cristales, los gritos de la gente y el cubo de la entrada (del edificio) se llenó de polvo en instantes”, describe el señor Raúl.

Desde la puerta de su departamento, ubicado en este edificio construido en 1942 y que aún sigue junto al Palacio Chino, el señor Felipe cuenta que el Metro se detuvo por completo sobre Calzada de Tlalpan.

A diferencia del terremoto de 8.2 grados Richter del pasado 7 de septiembre, considerado el más fuerte en los últimos cien años, dice que el movimiento telúrico de 1985 “fue el peor” porque los inmuebles de los alrededores se derrumbaron y “no había para dónde correr”.

Señala que las dos torres del condominio estaban entrelazadas por dos vigas de concreto, pero una se cayó con el terremoto. El inmueble de cinco niveles se construyó para los empleados del Palacio Chino y, al pasar de los años, dejó de ser suficiente para alojar a un número cada vez mayor de personas.

De manera que en la azotea fueron edificados otros cuartos de 2.50 metros cuadrados y un baño para atender las necesidades de los trabajadores.

Las autoridades informaron que las colonias Tlatelolco, Centro, Doctores, Roma y Obrera, en el centro de la ciudad, fueron las más afectadas, y estimaron que cerca de 30 mil estructuras presentaron daños totales, sobre todo aquellas de siete a 15 pisos, y 68 mil tuvieron afectaciones parciales y en riesgo de volver a caer.

Aquel trágico amanecer dejó muertos, heridos y desaparecidos; interrupciones en el servicio de agua, energía y líneas telefónicas, además de múltiples rupturas en el asfalto y la paralización total del servicio de transporte.

Un día después

Sin embargo, el susto continuó para los vecinos del edificio de Iturbide 23. La noche del viernes, a las 19:38 horas, se sintió una réplica de 7.6 grados en la escala de Richter, con un minuto y medio de duración, y “el pánico fue inevitable”, menciona don Raúl.

Simulacro por el terremoto de 1985

A 32 años del sismo que se registró el 19 de septiembre de 1985, los altavoces de la alerta sísmica sonaron en las calles de la Ciudad de México.

Trabajadores, estudiantes y amas de casa desalojaron sus viviendas y edificios en punto de las 11:00 horas para ubicar qué deben realizar durante un sismo, en donde colocarse y a dónde dirigirse.

Los estados de México, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Puebla suspendieron el simulacro, por lo que la alerta sísmica no se activó en estas entidades, informó la Coordinación Nacional de Protección Civil.

Esa determinación se adoptó con motivo del sismo ocurrido el 7 de septiembre y de forma consensuada entre los titulares de Protección Civil de esos estados.

“Como una muestra de solidaridad con las poblaciones de Oaxaca y Chiapas, para no generar alarma en los habitantes, y activar la alerta ante una circunstancia real, toda vez que continúan presentándose réplicas”.