El arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla, envío su mensaje de navidad, deseó a todas las familias un feliz nacimiento de Jesús en cada uno de los corazones y pidió orar por todos aquellos que están sufriendo por alguna causa, sobre todo por los niños que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad o en medio de conflictos de poder.
“Navidad es el nacimiento de Dios. Jesús es el compañero de nuestro camino. Y en esta situación que vivimos en el mundo, un mundo tan complicado, tan dividido por muchas discordias, también la situación que vivimos en nuestro México y en nuestras familias, podemos decir que es un mundo necesitado de paz”, señaló.
Agregó que por eso la Navidad es una oportunidad para que todos no importando ideologías se dejen abrazar por Dios y así empezar también a abrazarnos nosotros como verdaderos hermanos.
“Es Navidad, es un tiempo de esperanza, de nuevas oportunidades, no estamos solos y con Jesús las cosas pueden ser mejores”, dijo el monseñor.
Agregó que este fecha debe de permitir que cada uno de los corazones sea un pesebre, cada familia un pequeño hogar de Nazaret y que cada persona un hermano.
“Recordemos, cada vez que hay un hombre que le da su mano al hermano caído es navidad. Cada vez que hay un hombre que comparte su pan con el hambriento es navidad, cada vez que hay unos esposos que luchan mas allá de sus problemas familiares porque se aman, es navidad. Cada vez que hay un hombre que ama, se levanta y se supera, es navidad. Navidad es volver al amor, navidad es volver a la vida, navidad es volver a darle la fuerza del amor a nuestra familia, nosotros tenemos que hacer que Jesús nazca en el corazón de las otras personas. Ayudemos a Jesús a nacer en el corazón de las otras personas siendo nosotros personas de amor, ¡Feliz navidad! ¡Feliz nacimiento de Jesús en sus corazones y en sus familias!”, sostuvo el arzobispo Fabio Martínez Castilla.
Recordó el mensaje que ha mandado el papa Francisco en donde pide el esfuerzo de la comunidad internacional para acabar con la violencia en Siria, Libia, Ucrania, Irak, Yemen y en el África subsahariana.
“Donde nace Dios, nace la esperanza. Donde nace Dios, nace la paz. Y donde nace la paz, no hay lugar para el odio ni para la guerra”, sostuvo.
Dijo que Francisco divulgó la bendición que sólo se imparte en Navidad y Semana Santa, acompañada por el mensaje de la Jornada Mundial por la Paz, que se celebra el próximo 1 de enero: “Sólo él, sólo él nos puede salvar. Sólo la misericordia de Dios puede liberar a la humanidad de tantas formas de mal”.
Dijo que la gracia de Dios puede convertir los corazones y abrir nuevas perspectivas para realidades humanamente insuperables.
Finalmente, sostuvo que el Sumo Pontífice recordó a las víctimas de la trata de personas y alentó a los pueblos a alcanzar acuerdos de paz, pidió ayudar a los refugiados a tener un futuro y dio un mensaje de paz a varios países en conflicto, entre otras cuestiones.