Firmas y candidatos

Inicia el periodo de 120 días para que 40 aspirantes se dediquen a colectar las casi un millón de firmas, que no voto, de respaldo a su intención de candidatura presidencial, el equivalente al 1% del padrón electoral, respaldo que debe estar distribuido en al menos 16 estados del país, sin olvidar la regla de que será el punto de quiebre para muchos soñadores y soñadoras con sentarse en la silla del águila: cada ciudadano sólo podrá respaldar a un aspirante independiente por cargo.

Es decir, supongamos que “El Gordo” dará su firma para que el nombre de María de Jesús Patricio Martínez aparezca en la boleta electoral, pero si en el “ínter” da su apoyo a otro aspirante o aspiranta, entonces sólo contará la primera firma. Ojo con eso. Mismo caso, para el respaldo a aspirantes a diputados, senadores, presidentes municipales o gobernadores: sólo se podrá respaldar un nombre.

En la larga lista de registro del INE hay algunos vividores sin experiencia en el servicio público como el conductor de noticiarios Pedro Ferriz de Con. Hay otros políticos que han seguido el ejemplo de “El Bronco” en Nuevo León, al renunciar a sus respectivos partidos para jugarle al candidato “ciudadano” en las urnas. Tales son los casos del senador ex del PRD, Armando Ríos Piter y Margarita Zavala, panista hasta hace unos días, sin menosprecio de sus legítimas aspiraciones políticas y sus razones para contender por esta vía, pero estamos frente a casos de políticos profesionales que han invadido un espacio ciudadano. El modelo de competencia electoral fue concebido para aspirantes sin partido interesados en participar en la vida pública, no en políticos “chapulines” que opten por la vía libre, luego de no encontrar acomodo en sus respectivas siglas electorales.

Por eso hay que estar muy atentos a las propuestas políticas. Entre toda la maraña que de a poco comienza a saturar a los votantes, está el caso de la candidata del Congreso Nacional Indigenista y del EZLN. De lograr el número de firmas necesarias, la campaña de Marichuy consistirá en poner sobre la mesa las necesidades y la agenda de los pueblos indígenas. Así que no nos extrañe ver spots donde se denuncien las afectaciones que han sufrido, luego de las reformas estructurales.

Si tomamos en cuenta que cada aspirante tendrá que recabar el respaldo del 1% del padrón electoral y no se puede duplicar la adherencia, entonces los 40 personajes tendrían que reunir las firmas del 40% del padrón electoral, sin cruzarse en el camino. El INE y la Cámara de Diputados tendrán que mejorar el modelo de participación política, porque en una elección presidencial la participación ciudadana en las urnas es de aproximadamente 60%, es decir, los independientes con sus propios recursos económicos, materiales y humanos tendrán que costear su propia “fiesta democrática” con recursos que seguramente vendrán de una u otra manera de los bolsillos del ciudadano.