Gala sinfónica en honor de Federico Álvarez
El homenajeado junto a todos los músicos. Darwin Mendoza

“Marcha, pompa y circunstancia” de Edward Elgar y “Marcha eslava” de Piotr Ilich Tchaikovsky fueron las dos piezas con las que se abrió la Gala Sinfónica en honor de la trayectoria académica del maestro Federico Álvarez del Toro. Las citadas piezas clásicas fueron ejecutadas el sábado 16 de junio por la Orquesta Sinfónica de Chiapas, bajo la dirección del maestro Roberto Peña Quesada, en el teatro Francisco I. Madero.

Esa misma tarde, a través del micrófono se hizo la invitación para que el condecorado, Federico Álvarez, tomara la batuta y dirigiera la Orquesta Sinfónica de Chiapas, a la que se había unido el músico Roberto Hernández Soto para que todos juntos interpretaran parte de la composición de Federico llamada “El espíritu de la Tierra”, la cual forma parte de la microbertura “Heliosis La Selva”, con la ejecución del tercer movimiento, “Los misterios festivos”.

Como última pieza de la noche se escuchó la versión monumental del “Himno a Chiapas”, para orquesta, coro y solistas, conocida como “El Gigante”, de Federico Álvarez del Toro, para la cual se les unieron los músicos ya citados, así como la Camerata Coral de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas y el barítono Erik Israel Cruz Molina.

Al final del concierto se hizo entrega de un reconocimiento a Federico Álvarez de Toro “por sus aportaciones a México, que han enriquecido el patrimonio cultural de la música”, además de la medalla a la Excelencia Musical otorgada por la Sociedad de Autores y Compositores de Chiapas, en conjunto con el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas y la Fundación Federico Álvarez del Toro.

También reconocieron la labor de Roberto Peña Quesada, del maestro Roberto Hernández Soto y del barítono Erik Israel Cruz Molina.

Impresiones

En entrevista con el maestro Federico Álvarez, quien fue galardonado con el Premio Chiapas en 1987, expresó: “Lo bonito es hacer lo que te gusta en la vida y compartirlo; esa ha sido la mayor satisfacción, estar tantos años en algo que uno ama y todo lo demás se va dando solo. No solo es el talento, también es la suerte, dar con la gente que nos ayuda, los maestros, los guías, en ese sentido fui muy afortunado”.

Precisó que este acto es hermoso, porque él pertenece a Chiapas y ha trabajado con numerosas orquestas tanto en la República como en otros países, y que una Orquesta creada en Chiapas le dedique todo un programa es muy satisfactorio.

Por otro lado dijo que el programa tiene algo de trascendente, ya que en el año de 1913, en ese mismo escenario (teatro Francisco I. Madero) se estrenó el “Himno a Chiapas” ante un estado que estaba dividido, como lo está hoy con las problemáticas sociales.

Señaló que todas las piezas interpretadas tienen algo de especial; por ejemplo, la “Sinfonía de la Selva”, por ser una pieza que se estrenó en Londres y que le brindó muchas satisfacciones, y “El Gigante” por ser la versión monumental del “Himno a Chiapas”.