Lo primero que escuchó Galilea Montijo cuando comenzó el doblaje de Hotel Transylvania 3: monstruos de vacaciones, fue que en la cabina de grabaciones se daría cuenta de lo mal que habla.

En la película de animación que estrena el 12 de julio, da vida a la temperamental Ericka, la capitana del barco al cual se suben Drácula y sus amigos buscando vacacionar.

“De repente tenía que decir monstruos, pero se escuchaba ‘mostruos’ porque la ene se barría con la ese y no se escuchaba, entonces era dar la pausa exacta, el acento adecuado, dándome cuenta de que todos los días hablamos mal por costumbre”, refiere.

La conductora de Hoy se suma a Ignacio López Tarso, en el papel de Vlad, la gárgola, y a Cristóbal Orellana como Jonathan. Ellos forman parte del llamado star talent de la cinta, que es dirigida por Ricardo Tejedo en su doblaje al español.

“Mi personaje es una mujer con muchos matices y por eso me tardaba en grabar. Cambia todo el tiempo, a veces se enoja o se voltea, es muy eléctrica y eso costaba trabajo”, señaló en entrevista.

¿Te gustan los monstruos?

La verdad es que de niña me gustaba y divertía Los locos Adams (serie de acción viva), aunque nunca he sido fan del género de terror, de ese que no te deja dormir por dos semanas. Me encanta el suspenso y me gustaba mucho ver a Frankenstein o El Hombre Lobo (risas).

Es tu primer doblaje y hace tiempo (2011) actuaste en Perras. ¿El cine no te ha llamado tanto?

Una vez me hablaron para una película que se iba a hacer en Chile con talento de ahí, Argentina y México, pero por cosas de tiempo no se pudo. Tener el programa de lunes a viernes solo me permitiría estar por las tardes y, pues, mínimo son tres semanas, pero espero se pueda más adelante.

¿Cómo va la nueva etapa de Hoy?

Cada producción es diferente y por eso la empresa cambia cada dos o tres años, porque le gusta que cada uno llegue y le ponga su sazón. Nosotros seguimos porque es decisión de la empresa también. Nos queda seguir órdenes, pero lo que nos gusta de Magda (Rodríguez, productora) es que trae muchas ganas de trabajar y, creo, es también cuestión de que la gente (el público) se vaya acostumbrando.

Hay que decirlo, siempre con un nuevo productor se comenta: “¡Ay, está aburrido y da flojera!”, pero cuando se cambia, quieren que regrese el anterior. Hemos vivido esas etapas de cambio y solo es que la gente se acostumbre.