Destrucción de Tuxtla, en 5 etapas

La destrucción del que pudo haber sido el patrimonio arquitectónico de Tuxtla Gutiérrez consta de 5 etapas, expresa Ricardo Rincón Hernández, historiador del Museo de la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez, egresado de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas y quien ha estudiado este proceso.

En entrevista comparte que tras buscar información se dio cuenta de que los cronistas no le explicaban nada; es decir, sí contaban con buena información, pero solo hablaban de lo estético de la ciudad, entonces él se puso a investigar por qué desapareció el patrimonio.

Detalla que en esa búsqueda se dio cuenta de que la destrucción consta de 5 etapas: “La primera fue en los años 30, la segunda en el 40, la tercera va del 50 al 60; mientras que las últimas etapas fueron con Jorge de la Vega Domínguez, Salomón González Blanco y Juan Sabines Gutiérrez”.

La investigación, que es parte de una tesis profesional que buscaba publicar con la ayuda de la pasada administración del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas y que nunca se logró, lo llevó a darse cuenta de que muchos, por error, han afirmado que Sabines Gutiérrez acabó con el patrimonio, pero no es así, ya que él solo acabó con lo último que pudo haber sobrevivido.

Su trabajo le ha permitido hacer un balance, con el cual deduce que la destrucción pudo haberse evitado si el INAH o el INBA hubieran llegado con anterioridad a Chiapas.

También refuta que la fortuna de que San Cristóbal conserve su patrimonio arquitectónico se deba al movimiento zapatista porque hasta antes del 94 nadie conocía Chiapas, pues se dice que fue mediante el levantamiento que los medios de comunicación informaron de la existencia de Chiapas, de donde se desprenden comentarios racistas para los chiapanecos, esto derivado de la información errónea que se emitía en aquel entonces.

Tuxtla recibió la bala

Ricardo Rincón contó otro dato interesante en torno a esta investigación, ya que si bien se sabe del proceso de la transferencia de los poderes del Estado de San Cristóbal a Tuxtla Gutiérrez, iniciada por Joaquín Miguel Gutiérrez en 1834 y definida por Emilio Rabasa en 1892, hay una hipótesis sobre el patrimonio de Tuxtla.

“Tuxtla, al convertirse en la capital, recibe la bala que debió recibir San Cristóbal; es decir, al que le hubiera tocado todo este proceso de ‘modernización’ es a San Cristóbal y no a nosotros como tuxtlecos”, afirma. Asimismo, “lo que ronda en la destrucción del centro son las decisiones subyacentes a las políticas de infraestructura ‘bajo el agua’ que todavía siguen siendo un círculo vicioso, y esto te lo dice un historiador”, indica.

La historia no son fechas, acota, “es análisis sin juicios de valor, y hay que ser muy analíticos”; es por ello que mucha gente rehuye de la historia, pero si sabe analizar y dar una opinión y una propuesta, será mucho mejor.

En ese sentido, expone que Tuxtla continúa con ese círculo vicioso en el que desde los años 70 a la fecha Tuxtla sigue sufriendo una mala planeación de infraestructura, olvidándose de los lugares que en verdad necesitan proyectos de urbanización en zonas conurbanas.

Espera que con esta nueva administración haya un cambio y se hagan las cosas para el beneficio de toda la ciudadanía, y que no se continúe con ese mismo círculo de decisiones que afectan el patrimonio.

Para más detalles, Ricardo Rincón Hernández ofrece recorridos históricos en el Museo de la Ciudad en los que explica este proceso de destrucción. Para mayor información sobre los horarios, visita la página de Facebook del Museo de la Ciudad.