El desorden que dejas

Si hay una serie este año de la que no querrás saber nada antes de verla, esa es El desorden que dejas. Creada por Carlos Montero, es una de esas que siempre acaba cada episodio en lo alto de un cliffhanger y cuya historia serpentea entre teorías, revelaciones y sorpresas sin parar. Es, además, una reflexión sobre cómo se procesan el trauma y la pérdida, un retrato de las constricciones de una pequeña comunidad rural, una crítica al sistema que da impunidad a los poderosos y una pasarela inacabable de hermosos jerseys invernales.

Esta serie de Netflix se desarrolla en el pueblo gallego (ficticio) de Novariz, uno de esos lugares pequeños en los que todos se conocen y los crímenes, desde los más insignificantes hasta los más serios, se quedan en casa. Allí va a parar Raquel (Inma Cuesta), porque la familia de su novio Germán (Tamar Novas) vive allí y resulta que le han asignado un puesto de profesora de literatura en el instituto local.

Ella no lo tiene muy claro, pero parece buena idea alejarse de los espacios que aún le recuerdan a su recientemente difunta madre. Así que allí que se mudan con su perro Nanuk y la promesa de una nueva vida en la Galicia interior.

Por otra parte conocemos a Viruca (Bárbara Lennie), que hace ya tiempo que es profesora en ese mismo instituto y ahora pasa por momentos duros. Pero de momento no sabemos por qué. Lo que vemos es que uno de sus alumnos, Iago (Arón Piper), está entre muy enfadado y muy enamorado de ella.

Separada de su marido Mauro (Roberto Enríquez) y con demasiados secretos entre sus manos, Viruca (que no es un guiño a la niña de Charlie y la fábrica de chocolate, sino una especie de variación de su nombre real, que es Elvira) parece que está al límite.

Un thriller a la española

Hasta las historias con los mejores ingredientes pueden fallar, está claro, pero El desorden que dejas ha sabido aprovechar bien sus cartas. Por ejemplo, el hecho de que Carlos Montero estuviese adaptando su propia novela y que afrontase este traslado a la pequeña pantalla con la experiencia de una ficción tan intensa como Élite. Pero sus dramas no serían tan buenos si no estuviesen Cuesta y Lennie para convencernos de ello; dos protagonistas que convencen hasta en los momentos en los que no entendemos las decisiones de sus personajes. Pero ellas las hacen humanas y nos hacen sufrir hasta el final.

El resto de elementos solo añade más sabor aún a todo el conjunto: Piper volviendo brillantemente a su papel de adolescente atormentado, el discurso feminista que subyace a través de sus referencias literarias, los ecos a historias reales pasadas por un ojo crítico, su deslocalización geográfica, su capacidad de mantener la sorpresa y el interés por cada nuevo detalle que conocemos.

La combinación perfecta para crear el thriller español más adictivo de la temporada. De esos que engulles sin piedad y con ansia, como esa pizza de sábado por la noche. Estés o no tan hambriento de una nueva miniserie de suspense en streaming, este te acabará atrapando en sus redes.

Explora las relaciones humanas

El desorden que dejas no es una serie fácil en lo que se refiere a las relaciones humanas: por una parte peca en ocasiones de ser demasiado explícita (hasta zafia incluso) y por otra hace de la violencia una constante que es bastante desagradable. En general, resultan bastante frívolas las relaciones entre los personajes, con abundantes escenas de cama, consumo de drogas generalizado y una excesiva atención a aspectos morbosos que termina por lastrar el visionado.

Aunque el clima y las localizaciones ayudan mucho a crear una atmósfera interesante, que podría remitirnos al género negro sueco, por ejemplo, con lluvias, brumas o las propias termas como enclave natural icónico, todo lo que atañe a los estudiantes del instituto resulta poco creíble y con situaciones difíciles de aceptar.

En suma, la serie te engancha y te mantiene pegado al televisor con ganas de saber qué sucederá al final, pero hay que dar un salto de fe bastante importante para aceptar lo que te cuenta.

El reparto

El elenco está encabezado por dos de las mejores actrices españolas del panorama actual. Bárbara Lennie interpreta a Viruca, un personaje de lo más complejo y enigmático al que iremos descubriendo capítulo a capítulo sin dejar de sorprendernos. Inma Cuesta como Raquel, personaje completamente antagonista al de Viruca y el verdadero motor por el que iremos conociendo la verdad oculta tras dicho personaje y todo lo relacionado con su muerte.

Ambas actrices son convincentes en sus respectivos papeles, y solo hay un “pero” que ponerles en su trabajo: la imposibilidad de mantener el acento gallego durante todo el relato, algo indispensable para sus personajes y que afecta el resultado final.

Cabe destacar el trabajo de las caras jóvenes, que encarnan a los chavales que acuden a las clases de literatura de dicho instituto. Promesas a tener muy presentes en el futuro, y que en sus casos sí clavan el acento gallego que requerían sus personajes.

Arón Piper repite serie con Montero tras su éxito en Élite, confirmando su talento ante la cámara una vez más. Aquí interpreta a Iago Nogueira, uno de los principales elementos que jugarán en este puzzle de misterios que nos proponen. Roque Ruiz es Roi, uno de los nuevos fichajes, con una magnífica interpretación. Isabel Garrido como Nerea, otra de las jóvenes cuyo trabajo nos dejará muy buen sabor de boca.