Juan Villoro ve un “lingüicidio”
Juan Villoro dictó una ponencia como parte de las actividades de la Fiesta del Libro y la Rosa. Cortesía

En un país en el que varios sectores “apuestan por un discurso binario que divide a la opinión pública y suplantan el diálogo por la descalificación del adversario o la adhesión ciega al aliado”, el escritor Juan Villoro revalora las lenguas originarias y la visión de los indígenas.

“Los que menos tienen imaginan un México incluyente en sus propias lenguas y en la que les fue impuesta”, afirmó durante su conferencia “Conquista y contraconquista: los recursos del idioma”, que inauguró la edición 16 de la Fiesta del Libro y la Rosa en el Centro Cultural Universitario.

“La demagogia, la propaganda, la jurisprudencia y la infinita burocracia han creado los muros coercitivos de la ciudad letrada; pero la imaginación literaria y los reclamos de los pueblos originarios han encontrado la manera de expresar ahí el signo de su rebeldía”, agregó ante centenas de universitarios que acudieron a escucharlo.

El cronista lamentó que solo una mínima parte de la población hable una lengua vernácula. “Si la condición indígena se reflejara por cuotas de sangre, 80 por ciento de los mexicanos calificarían como indígenas. Lo que en verdad determina ese sentido de pertenencia es la lengua”.

Por lo tanto, “el Estado ha acudido a un sistemático lingüicidio para unificar a la nación a través del español. Aún así, en México subsisten 68 sistemas lingüísticos. Pero la mayoría de los idiomas del origen están en peligro de extinción. Gabriel Zaid señala que, en 2015, la comunidad Pai-Pai, de Baja California, tenía apenas 216 hablantes”, detalló.

En este punto, evocó las reflexiones de la oaxaqueña Yásnaya Aguilar, lingüista, escritora y activista de derechos lingüísticos, que comparte. “Lo sorprendente no es que la diversidad lingüística esté desapareciendo, sino que siga existiendo… La idea de una nación homogénea unida por el español es una ficción demagógica y empobrecedora. Sacrificamos México en aras de crear la idea de México”, señala.

Villoro destaca que “el futuro de las lenguas originarias dependerá de concebir un país plurinacional, donde diversos idiomas desempeñen tareas educativas, culturales y jurídicas. Las identidades son ilusiones provisionalmente compartidas y las lenguas que definen el sentido de pertenencia cambian y se imperfectan”.

Además, evocó el papel crucial del lenguaje en el levantamiento zapatista en Chiapas hace 30 años. “El zapatismo transformó el anquilosado lenguaje político con un rico acervo cultural. Además, sus torrenciales mensajes llevaron a la arena política un recurso inédito: el sentido del humor. Para liberarse de la opresión, los zapatistas rompieron antes que nada las amarras del lenguaje”, indica. “Chiapas se ha convertido en botín del crimen organizado, el que se aprovecha de los migrantes y de la población local, y en botín de los políticos corruptos y las bandas paramilitares. En ese horizonte de devastación, los zapatistas diseñan otro mundo posible”.

Con esta conferencia magistral y sin la presencia del rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, quien asumió su cargo en noviembre pasado, la 16 Fiesta del Libro y la Rosa arrancó con una oferta de más de 500 actividades, entre presentaciones de libros, talleres, obras de teatro, cine y música. Bajo el título de “Los susurros de las lenguas: lenguajes y escrituras”, el encuentro, que se llevará a cabo hasta este domingo, ha convocado a 110 expositores que exhibirán 150 mil ejemplares de 500 sellos.

Rosa Beltrán, coordinadora de Cultura UNAM, destacó en la ceremonia de apertura la importancia del libro como el reducto intocable de la felicidad.

“El lenguaje, los lenguajes, tocan la esencia humana y, al mismo tiempo, nos hacen parte de una comunidad. Hoy, a millones de personas en el mundo no se les permite expresarse en su lengua, porque el lenguaje es tan poderoso que ofrece identidad, cohesión social y pertenencia. Nos hace disentir, pero también nos conecta con una cultura y una historia”, concluyó.

En la Fiesta se abordarán la literatura de mujeres, las lenguas originarias y la poesía como resistencia; así como los nuevos lenguajes digitales, los bots y las fake news.