La OSCH en compañía de Raphaël Sudan

Las obras musicales de Félix Mendelssohn y Franz Liszt se escucharon este miércoles 15 de mayo en el Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa, con la participación de la Orquesta Sinfónica de Chiapas, bajo la dirección del maestro Roberto Peña Quesada (OSCH) y la colaboración del pianista Raphaël Sudan, de Suiza.

El evento, que fue posible gracias a la colaboración del gobierno del estado a través del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas, en coordinación con el Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa, forma parte de los Conciertos de Primavera de la OSCH.

La primera pieza entregada por la OSCH fue la obertura “Las Hébridas” de Felix Mendelssohn. Sobre esta obra, se dice que fue compuesta en 1830 y aunque se denomina “obertura”, es más bien un poema sinfónico. Este tema lírico y sugerente de la belleza de una cueva está pensado para inspirar el sentimiento de soledad. El segundo tema, en cambio, representa el movimiento del mar y de sus olas. En su conjunto, la obra usa la forma estándar del género de la obertura con una coda al final que vuelve al tema inicial.

Posteriormente se dio la bienvenida al pianista suizo Raphaël Sudan. Nacido en Frigurbo en 1985, es maestro de piano e improvisación en la Ecole de Musique du Pays-d’Enhaut. Su amplia trayectoria lo ha llevado a presentarse en más de 30 países alrededor del mundo. Su repertorio en la música clásica abarca desde el barroco hasta la música contemporánea; ante ello, su acercamiento con el compositor Franz Liszt ha sido muy fuerte, ya que ha presentado numerosos conciertos con las obras del citado compositor en diversas ciudades.

Tras su presentación e ingreso al escenario junto al maestro Roberto Peña, la Orquesta Sinfónica y Sudan ejecutaron “Concierto para piano y orquesta número 2” de Franz Liszt. Pero antes se mencionó que Liszt escribió borradores para su “Concierto para piano y orquesta nº 2 en la mayor, S. 125”. Sobre la pieza, está escrita como un único, largo movimiento, dividido en seis secciones conectadas por transformaciones de distintos temas. El segundo concierto muestra una originalidad en la forma y revela un vehículo más estrecho con los poemas sinfónicos de Liszt, tanto en estilo como en escritura.

La tercera entrega en este concierto fue “Rapsodia húngara nº 2” de Franz Liszt, que es su pieza más famosa y consta de dos partes distintas: el “Lassan” y el “Friska” (del húngaro “lassú”, lento, y “frisa”, fresco, rápido). Está escrita en do sostenido menor y fue compuesta en 1847.

La última de la noche fue “Los Preludios”, un poema sinfónico compuesto en 1848. Es el tercero de su ciclo de trece poemas escritos durante su periodo en Weimar. La obra fue dirigida por el propio Liszt el día del estreno, el 23 de febrero de 1854. En la nota del programa, el propio compositor escribió: “¿Qué es nuestra vida sino una serie de preludios a una canción desconocida, de la cual la primera nota solemne es la que hace sonar la muerte?”.