Cualquier fan de Game of Thrones hubiera matado o vendido su alma por estar en alguna locación de la serie, y ni hablar de ser parte del popular y extenso elenco de este show; sin embargo, uno de sus integrantes detalló las malas costumbres que la serie le ha dejado.

Se trata de Sophie Turner, conocida por millones como Sansa Stark, quien detalló que tras estar en la serie se malacostumbró y tras finalizar su participación quería que todos los personajes que llegaban a ella fueran iguales que su álter ego en Westeros.

“Sansa es un personaje que creció, evolucionó y maduró a lo largo de las temporada y pasó de ser una chica inocente y hasta cierto punto débil a convertirse en una mujer fuerte, una gran estratega y líder, es un gran personaje y cualquiera querría que más personajes así estuvieran en el cine o la televisión”, detalló Turner.

El tener un papel como el que la ha hecho famosa, Turner reconoce que pensó que todos los futuros proyectos que escogiera tendrían que ser así y descubrió que no necesariamente tendría que ocurrir así.

“Creo que estaba muy mal educada por los escritores y podía ser divertido interpretar mujeres vulnerables que no están empoderadas y me malcriaron los escritores (de ‘Game of Thrones’) al escribir un personaje tan fuerte y creer que así tenían que ser todos”, afirmó.

Sin embargo, Turner indicó que cuando obtuvo el papel de Jean Grey en la actual saga de X- Men, comprendió que lo que necesita no eran papeles de mujeres fuertes, sino de mujeres con diversas capas, mujeres tridimensionales.

“Al entrar en ‘X-Men’ supe que podía interpretar a personajes ricos en su construcción de un personaje con muchas capas y eso creo que es a lo que deberíamos pedir más personajes femeninos complejos y dejar a aquellos que son planos y sin fondo”, detalló.