Mario Nandayapa, único traductor del chiapa

Hoy se celebra el Día Internacional de las Lenguas Maternas, instituido por la Unesco desde el año 2000 como un reconocimiento a la importancia capital de la diversidad cultural y lingüística en el planeta. Actualmente existen alrededor de 6000 lenguas en el mundo y, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), a finales del presente siglo podría desaparecer la mitad de estas, razón por la que resulta conveniente reflexionar sobre la importancia para la humanidad de la conservación y existencia del multilingüismo.

Siglo XXI Editores, una las editoriales de mayor prestigio mundial, dirigida por el doctor Jaime Labastida, publicó el Diccionario multilingüe: español/zoque/mam/lacandón/chiapaneca de Chiapas, que contiene en sus 865 páginas cerca de 5 mil vocablos de cada lengua comprendida.

El libro fue coordinado por el doctor Juan Pablo González Casanova y se incluye en la colección Lingüística y Crítica Literaria, y es descrito por los editores de la siguiente forma: “Los diccionarios buscan satisfacer la necesidad humana de comunicarnos, de entendernos. En efecto desde las antiquísimas tabletas de escritura cuneiforme en Mesopotamia hasta los más avanzados dispositivos electrónicos, aquellos, como la célebre piedra Rosetta, son un instrumento ligado al desarrollo del conocimiento humano.

“Esta obra es, pues, fruto de la dedicación y experiencia de un grupo de conocedores e investigadores entregados a su oficio y traslada a la ‘luminosa prisión del alfabeto’, como diría Ángel María Garibay, una variedad de términos de algunas de las lenguas de Chiapas.

“La presente obra colectiva recorre culturas vecinas, o que vivieron en el mismo territorio, contemporáneas o en diferentes periodos, en el Sur de lo que hoy es México, Chiapas en particular, y una zona compartida con Guatemala y Centroamérica. Compara sus lenguas con 5 mil términos y conceptos de la vida cotidiana, universales y locales, ‘muy empleados’, antiguos y actuales; y algunos ‘de valor cultural’, de cada pueblo”.

A diferencia del primer diccionario publicado por Siglo XXI Editores de las lenguas mayas, tsotsil, tseltal, chol, tojolabal, español, con el mayor número de hablantes originarios de lo que hoy es Chiapas, este versa sobre lenguas que están en condiciones de olvido y casi en extinción, marginación o aislamiento. Es por ello urgente la iniciativa de difundirlas, siendo México un país pluricultural.

Esta obra lingüística comprende el trabajo del investigador Mario Nandayapa, quien, junto a su padre, Mario Aguilar Penagos, trabajó de manera constante y gratuita durante 5 años. Eran los dos únicos conocedores profundos de esta lengua latente, pero a consecuencia del reciente fallecimiento del ingeniero Aguilar Penagos (Premio Chiapas en Ciencias), Nandayapa queda como el único especialista en el orbe que traduce y conoce esta lengua que es de origen mangue, que no tiene afiliación con las familias lingüísticas mayense y zoqueana que se hablan en la geografía chiapaneca.

La reciente partida de Mario Aguilar Penagos ha pasado desapercibida por las intuiciones culturales de Chiapas y del mismo Ayuntamiento de Chiapa de Corzo, aunque es importante hacer visible la obra que nos legó, y asimismo reconocer la cultura de los chiapa.

Mario Nandayapa no solo es el cronista de Chiapa de Corzo sino de la cultura de los chiapa. Tuvo una sólida formación académica en literatura y lingüística que culminó con un doctorado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Chile, para luego retornar a su lugar de origen y trabajar incansablemente como lo ha hecho desde hacer 30 años.

Su labor en este aspecto es amplia y los productos que ha obtenido son el rescate de dos danzas, la publicación de libros y artículos y la organización para que, un día como hoy pero de 2014, fuera declarado el Pacto Cultural de la Región de los Chiapa, que buscaba hermanar a los miembros de esta zona cultural, misma que está vigente en diferentes representaciones como las toponimias (nombre de lugares y apellidos), danzas, gastronomía y el imaginario colectivo que comprende, entre otros municipios, Chiapa de Corzo, Villaflores, Suchiapa, Chiapilla, Acala, Villacorzo y Totolapa.