Los circuitos alternativos de exhibición son un buen espacio para el cine mexicano, pero eso no quiere decir que debe dejarse de buscar en las cadenas comerciales, señala Ernesto Contreras, presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).

El también director de Párpados azules y Sueño en otro idioma, estuvo en la presentación del proyecto Retrospectivas. Una mirada al cine nacional contemporáneo, la cual inicia el 1 de febrero y termina el 31 de diciembre, en espacios independientes.

Las salas alternativas son aquellas como cinetecas, la Casa de Cine y Cine Tonalá, que no pertenecen a cadenas de exhibición. “No renunciaría el hecho de aspirar al comercial, porque finalmente estamos hablando de inversiones de dinero para producir una película y de lo que se trata, por un lado, es que se vea lo más posible”, señala Ernesto Contreras. “Una película tiene que ver los derechos de las audiencias, de que el público tenga la posibilidad de qué ver y no que decidan otros”.

Subraya que debe revisarse la Ley Federal de Cinematografía para que a través de ella se defienda dichos derechos de las audiencias. “No es en contra de los exhibidores, sino encontrar la forma de que todos salgamos bien, si se producen 180 películas como en 2018, es que tengan también la oportunidad de salir”, argumenta.

Más de 30 películas mexicanas serán exhibidas en salas independientes de 10 entidades de la República Mexicana.