“Estamos muy contentos de presentar en el foro La Puerta Abierta, los días 22 y 23 de marzo, a las 8:00 de la noche, a nuestro primer grupo invitado Gestos, resultado de la convocatoria Itinerancias Escénicas, originarios de Puebla, con la obra ‘Inagada la vida’, del maestro Alejandro Licona”, expone Saúl Gohé, integrante de La Puerta Abierta.
En un boletín destacan que el grupo Gestos es agrupación teatral independiente creada por Paco Gutiérrez, en la Ciudad de México, en octubre de 1987. Cuenta con la fortuna de llevar diferentes espectáculos por ciudades de la República Mexicana.
De forma independiente, Gestos tiene el privilegio de ser una agrupación de talla internacional, llevando el quehacer teatral a países como Francia, España, Italia, Grecia, Portugal, Cuba, Costa Rica, Honduras, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Venezuela, Argentina, República Dominicana y Uruguay.
El principal objetivo de Gestos, desde sus inicios, fue llevar el teatro al público que no puede asistir a este; gran parte de esta tarea se ha realizado en sitios marginados, en casi todo el territorio de México.
Paco Gutiérrez es fundador y actor/director del citado grupo, con una trayectoria de más de 35 años. Con los monólogos Inagada la vida, Sor Raimunda y La Salvaja, del dramaturgo mexicano Alejandro Licona, ha obtenido numerosos reconocimientos a niveles nacional e internacional. Asimismo, ha tenido giras por Europa con el espectáculo Arte sin palabras.
Con más de tres décadas en las tablas, ha dirigido más de un centenar de obras. A lo largo de estos años y de manera independiente, ha compartido la experiencia adquirida con jóvenes que incursionan en el teatro; actualmente dirige el taller Nantli Tlali.
La obra
En Inagada la vida, de Alejandro Licona, Habacuc es un simpático y peculiar escritor despistado y olvidadizo, cuya vida literaria se ha mantenido al margen de los intelectuales esnob. Además de vivir solo en un departamento, está atrapado en sus lagunas mentales, así como en sus más preciados recuerdos. Habacuc, cierto día, se encuentra que su memoria le ha jugado una de las peores bromas, pero por fortuna ha inventado un ingenioso sistema a través de papelitos de colores, que a su vez le sirven de guía para reconstruir el rumbo de su vida cada día.
Durante el desarrollo de la obra, vamos siendo partícipes de intrigantes revelaciones que llevan a una constante atmósfera de suspenso, cuyo desenlace es impredecible. Este espectáculo unipersonal es una profunda reflexión acerca del maltrato y el rechazo hacia los ancianos. Es un grito silencioso que a través del personaje manifiesta un derecho y un respeto al ser humano.
La Puerta Abierta se ubica en avenida Ciprés 972, fraccionamiento Parque Madero, en Tuxtla Gutiérrez.