Un mundo feliz

El mundo aquí representado podría ser una utopía, aunque irónica y ambigua: la humanidad es ordenada en castas donde cada uno sabe y acepta su lugar en el engranaje social, saludable, avanzada tecnológicamente y libre sexualmente. La guerra y la pobreza han sido erradicadas, y todos son permanentemente felices. Sin embargo, la paradoja es que todas estas cosas se han alcanzado tras eliminar muchas otras: la familia, la diversidad cultural, el arte, el avance de la ciencia, la literatura, la religión, la filosofía y el amor.

Argumento

La novela comienza en el año 632 después de Ford (2540 en el calendario gregoriano) con un grupo de estudiantes que visitan la central de condicionamiento de Londres, donde un científico les muestra la técnica de la reproducción artificial. Por medio de ella comprenden que la organización de la sociedad es determinada desde el nacimiento. El mundo se rige por la vigencia de un gran Estado Mundial que manipula la reproducción para garantizar personas perfectamente adaptadas a su posición social, designados con letras del alfabeto griego desde los Alfa, destinados a la dirigencia, hasta los Épsilon, diseñados para las tareas más peligrosas y repetitivas. Esta planificación de tipo genética se complementa mediante el condicionamiento por medio de la hipnopedia, la enseñanza durante el sueño, que inculca consignas y la educación.

Temas y referencias

El libro ataca la producción del ensamblaje en línea como humillante, la liberación de la moral sexual calificándola como una afrenta contra el amor y la familia, el uso de eslóganes, el concepto de un gobierno centralizado, y el uso de la ciencia para controlar los pensamientos y acciones de la gente. Huxley ataca a la sociedad consumista y capitalista: en la novela, el fundador legendario de la sociedad fue Henry Ford, el fabricante de coches y creador del sistema de la cadena de montaje, de hecho Ford es el dios de esta sociedad. La letra T (una referencia al Modelo T de Ford) ha reemplazado la Cruz cristiana como un símbolo casi religioso.

El título del libro es una cita de Miranda en el acto V de la obra La tempestad de William Shakespeare, cuando ella conoce por primera vez otra gente diferente a su padre. John, “El Salvaje”, es un fuerte fanático de Shakespeare, lo que lo ubica en un rango superior a la mayoría de la distópica humanidad de Huxley. Al igual que la mayoría del pasado artístico y logros culturales, las obras del autor clásico inglés son archivadas y desconocidas en esta sociedad, excepto por los controladores mundiales.