La falta de un acuerdo entre Grecia y sus acreedores, sumado al cierre de los bancos y los mercados financieros en ese país generaron un fuerte incremento en la aversión al riesgo a nivel global que alcanzó a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la cual abrió ayer con una baja de 1.26 %.

En el arranque de la primera jornada de la semana, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) se coloca en 44 mil 991.38 unidades, luego de tocar su mejor nivel en poco más de dos meses, con una pérdida de 574.85 enteros respecto al nivel previo.

El mercado accionario local sigue el descenso de los mercados globales, sobre todo de Wall Street, en donde el promedio industrial Dow Jones baja 0.89 %, el Nasdaq retrocede 0.98 % y el Standard and Poor´s 500 pierde 0.79 %.

La aversión al riesgo aumentó luego de que Grecia y sus acreedores fallaran en alcanzar un acuerdo de cara al vencimiento que tiene el país heleno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el día de hoy, elevando las expectativas de su salida de la zona euro.

El gobierno de Grecia anunció el cierre de bancos, del mercado de valores y una cuota máxima para retiro de efectivo, como mínimo hasta el 6 de julio; ello, después de que el gobierno rechazará la propuesta del eurogrupo del sábado pasado.

Tsipras pide prórroga

El primer ministro, Alexis Tsipras, pidió a sus socios europeos una prórroga del segundo programa de rescate, que finaliza oficialmente este martes, luego de que el Eurogrupo rechazó dar más tiempo a Atenas para las negociaciones.

En una carta enviada al primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, en calidad de próximo presidente de turno de la UE, Tsipras solicitó prorrogar por un mes el programa de asistencia, según informó el diario económico italiano Il Sole 24 Ore.

“Para poder desarrollar el referéndum en un clima tranquilo y positivo que permita al pueblo griego tomar esta crucial decisión sin presiones externas, pedimos una prórroga de un mes del programa”, señaló el jefe de gobierno.

Se refirió en particular al referéndum convocado para el próximo 5 de julio en el que los griegos deberán decidir si aceptan o no la propuesta de acuerdo de las instituciones (Banco Central Europeo, UE y Fondo Monetario Internacional) y que es rechazada por el Ejecutivo helénico.