Grúas: auxilio obligado que procura el abuso

Ante la crecientes denuncia por abuso en el cobro por arrastre en el servicio de grúas, diversos sectores exigen el cumplimiento de acuerdos en el sector, mayor normativa por parte de la SCT y celeridad al proyecto de reforma a la Ley estatal de Transporte que permita normar los cobros tanto en tramos municipales como estatales.

Al respecto diversos sectores, denunciaron la presunta complicidad entre el servicio de grúas y peritos de vialidad y transportes que en evidente coparticipación realizan llamados al servicio incluso en ocasiones innecesarias y además, cobijan los altos cobros que superan en más del 300% las cuotas oficiales.

En este escenario, la falta de una regulación estricta por parte de la Secretaría de Transportes (ST), es una de las tantas puertas abiertas atravesadas con gran facilidad por diversos sectores incluidos funcionarios estatales y municipales del gobierno, empresas de grúas, entre otras.

Cuarto Poder, se reunió con transportistas y concesionarios dirigentes agremiados a la Federación de Cooperativas de Transportistas de Chiapas (Fecotrach), mismos que denunciaron que prácticamente todo el estado d eChiapas comparte el escenario de abusos.

Partieron del escenario en la capital del estado, donde dijeron todas las grúas que transitan en Tuxtla Gutiérrez, laceran económicamente a todo aquel que contrata dichos servicios.

Jose Guadalupe Mendez, concesionario y transportista perteneciente a Fecotrach informó, que a pesar de estar asegurados todos los transportes públicos en la capital, la grúas siempre arriban al lugar en el que ocurren los percances automovilísticos, y aunque ambas partes afectadas en el accidente, lleguen a un acuerdo, la grúa siempre cobra el “banderazo” -momento en que sale la grúa hacia el lugar del accidente- el cual en la ciudad tiene un costo de 350 pesos por cada conductor.

A lo anterior, cabe destacar, que son las autoridades de tránsito quienes avisan de tales hechos a los operadores de grúas, justo ahí, inicia el negocio, para posteriormente repartirse las ganancias del desfalco entre las autoridades y la empresa que en su momento acudió al lugar, explicó Guadalupe Mendez.

El concesionario agregó, que lo correcto sería que la ST tuviese grúas oficiales, disponibles para la sociedad, en las cuales los usuarios tuviesen la oportunidad de aceptar o no el servicio, dependiendo del peritaje oficial y no pagar cantidades obligatorias, como ocurre actualmente.

“Las grúas operan en contubernio con Tránsito, les decimos que no necesitamos de su servicio, y los operadores nos amedrentan diciendo que Tránsito recogerá las unidades, dando a entender que todo, nos saldrá más caro”, dijo Guadalupe Mendez.

Ante los testimonios que los pertenecientes a Fecotrach, declararon a esta casa editorial, se reafirma la corrupción perpetrada entre las autoridades de vialidad sean municipales o estatales, la propia Secretaría de Transportes, funcionarios públicos de otras dependencias y concesionarios de grúas.

Carlos Pérez Gallegos, también integrante de dicha federación, manifestó su descontento, sostuvo que las grúas cobran hasta mil 900 pesos por levantar un taxi en el Libramiento Norte y tenerlo en el corralón durante dos días, situación que el mismo, dijo, pudo comprobar.

Víctor Robledo Solís, vocero oficial de Fecotrach explicó, que en la Secretaria General de Gobierno, existe un acuerdo firmado, en el que participaron Fabian Estrada de Coss (secretario de Transportes) y transportistas del estado, en el mismo, se estableció un tabulador de cobros para el arrastre de las unidades, esto a finales del mes de octubre en 2015.

“Curiosamente esa lista, a los pocos días de echarla andar quedó en el olvido, actualmente, las grúas tienen tanto camino recorrido como la corrupción desatada, ya que al llevar a la unidad al corralón que esta por la carretera “Las Choapas” tiene un costo de hasta cinco mil pesos, cuando el precio acordado fue de 800” reveló, Robledo Solís.

El vocero señaló también, el acuerdo de corrupción que se conserva entre la ST y las grúas, explicó que sería ilógico pensar que los transportistas sean quienes piden tal servicio, sabiendo de las formas desleales en que operan los grueros.

Solís sostuvo, que el negocio de las grúas se encuentra en el arrastre y en el corralón, aunado a eso, los operadores no entregan ningún recibo a sus clientes por el servicio brindado; lo que confirma el estado de deshonestidad en que se labora en la entidad, sobre todo en ese ramo, donde las ganancias oscilan entre los 15 y 50 mil pesos diarios.

Por otra parte, la empresaria transportista Magdalena Diaz Rosales, mencionó, que el actuar de los grueros es sinónimo de abuso, donde los concesionarios del transporte son los más afectados, ya que es la figura en la que recaen las deudas que ocasionan los conductores de sus colectivos, recordó que si el estado se esta levantando contra el gobierno, tales acciones se deben a las anomalías en que operan las autoridades de la entidad.

¿Razón o estafa?

En promedio, en Tuxtla Gutiérrez diariamente suceden 15 percances automovilísticos, los cuales van desde impactos menores hasta golpes grandes, el negocio para las grúas mejora en los días jueves, viernes y sábado. Los libramientos sur y norte de la ciudad, son los lugares que “más gustan a los conductores para acelerar, perder el control y chocar su unidad”.

Tarifas

Francisco Armendáriz Yáñez, gerente general de “Grúas Tuxtla”, explicó que en la capital, existen 10 empresas de grúas legalmente concesionarias por la ST, de las cuales cinco, trabajan en conjunto con el Ayuntamiento, y un día a la semana, cada una, es la encargada de asistir en todos los accidentes viales suscitados en Tuxtla Gutiérrez, con lo cual se entiende que el banquete es mas o menos repartido, por lo menos entre quienes cuentan con el privilegio de tener grúas y estafar categóricamente a la población.

Es importante señalar, que las empresas que supuestamente trabajan en conjunto con el ayuntamiento y respetan las tarifas establecidas por la ST, son: Grúas Tuxtla, Grúas Express, Grúas Caba, Grúas ME y Grúas San Miguel, cada una con un corralón propio, mismo que se encuentra fuera de la ciudad, según por indicaciones de sanidad, normadas por la secretaría de Protección Civil.

Yáñez indicó, que el servicio de grúas se divide en cuatro categorías, las cuales son: A, B, C y D, mismas tarifas que fueron decretadas en octubre 2015 por la ST, y donde cada letra, establece el tipo de grúa y servicio a brindar.

En la grúa tipo “A”, el kilómetro (km) cuesta 13 pesos y el banderazo 358, en la “B” el km vale 14 pesos más un banderazo de 411, en la “C” el km tiene un precio de 16 pesos y un banderazo de 89, finalmente para la “D” se cobran 22 pesos y un banderazo de 600, cabe destacar que estas cifras supuestamente solo se aplican para los servicios foráneos a Tuxtla Gutiérrez, dijo, Armendáriz Yáñez.

Una maquinaria tipo “A”, es una plataforma que solo sirve para levantar vehículos relativamente fáciles de transportar, mientras que la “B” es una grúa que puede realizar maniobras de levantamiento en voladeros o superficies difíciles de acceder, en tanto la “C” es una unidad capaz de llevar camiones modelo tortón, y la “D”, tiene capacidad para mover a un trailer de 45 toneladas.

“Depende del equipo que utilices y el número de grúas que vayas a necesitar para arrastrar la unidad, son lógicamente las grúas que van a salir, y harán las maniobras necesarias, servicio que puede llegar a costar de 80 a 100 mil pesos”, comentó el empresario.

Yáñez recalcó, que en el negocio de las grúas existen las situaciones denominadas “de custodia”, en la cual si la maquinaria asistente al percance automovilístico, tarda más de una hora esperando acuerdo o consignación entre las partes afectadas, se agregan 340 pesos a la factura del servicio de grúa.

En cuanto a las tarifas locales, destaca que “gracias” a un acuerdo acordado entre Tránsito Municipal, H. Ayuntamiento y grueros que trabajan en conjunto con gobierno, no existe cobro de banderazo a los automóviles chicos, mismas unidades que se encuentran clasificadas por de bajo de los carros tipo urban -colectivos-.

A lo anterior, por arrastrar carros chicos se cobran 600 pesos, trasladar volteos y camiones de tres toneladas tiene un costo de 915 más un banderazo de 358 pesos, al igual que los tractocamiones, autobuses y panorámicos -carros de lujo-, los cuales pagan un arrastre de mil 350.

Si las cantidades cobradas por el banderazo, la hora retrasada, las maniobras y el arrastre, no fuesen suficientes, se agrega que por cada día que la unidad permanece en algún corralón, el dueño del carro debe pagar 33 pesos más iva, tal pago, no exenta a la unidad del robo de piezas estando dentro del resguardo.

No hay mal que dure cien años…

María Eugenia Pérez Fernández, diputada local en el Congreso del estado, manifestó conocer las tarifas del desfalco en que operan los grueros, sin embargo el tema de corrupción y robo parece no importarle, incluso la misma dijo comprender tales excesos, posición entendible, cuando sé es dueña de una empresa de grúas.

Pérez Fernández, sin mucho interés, relató el discurso de todos los políticos, dejando abierta la puerta al dialogo, tratar de reunirse con las autoridades correspondientes, gestionar una regulación en la tarifa de cobros; pero a estas alturas, el pueblo “ya no se chupa los dedos”, opinaron transportistas de la capital y afectados por la mafia de las gruás.

“Mientras tanto, acá sentados seguiremos esperando a que la ST y tránsito trabajen de verdad y en benéfico de la población, no sabemos hasta cuando vamos a esperar, pero el gobierno sí sabe que no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”, concluyeron transportistas del estado.