Hay textos extraviados de sor Juana Inés
El profesor Jorge Gutiérrez Reyna. Cortesía

El Caracol y una serie de manuscritos que envió a la virreina María Luisa Manrique de Lara y Gonzaga, su protectora, forman parte de las obras de sor Juana Inés de la Cruz que están perdidas, aseguró Jorge Gutiérrez Reyna, maestro en Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Entrevistado a propósito del 322 aniversario de la también llamada Décima Musa, el estudioso de la vida y obra de esta, señaló que representan dos textos de gran valor para la literatura novohispana, de los que no se tiene conocimiento.

En el caso de El Caracol, comentó que es un tratado musical con el que sor Juana buscaba enseñar música a las novicias del exconvento de San Jerónimo, actual sede de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ) y del que se desconoce su paradero.

“En esa obra la poetisa buscaba simplificar los métodos que existían y explicar todo de una manera clara y fácil; de eso se trata y sigue perdido, sabemos que existió y no se sabe dónde está.

“La virreina María Luisa Manrique de Lara y Gonzaga se lo pidió para imprimirlo, pero sor Juana le dijo que no porque estaba muy informal. Ese texto está tremendamente perdido”, dijo el también profesor de la UCSJ.

Por lo que hace a los manuscritos, Gutiérrez Reyna dio a conocer que estaban acompañados de poemas que la escritora envió desde México a Madrid a su protectora, la condesa de Paredes, con el fin de que se publicaran, pero al igual que El Caracol, no se sabe nada.

“Sor Juana envió una copia manuscrita con poemas a la condesa de Paredes desde este convento a Madrid, para que con ellas se realizara la primera edición de sus obras y que se llamó La inundación Castalida.

“De esos manuscritos hay varios testimonios que nos dicen que estuvieron en la Biblioteca del Escorial cerca de Madrid, la casa de campo de los reyes de España; que se depositó en esa biblioteca. Pero nada confirmado y siguen perdidos”, señaló.

El académico cuenta que sigue la pista de ambos textos y consideró que no se encuentran en México sino en Europa.