No apto para cardiacos

Están acercándose los momentos más intensos y de grandes definiciones en la política nacional y, minutos después, en la chiapaneca. Eso porque el calendario electoral nacional está un mes adelante que el chiapaneco.

Se trata de las negociaciones al interior de los partidos políticos, primero, y las cartas de intención ante instancias electorales, después, para formalizar alianzas electorales.

Las negociaciones partidistas internas para repartirse el pastel –las candidaturas- han estado realizándose ya y más les vale que vayan adelantadas porque hay una fecha límite, impostergable, para registrar ante los árbitros electorales dichas cartas de intención: el próximo jueves 14 de diciembre.

Probablemente antes, pero en esa fecha los mexicanos habrán de enterarse con toda certeza de cuáles partidos políticos irán en alianza a nivel nacional y a nivel estatal en Chiapas, concretamente.

Así, los partidos políticos habrán puesto sus cartas sobre la mesa. Casi en forma simultánea habrán de conocerse también los nombres de los candidatos, algunos de los cuales a nivel nacional ya son conocidos hoy: José Antonio Meade Kuribreña es el eventual candidato del PRI, pero ya es, y sus más seguros aliados serán el Partido Verde Ecologista de México, el Partido Alianza Social y, probablemente también, el Encuentro Social.

Es casi seguro que así suceda porque solos, esos partidos pequeños, no tienen nada qué hacer en una competencia presidencial.

Andrés Manuel López Obrador es virtual candidato presidencial de Morena, pero ya es, y su más seguro aliado es el Partido del Trabajo.

La moneda está al aire

Está al aire la moneda en el Frente Ciudadano por México, compuesto por el PAN, PRD y MC, y en la recta final están, o estaban hasta anoche, Miguel Ángel Mancera, apartidista, pero cobijado por las siglas del Sol Azteca y el panista Ricardo Anaya.

Todas las apuestas dan a Anaya la posibilidad de encabezar ese Frente, por muchas circunstancias. Dos de ellas: porque es el más conocido en las encuestas y porque el PAN tienen más presencia electoral en el plano nacional que el PRD, entre otros aspectos menores.

Anaya podría ser el candidato presidencial del Frente. El problema está en que el PRD lo acepte o se desprenda de dicha alianza y se vaya sólo con Mancera.

O un tercer escenario sería: que el PRD aceptara, sin Mancera. Esto último lo veo muy descabellado. Sin embargo, las posibilidades están colgadas con alfileres. Cuando sea revelado todo, el pastel electoral presidencial estará completo.

Chiapas, el dilema mayor

La incertidumbre mayor está en la cancha de Chiapas, donde están en disputa dos proyectos distintos: uno verde y otro rojo. Están a la espera de que sea revelada la decisión de que la misma alianza nacional –PRI-PVEM-PANAL- será repetida en Chiapas y de quién será el nombre que encabece esa alianza.

Eso muy probablemente lo sabremos el mismo día 14 de diciembre, fecha límite para registrar las cartas de intención ante el INE, porque sus negociaciones habrán de alcanzar, necesariamente, a la presidencia de la República, las senadurías, las diputaciones federales y las gubernaturas que estarán en juego el año próximo, entre ellas Chiapas, por supuesto.

Todas las sumas, restas y multiplicaciones dan como resultado que también habrá alianza entre esos tres partidos mencionados en Chiapas y que su candidato a la gubernatura será el senador priista Roberto Albores Gleason, pero quienes están del otro lado de la acera afirman que están haciendo su lucha para que el Verde vaya por separado y con candidato propio.

Algunos ven las cosas muy complicadas. Pero la verdad no es tan complicado el tema.

Si me permiten hacer una analogía, solo se necesita de la voluntad del capitán del barco para que éste vaya en la dirección deseada. Y todo lo demás, en política, cae en el terreno de las negociaciones.

Pero bueno, tanto en el tema nacional como en el estatal, todo lo que está por saberse, en ese rubro, lo sabremos pronto.

De boca en boca

Chenalhó y Chalchihuitán, los dolores de cabeza de las recientes semanas. Autoridades estatales, a cuya cabeza está el secretario de gobierno Juan Carlos Gómez Aranda, han estado atentas al conflicto intercomunitario que no ha podido resolverse por una simple y sencilla razón. La solución está en manos del Tribunal Agrario. Su resolución será dada muy pronto. Lo preocupante es que difícilmente esa resolución vaya a dejar suficientemente satisfechas a las dos partes. Y hay que hacer algo y pronto para prevenir soluciones, adelantarse a lo que pudiera venir. Y ya lo están haciendo. En reunión con Gómez Aranda, delegados federales y funcionarios estatales acordaron acciones conjuntas para garantizar solución de fondo a diferendo agrario. Asistieron los delegados federales de Sedatu, Rubén Antonio Zuarth; de Sedesol, Luis Ignacio Avendaño; de la CNPI, Roberto Serrano, entre otros, y también representantes gubernamentales estatales. Están previendo que quienes no queden satisfechos con el fallo del Tribunal Agrario puedan recibir, en el futuro inmediato, apoyos directos, vivienda digna y proyectos productivos para salir adelante. Y, desde luego, hará falta una intensa tarea de reconciliación entre todos ellos, garantizar el retorno de todos los desplazados a sus lugares de origen y que ambos grupos puedan convivir en forma armónica. Por lo pronto, las instituciones han estado presentes en el lugar del conflicto que lleva cuarenta y cinco años de existencia. Y, lo más importante, quizá: han evitado que haya enfrentamientos directos entre los grupos confrontados*******Me han estado preguntando si cuáles son las cartas para el relevo de la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez y les he respondido que, la verdad, todavía no se ve un escenario claro en ese sentido.

alexmoguels@hotmail.com