Más artistas a la política

Se acabó. Se exterminó la solemnidad en la política. Ahora vendrán más espectáculos. 

Antes nos sorprendimos en forma escandalosa cuando la actriz y cantante chiapaneca Irma Serrano fue postulada por el Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (FCRN) para buscar una senaduría, que después ganó.

Nos causaba risa su sola mención porque no era común allá por los noventas que alguien de la farándula ingresara con éxito en la actividad política, aquella que era totalmente circunspecta, discreta y sobria.

Las formas de vestir eran tradicionales, serias y formales. La forma de hablar era correcta, y no importa analizar aquí los circunloquios, rodeos y ambigüedades que acostumbran los políticos, no. Los políticos de aquella época se expresaban bien, leían textos previamente elaborados y corregidos.

Era pues cosa rara que algún artista o deportista se dispusiera a entrarle a la actividad política.

¡Pero qué tal hoy! Es larga la lista de artistas y deportistas entre quienes buscan cargos de elección popular.

Están el “Sólo para mujeres” de Sergio Mayer para diputado federal por Morena en la Ciudad de México.

El galán de telenovelas y miembro de una familia de abolengo en el terreno de la actuación Eduardo Capetillo como candidato priista a alcalde de Ocoyoacac, Estado de México.

El actor Ariel López Padilla, postulado por el Partido del Trabajo a gobernador de Morelos.

El futbolista Adolfo Ríos quien buscará la alcaldía de Querétaro por Morena.

El conocido futbolista Cuauhtémoc Blanco para la gubernatura de Morelos por Morena.

María Elena Saldaña la “Güereja”, actriz y cantante, postulada por el Partido Alianza Social para diputada federal por Morelos.

La cantante ochentera-noventera Rocío Banquells aspira una diputación local por el PRD en la Ciudad de México.

El ex portero de la selección mexicana Pablo Larios va en busca de la presidencia municipal de Zacatepec, Morelos por el partido Movimiento Ciudadano.

Y yo creo que la lista es más extensa. Ellos han de ser los más conocidos. O tal vez se agreguen otros.

Y aquí va una oportuna aclaración del por qué los estoy mencionando como casos excepcionales. No es que quiera yo burlarme de ellos. No.

No es que quiera yo discriminarlos por la actividad profesional u oficio a los que se dedican todos ellos. Tampoco.

El problema radica en que hay algo que se llama vocación. Y todos nacemos ya con ella en nuestro fuero interno.

Ningún cantante famoso se ha hecho de la noche a la mañana. Ningún deportista se ha hecho famoso en su área de la noche a la mañana.

Todos los de esta generación hemos visto nacer a artistas como Luis Miguel, quien desde niño ya transpiraba pasión por la música y la interpretación. El resultado está ahí: una figura conocidísima a nivel internacional.

Hemos visto nacer a futbolistas famosos, como Javier Hernández, el Chicharito, quien desde niño ya destacaba en los predios tomados como campos para practicar ese deporte, allá en su natal Guadalajara.

Lo mismo ha pasado con políticos de altura o aquellos realmente estadistas de los cuales hay muchos en el mundo, que también empezaron a planear ser políticos desde cuando estaban cursando la preparatoria.

De allí se iban a estudiar alguna carrera afín a sus proyectos personales futuros. Y, años después, los empezábamos a ver aspirando a un cargo de elección popular, pero muchos de ellos, los políticos de vocación, buscando ser regidores, escalando desde abajo, o haciendo talacha, pegando carteles en las calles, para hacer méritos. Y así escalaban cargos públicos.

Pero que de eso, a que ahora quieran venir a decirme que de la noche a la mañana, artistas famosos, vayan a ser presidentes municipales o legisladores o gobernadores de una entidad federativa, me cuesta trabajo aceptar que vayan a hacer bien sus respectivas tareas porque “una cosa es chana y otra cosa es chana”.

Algún antropólogo social que me ayude a comprender qué está pasando entre los políticos mexicanos, por favor.

¿Dónde están sus militantes y sus cuadros políticos, formados desde las entrañas de los partidos políticos?

¿Qué no para eso están los partidos políticos, como instrumentos legales para llegar al poder?

¿Por qué entonces les ha sido más atractivo un artista o un deportista, que alguien que ha estado formado, pacientemente, haciendo filas, para ser tomado en cuenta a la hora de la selección de candidatos a un puesto de elección popular?

La respuesta exacta no la tengo a la mano.

Es muy probable que los dirigentes de partidos políticos o los encumbrados hombres del poder, hayan hecho a un lado a militantes partidistas debido al enorme descrédito que hay en su contra, y hayan abierto las puertas a personas conocidas por los medios de los espectáculos y deportivos para medio asegurar un triunfo en las urnas.

No lo sé de cierto, como decía el poeta.

Lo que podemos predecir desde ahora, con mayor probabilidad de que suceda, es que vamos a tener los mexicanos más espectáculos en las legislaturas o en alcaldías donde ganen artistas de televisión y más berrinches en puestos donde ganen deportistas. A ver si no terminamos ahora sí con aquella frase de “de política y cosas peores”.

De boca en boca

La Comisión Nacional para la atención de los Pueblos Indígenas (CDI) de México, que preside Roberto Serrano Altamirano, ha organizado la presentación del disco-libro “Vuelo sonoro”: música alternativa de jóvenes indígenas” y, al mismo tiempo, la conmemoración del Día Internacional de la Lengua Materna 2018. El objetivo es dar a conocer las nuevas expresiones musicales de jóvenes indígenas, caracterizadas por la adopción y resignificación de géneros y estilos globales, y promover una imagen contemporánea de los pueblos indígenas. El acto será hoy miércoles a las 20 horas en el teatro de la Ciudad Esperanza iris, en el centro histórico de la Ciudad de México.

alexmoguels@hotmail.com