Veda y bullicio electoral

Por un lado, habrá silencio de la propaganda de obras y acciones de los tres órdenes de gobierno, por ordenamientos legales. Pero por el otro, aparecerá un bombardeo de spots promocionales de los candidatos a puestos de elección popular.

Se nos avecina una veda electoral de noventa días y un bombardeo de casi 27 millones de spots que serán transmitidos en las emisoras de radio y televisión de todo el país, a partir del primer minuto del próximo viernes 30 de marzo y hasta tres días antes del primero de julio próximo.

Jueves 28, viernes 29 y sábado 30 de junio formarán parte de los tres días para que los mexicanos “reflexionen” su voto, según los especialistas en materia electoral.

Empecemos hablando de la famosa veda electoral. Consiste en silencio oficial. Cero divulgaciones gubernamentales.

De acuerdo con el artículo 41 de la Constitución General de la República y el 209 de la Ley General de Instituciones Políticas y Procesos Electorales, deberá suspenderse la difusión en los medios de comunicación social de toda propaganda gubernamental.

Todo eso, durante el tiempo que comprendan las campañas electorales federales y locales, y hasta la conclusión de la respectiva jornada comicial.

La regla aplica tanto en los poderes federales, como en las entidades federativas, así como de los municipios, de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México y cualquier otro ente público.

Para dejar bien clara la referida prohibición, la ley reglamentaria dice que propaganda electoral es “el conjunto de actos, publicaciones, imágenes, grabaciones, proyecciones y expresiones difundidos por cualquier servidor público de los Poderes Federales, Estatales y Municipales, bajo alguna modalidad de comunicación social con la finalidad de divulgar la existencia de logros, programas, acciones, obras o medidas de gobierno a efecto de conseguir la aceptación del público”.

¿Qué está prohibido?

Todos los funcionarios públicos están metidos en un brete. Porque las normas generales permiten a los funcionarios públicos de todos los órdenes de gobierno continuar con sus actividades.

De hecho, existe la instrucción dada de que no debe haber “parálisis gubernamental”, pero las reglas específicas limitan a grado extremo el comportamiento de los titulares de las dependencias gubernamentales y de sus subalternos.

Esas normas concretas ordenan que “en ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.

Tampoco podrán difundir logros de gobierno, obra pública, ni emitir información sobre programas y acciones que promuevan innovaciones en bien de la ciudadanía.

Su contenido, añade, se limitará a identificar el nombre de la dependencia de que se trata sin hacer alusión a cualquiera de las frases, imágenes, voces o símbolos que pudieran ser constitutivos de propaganda política.

Los titulares de las dependencias podrán dar entrevistas sobre diversos temas, pero deberán tener cuidado en “no incluir menciones sobre el proceso electoral o expresiones vinculadas a éste, como “voto”, “sufragio”, “comicios”, “elección”, “elegir”, “proceso electoral”, y cualquier otra expresión similar.

¿Qué está permitido?

Únicamente podrán ser difundidas campañas de información que encuadren en las excepciones establecidas en la Constitución, en “servicios educativos, servicios de salud y protección civil en casos de emergencias”, así como las demás que, de ser el caso, autorice el Consejo General del INE, mediante el acuerdo correspondiente.

En ese mismo contexto, no pueden ser suspendidos, en ninguna circunstancia: la entrega de programas sociales, como los desayunos escolares, los servicios de salud, las campañas de prevención de desastres naturales, etcétera.

En procesos anteriores, la autoridad electoral ha hecho algunas excepciones: han permitido difundir la Reforma Educativa, Chécate, mídete y muévete para abatir la obesidad del IMSS, Muévete en la Escuela de la Conade, Seguridad Vial de SCT y Capufe, promoción de sitios turísticos de Sectur, el Horario de verano de la Sener, contaminación ambiental de la Semarnat, las obligaciones fiscales del SAT, cultura del agua de la Conagua, el acoso escolar del DIF, combate a la discriminación de Conapred y Defensa del Contribuyente del Prodecon.

Están programados 26.9 millones de mensajes, el 50 por ciento de los cuales serán para los candidatos presidenciales de la coalición “Todos por México”, José Antonio Meade; de “Juntos Haremos Historia” de Andrés Manuel López Obrador y de “México al Frente”, Ricardo Anaya, y el restante será distribuido entre los candidatos a puestos de elección popular, al Congreso de la Unión.

De boca en boca

Así, de boca en boca, anduvo el tema durante las recientes 72 horas. Que si el gobernador Manuel Velasco Coello habría de solicitar licencia para separarse del cargo inmediatamente después de haber presentado su Quinto Informe de Gobierno. Que si, en forma expresa, iba a rechazar la curul en el Senado ofrecida por el Partido Verde Ecologista de México. Que si ya tenía en su discurso señalada la idea de su adiós a la gubernatura para irse a hacer campaña para el Senado. Múltiples rumores como esos corrían a la velocidad de la luz los días sábado, domingo y la mañana de este lunes. Los rumores se acrecentaron cuando fue pospuesto el mensaje del Informe dos veces, primero se pasó para las 13 y después a las 14 horas. No hubo ni un sí me voy, ni un sí me quedo de parte del mandatario chiapaneco. Las cosas no pasarían a mayores. El problema es que la falta de información en el sentido, de una continuidad en el cargo o de una salida de él, sólo genera incertidumbre entre los colaboradores del mandatario y también entre quienes, siendo miembros de su equipo, aspiran a un cargo de elección popular.

alexmoguels@hotmail.com