Los relevos y enroques

Vale la pena hacer algunos comentarios respecto de varios relevos registrados en el gabinete de Manuel Velasco Coello. Esos movimientos han sido realizados porque funcionarios públicos de primer nivel han decidido buscar un cargo de elección popular y la ley los obliga a renunciar noventa días antes del día de la jornada electoral que, en este caso, será el 1 de julio próximo.

De esos relevos vale la pena comentar algunos de ellos, decía yo. Juan Carlos Gómez Aranda quien se desempeñaba como Secretario General de Gobierno, Mario Carlos Culebro Velasco quien era titular de la Secretaría estatal de Transporte y Raciel López Salazar quien era Fiscal General del Estado.

Los tres tienen una amplia experiencia en el ámbito de la administración pública estatal y federal, y en razón a ello es que han desempeñado en el presente sexenio cargos de relevancia, como los ya mencionados, dos de los cuales tienen que ver con actividades políticas importantes y de gobernabilidad, y el tercero en la procuración de justicia.

Pese a todo lo que pudieran decir algunos críticos, Gómez Aranda desempeñó un papel preponderante en la segunda posición más importante del gobierno estatal, después del titular del Poder Ejecutivo.

Esa dependencia es, además, la que ha de preservar la gobernabilidad en el espectro estatal y es también la posición política más importante porque en esas oficinas son tomadas muchas decisiones que han de influir, en el área política, en todos los rubros de la vida social y política del Estado en su conjunto.

Muchos lo han de criticar porque estiraba la liga hasta más no poder en utilizar los recursos del diálogo y la concertación, antes que cualquier otra cosa.

Sin embargo, esas formas de conducir la gobernabilidad trajeron más beneficios para la colectividad en su conjunto. Trajeron más beneficios que perjuicios.

Siempre se comportó como un político ecuánime y sereno a la hora de tomar aquellas decisiones que daban cauce a soluciones a algún conflicto social o algún otro suceso de su competencia.

Hay que recordar que los funcionarios públicos profesionales, de todos los órdenes de gobierno, no se mandan solos. Tienen a un superior jerárquico que los guía y hay, además, en su alrededor múltiples factores que inciden en sus decisiones. Los hay en el sentido político, en ámbito de la mesura y la conveniencia política para actuar en un sentido o en otro. Son decisiones complejas. El tiempo dará más razón para ir configurando una idea de lo que fue el paso del político comiteco por la secretaria general de gobierno de Chiapas.

Sobre Culebro Velasco

Mario Carlos Culebro Velasco también ha sido criticado por la forma en que se condujo como titular de la Secretaría de Transportes, pero hay que estar al frente de esa dependencia para poder comprender la complejidad de sus estructuras, de su funcionamiento y de los intereses que se mueven en torno de todo ese ente público. Es una dependencia que siempre ha estado en el centro de turbulencias, en todos los sexenios gubernamentales.

Este funcionario de igual forma ha sido leal a la figura política del gobernador, al pueblo de Chiapas y a sus instituciones.

Los problemas del autotransporte han existido desde que tengo uso de razón. La invasión de rutas y el transporte irregular –talones de Aquiles de ese lugar- siempre han estado presentes. Y van a seguir existiendo. Son situaciones propias de la naturaleza del rubro del transporte, de quienes ahí coexisten y de sus propios intereses.

Tendría que haber un cambio de paradigmas para que las cosas cambien en ese sitio. Mientras que el servicio del transporte público sea concesionado a particulares, las circunstancias van a seguir de esa manera. Hay intereses creados desde hace muchos años cuya inercia hace difícil erradicarlos.

El reto está en lograr los equilibrios. Y Mario Carlos supo lograr esos equilibrios y durante su periodo hubo menos paros transportistas que en otros anteriores, solo por citar un ejemplo.

Un balance de manera somera de la actuación de Mario Carlos al frente de Transporte nos daría como resultado que su labor fue aceptable, si tomamos en cuenta que dicha dependencia es una de las más conflictivas de todo el gabinete estatal.

Él está ocupando ya la Secretaría General de Gobierno cuya tarea es esencialmente política, de acuerdos y de diálogo, mecanismos que siempre han acompañado al político de Socoltenango.

Procuración de justicia

Y por último habré de mencionar al abogado Raciel López Salazar quien ha encabezado, de manera continua, las tareas de procuración de Justicia más tiempo que cualquier otro funcionario en toda la historia reciente de Chiapas.

Es otro político discreto, mesurado y profesional. Con mucha sensibilidad a la hora de actuar. Supo conducir de manera eficaz a una de las dependencias más complejas en la administración pública porque es la que procura justicia. Y ha de ser muy difícil esa labor en una sociedad que solamente quiere derechos y se olvida de sus obligaciones.

Pero ahí estuvo don Raciel. Traspasó de un sexenio a otro en el mismo cargo sin estridencia alguna.

Muchos conocedores del tema han coincidido en que Raciel deja a una dependencia consolidada y con todos sus engranajes funcionando de manera óptima.

Por supuesto que hay sobre saltos en asuntos de seguridad pública, como en toda sociedad viva, que obedecen a muchos otros factores sociales, no solo a la procuración de justicia. Hay aspectos de prevención y de coordinación con otras instituciones que a veces no funcionan al ciento por ciento y, algo importantísimo de tomar en cuenta: Chiapas hace frontera con países centroamericanos y la línea fronteriza es completamente porosa.

Si tomamos en cuenta todas esas circunstancias, la lógica nos lleva a la conclusión de que también en esa dependencia hubo un buen trabajo.

Como en toda la cosa pública, el tiempo irá despejando y limpiando las ideas de quienes piensan lo contrario.

alexmoguels@hotmail.com