Unánime respaldo a EPN

El presidente, Enrique Peña Nieto, dijo lo suficiente, en el tono correcto y en los términos diplomáticos adecuados. No dijo más, ni menos. Su mensaje nos impregnó, además, de confianza y nos ha dado, sin casi darnos cuenta, la seguridad de que hay instituciones mexicanas funcionado en nuestro alrededor que reaccionen en nuestro favor cuando sea necesario. Todo eso abonó a la unidad nacional, tan necesaria en momentos difíciles.

Que esas instancias pueden activarse en momentos necesarios, hacerse presentes y protestar en favor de todos los habitantes de este país.

Fue realmente sorprendente la reacción positiva de millones de mexicanos al mensaje del presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien exigió respeto a la soberanía del país y a la dignidad de los 125 millones de mexicanos. No era para menos. Son ya muchas las afrentas lanzadas de la boca del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra México y los mexicanos.  

Peña Nieto habló en forma correcta, mesurada, pero con firmeza. Esa exigencia fue clara, contundente y directa contra el mandatario estadounidense, quien la víspera había amenazado con enviar a su Guardia Nacional a la frontera con México.

Han sido tantas las expresiones de agravio de ese mandatario contra México, su gobierno y los mexicanos en su conjunto, que llegó al extremo de hacer que el presidente Peña Nieto emitiera un llamado duro, como nunca lo había hecho contra otro mandatario de Estado.

Es comprensible que el Ejecutivo mexicano haya estado cuidando, durante mucho tiempo, las formas diplomáticas hasta el máximo nivel posible. Ya no podía el gobierno mexicano seguir callado ante tantos y frecuentes insultos.

El presidente Peña había hecho lo correcto durante los dos años anteriores. Guardar mesura y sensatez eran recomendaciones de las ciencias políticas y esos mismos consejos están en primer lugar de la diplomacia.  Ésta es la ciencia que estudia los intereses y las relaciones que se dan entre unos estados y otros.

El contenido del mensaje debía ser directo y lo fue: el presidente Peña le respondió a Trump que México está listo para llegar a acuerdos “sin miedo”, pero con respeto y cooperación mutua.

Y fue todavía más preciso: “Si sus recientes declaraciones derivan de una frustración por asuntos de política interna, de sus leyes o de su Congreso, diríjase a ellos, no a los mexicanos. No vamos a permitir que la retórica negativa defina nuestras acciones”, dijo Peña en un mensaje difundido, primero en redes sociales, y luego en cadena nacional a las 21 horas del reciente jueves.

Destacó que, pese a las diferencias entre los mexicanos, más notorias en tiempos electorales, hay unión cuando se trata de defender la dignidad y la soberanía del país.

Donald Trump ha agraviado a los mexicanos, de todas las formas posibles, pero la liga se estiró hasta reventarse la tarde del reciente jueves.

Donald Trump dijo ese día que pretendía desplegar entre dos mil y cuatro mil integrantes de la Guardia Nacional en la frontera con México. Así amenazó en la primera vez que se refirió a esa movilización.

Trump dijo que el despliegue de las tropas de la Guardia Nacional comprendería “entre dos mil y cuatro mil” efectivos, y añadió que “probablemente” permanecerán en esa actividad hasta que sea construido un muro en la frontera.

Un despliegue de cuatro mil miembros de la Guardia Nacional en la frontera representaría un contingente mayor que el que Estados Unidos mantiene en Siria, y equivalente a la mitad de las tropas que continúan en Irak, publicó un día después del periódico Excélsior.

Otra actitud positiva observada frente a ese mensaje del presidente Peña, fue la reacción de los cuatro candidatos presidenciales.

Andrés Manuel López Obrador de la coalición “Juntos haremos historia”, de Morena, Encuentro Social y Partido del Trabajo, celebró el mensaje del presidente Enrique Peña Nieto a su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, por el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera con México.

Ricardo Ayala de “México al Frente”, del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, aplaudió el mensaje del presidente mexicano, aunque dijo que eso no le parecía suficiente. Mal que bien, eso también fue un acto de solidaridad con el llamado del presidente Peña a su homólogo Trump.

Mientras que la candidata independiente, Margarita Zavala, opinó que pese al encono que representan las campañas presidenciales, todos los candidatos se han unido en una sola voz para defender la dignidad de México.

Y añadió que los contendientes seguirán unidos para pedir respeto al trato hacia México y los mexicanos.

Hay que sacar el lado positivo de ese tema. En forma unánime todos los sectores sociales se solidarizaron, de manera directa o indirecta, con el presidente mexicano.

Al unísono, todas las bancadas del Senado rechazaron el anuncio de Donald Trump de militarizar la frontera entre ambos países.

Por esas circunstancias, el Senado envió al secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, un pronunciamiento donde solicita que el gobierno federal “suspenda la cooperación bilateral con Estados Unidos en materia de migración y de lucha contra la delincuencia organizada”, hasta que la Casa Blanca “se conduzca con civilidad y respeto que el pueblo de México merece”.

Ojalá no se llegue a tanto. Pero llegamos a una conclusión: los más importantes sectores sociales de México respaldaron la reacción del presidente Enrique Peña Nieto.

Ese mensaje fue en la tarde del mismo jueves y repetido en cadena nacional a las 21 horas.

Pero la resonancia siguió al día siguiente, viernes, cuyo eco se repitió en medios de comunicación mexicanos y extranjeros.

Las fuerzas armadas, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México también expresaron respaldo “pleno” al jefe del ejecutivo nacional.

alexmoguels@hotmail.com