Cifras impresionantes

Es impresionante tener frente a sí este dato: mayo de 2018 fue el mes con el récord de asesinatos en México desde 1997, cuando se inició el recuento de crímenes dolosos a lo largo y ancho del país.

Mayo de 2018, el mes más violento de que se tenga registro y se tenga memoria.

Y aún hay más parafraseando al rey de la pantalla chica de la segunda parte del siglo pasado, Raúl Velasco: más de dos tercios de los crímenes de mayo fueron cometidos por arma de fuego.

Y ahí van más cifras para echar a volar la imaginación de todo aquel que quiera internarse en el mundo de las atrocidades cometidas por el mismo hombre.

Chihuahua es el estado con mayor número de homicidios dolosos.

¿Por qué? Hay varios factores que pudieran ayudar a una explicación de ese fenómeno de Chihuahua: uno, es un estado muy grande y tiene mucho territorio donde trabajan las bandas, una de las primeras partes motivadoras de la violencia criminal.

Dos, es un territorio mexicano que hace frontera con los Estados Unidos de Norteamérica lo cual favorece al trasiego de drogas hacia ese país.

Y tercero, el gobierno de esa entidad es panista, adversario partido del gobierno federal.

Además, el gobernador Javier Corral cometió el error de confrontarse públicamente con el gobierno federal y pudiera darse el caso que por esos motivos políticos la vigilancia y supervisión federal se haya relajado lo suficiente como para desencadenar una férrea pelea entre las bandas de delincuenciales ligadas al narco que ahí operan.

Éstas son suposiciones, que quede claro. Suposiciones tomadas en la cadena del tiempo sucedida en el tiempo pasado que contribuye a la interpretación de otro elemento de hoy que podría estar presente para que estén ocurriendo esos fenómenos de delincuencia: el narcotráfico está interviniendo para sacar de su camino a quienes les estaban estorbando.

De esa manera publicaron todos los medios más importantes del país, radio, televisión y medios impresos, que mayo pasado se convirtió en el mes más violento en la historia reciente del país al registrar 2 mil 186 casos de homicidios dolosos. Las cifras son del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Dicha institución, dependiente de la Secretaría de Gobernación, inició en 1997 el registro sistematizado de la incidencia delictiva a nivel nacional, en particular de los delitos de alto impacto como el homicidio doloso.

Según sus cifras, el número de homicidios dolosos ocurridos durante el mes de mayo de 2017 superó los números registrados en mayo de 2011, que se había mantenido por seis años como el mes más violento en el país, con 2 mil 38 casos.

Las cifras advierten que, entre mayo y agosto de 2011, en medio de la guerra contra el narcotráfico que emprendió el presidente Felipe Calderón, estaba el pico más alto de violencia en el país, llevó a sus páginas el Financiero, por ejemplo.

Sin embargo, en los años siguientes hubo un descenso que se mantuvo hasta 2015 cuando inició un nuevo repunte. Entre marzo y mayo pasado está el pico más alto. En marzo hubo 2 mil 21 homicidios dolosos y en mayo 2 mil 186.

En lo que va del año, según las cifras del SESNS, suman 9 mil 916 homicidios dolosos en el país, cifra que representa 29.48 por ciento más que en el periodo enero-mayo de 2016, cuando hubo 7 mil 658 homicidio doloso.

Entre los 17 estados que registraron un incremento en el número de homicidios está Chihuahua, Colima, Ciudad de México, Guerrero, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz, entre otros.

Dicho incremento en el número de homicidios dolosos se da en el marco del despliegue de las fuerzas federales, que incluyen el Ejército, la Marina y la Policía Federal, en los 50 municipios que concentran el mayor número de crímenes en distintas regiones del país.

Cabe destacar que otros delitos como el secuestro, extorsión y robo de vehículo también registraron un incremento durante mayo, con relación a la cifra registrada durante el mes anterior.

Nos quedamos con la tristeza de saber esa realidad plasmada en cifras. Tal vez estemos ya acostumbrados a ver la información todos los días de que fueron asesinados tales o cuales personas, en tales y cuales entidades del país.

La noticia quizá sea que hoy, más que nunca, están siendo asesinados candidatos a puestos de elección popular, como una forma de quitar del camino a quienes estorban a los grupos de poder prevalecientes en regiones específicas de la nación. Están regularmente ligados al narco, pero hay suficientes elementos para pensar también que atrás de ellos hay un tremendo interés de caciques dominantes en cada una de las zonas en que ocurren.

De boca en boca

Y ya faltan exactamente ocho días y algunas horas para que se desarrolle la jornada electoral, tanto a nivel nacional como a nivel regional. No hay certidumbre ni para la elección presidencial ni para la elección de gobernador de Chiapas, en el caso específico que nos toca a nosotros en esta parte del sur de México. La actividad política está más desprestigiada que nunca, como escribí la vez pasada con suficientes elementos para afirmarlo. Las empresas encuestadoras están igualmente desprestigiadas y ya nadie les cree que tal o cual candidato vaya encabezando las supuestas preferencias electorales. Así hemos de llegar al primero de julio que está a la vuelta de la esquina. Cada uno habla como cree que le va en la fiesta. Lo único deseable es todo transcurra con normalidad en la jornada electoral a nivel nacional y en cada una de las entidades federativas en que habrá relevo de gobernador. Esta elección es la más grande de que se tenga memoria por ser la primera concurrente. Pero también es la más importante por la existencia de dos proyectos de nación perfectamente contrarios uno de otro de quienes aparentemente están hasta arriba en las preferencias y de quienes están más vistos y más conocidos. La hora de la verdad se acerca.

alexmoguels@hotmail.com