Se olvidaron del sur

En la Ciudad de México le dieron mucha importancia la fecha del 19 de septiembre porque un año antes se registró un sismo de 7.1 grados y prácticamente se olvidaron de lo ocurrido en el sur del país doce días antes donde se registró otro temblor, pero de 8.1 grados.

En ambos casos hubo muchos muertos, varios heridos y miles de casas destruidas cuyas familias se quedaron desamparadas, sin donde vivir.

Pero, como siempre, la caja de resonancia está en la capital del país y ahí se le ha dado máxima difusión e importancia al suceso telúrico que causó pánico entre millones de capitalinos y de estados circunvecinos, y dejó enlutados a varios cientos de hogares.

Los medios de comunicación y los políticos se volcaron a recordar ese lamentable suceso que dejó 369 muertos en el centro del país, según cifras oficiales, y a miles de personas sin hogar donde vivir.

El registro indica a 228 víctimas fatales en la Ciudad de México, 74 muertos en Morelos, 45 personas que perdieron la vida en Puebla, 15 en el Estado de México, seis en Guerrero y uno en Oaxaca.

Aunque no fue el de mayor intensidad registrado en el país, el temblor ocurrido a las 13:14 horas del 19 de septiembre de 7.1 grados cuyo epicentro fue en Axochiapan, Morelos, está considerado como el desastre más letal del siglo XXI en esta parte del mundo.

El resultado oficial: 369 personas que perdieron la vida. Es una cantidad que triplica a la cifra más alta de muertos de un desastre en el presente siglo, que era el de la epidemia del virus H1N1 que dejó 116 muertos en todo el país en 2009.

Hasta antes de septiembre pasado el peor desastre en cuanto a vidas perdidas, según los reportes oficiales, era la epidemia del virus (AH1N1), y de ahí seguían varios huracanes, inundaciones u explosiones. Ningún sismo destacaba como un evento de alta letalidad hasta la llegada de estos dos.

Casi dos semanas antes de este temblor, a las 11 de la noche con 49 minutos del 7 de septiembre de 2017 se registró un terremoto de 8.1 grados de magnitud con epicentro en Pijijiapan, en la costa de Chiapas. Debido a su magnitud, el de Chiapas, fue el movimiento telúrico más fuerte registrado en el país desde el terremoto de 1985 que también fue de 8.1 grados.

Este temblor del siete de septiembre dejó un saldo de 102 víctimas mortales. De ellas 82 fueron en Oaxaca, 16 en Chiapas y cuatro en Tabasco.

Su saldo lo coloca como el cuarto evento más mortífero de lo que va del siglo en el país, detrás del sismo del 19 de septiembre, de la epidemia del virus AH1N1, y del desastre que provocó el efecto combinado de los huracanes Ingrid y Manuel en Guerrero que dejaron un balance de 105 personas fallecidas.

En el quinto puesto quedaron las afectaciones que dejaron lluvias torrenciales en cuatro estados en 2001 con un total de 95 fallecidos. Todo lo anterior, según un recuento hecho por el portal Animal Político.

Sin embargo, ese olvido es “pecata minuta” si lo comparamos con el olvido que hubo contra quienes siguen viviendo en casas de campaña en la mismísima Ciudad de México porque nunca llegaron los recursos económicos de la reconstrucción de sus casas.

En provincia ese tema es más llevadero porque la gente es más solidaria y los familiares han dado cobijo a quienes quedaron sin techo, pero de todas formas es un asunto grave.

Es cierto que la inmensa mayoría de los damnificados recibieron sus apoyos, pero muchos más han estado denunciando que les entregaron sólo una parte de la ayuda, sus obras quedaron a medio terminar, o de plano ni los pelaron.

Lo lamentable de todo es que la desatención a la gente sufrida ocurrió lo mismo con uno que con otro gobierno, vaya, hasta en la Ciudad de México que está siendo gobernada con un miembro de la izquierda hubo olvido. Y ellos, se supone, son más congruentes y honestos con las promesas que hacen.

Discurso de Rutilio

El discurso del gobernador electo de Chiapas, Rutilio Escandón empieza a ser más consistente y está enviando mensajes a la sociedad chiapaneca del perfil de lo que será su gobierno.

Al reunirse ayer con el presidente electo de Tuxtla Gutiérrez, Carlos Morales Vázquez y miembros de su cabildo, el mandatario chiapaneco electo advirtió que lo primero que hará una vez tome posesión del cargo será enviar una iniciativa de ley al Congreso Estatal para eliminar el fuero constitucional, con el objetivo principal de terminar con la cadena de complicidades en los tres órdenes de gobierno.

Y otro dato importante es que será respetuoso de la autonomía de poderes, pero que estará vigilante de que todas las autoridades actúen con honestidad, diligencia y eficacia.

Sindicato de Salud

La sección 50 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud está en proceso de elección de su líder. El doctor José Luis Díaz Selvas buscará repetir en la referida dirigencia.

He platicado personalmente con varios trabajadores del sector salud y me han confiado que él ha realizado gestiones y mejoras laborales que mantienen muy satisfecha a la mayoría de los agremiados a ese sindicato.

Todos los sindicalizados con los que he platicado están convencidos de que, por el momento, no hay otro candidato competente para la Sección 50, que pueda superar la capacidad de gestoría y liderazgo del doctor José Luis Díaz Selvas y que, por eso, ven a él como la persona idónea para continuar al frente de ese gremio en Chiapas.

Seguramente habrá quienes no lo quieran, pero disidencias hay en todas las agrupaciones humanas del mundo, sean éstas pequeñas o grandes. La discrepancia de opiniones y de pareceres es parte de la naturaleza del ser humano.

Pero en el caso que estamos hablando, la mayoría de esa agrupación sindical le ha brindado su confianza al doctor Selvas porque él ha sido un gestor nato para beneficio de su gremio.

alexmoguels@hotmail.com