Mariguana y sus mitos

Es un tema que cae necesariamente en el terreno moral, más que en otras esferas. Periodista de altos vuelos, con mucha experiencia de vida y egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, no de cualquier otra, quiero decir, un amigo mío defiende su negativa a la propuesta de legalizar la mariguana con el argumento de que ese será un problema para sus nietos cuando éstos sean adolescentes.

Nada más frágil e irreflexivo como eso. Él está infiriendo y por anticipado, que a sus nietos les van a gustar las drogas.

Mal argumento y mal vaticinio porque no a todos los seres humanos les gusta consumir mariguana, para comenzar.

Pero todavía cabe la posibilidad de que a esos chicos les gustara fumar mariguana y, en ese caso, ellos tendrían el derecho a ser aconsejados por sus padres u otros familiares mayores suyos, respecto de las consecuencias que eso podría traerle a largo plazo.

Sin embargo, cuando ellos sean mayores de edad tendrán aún la posibilidad de elegir libremente si la fuman o no, observando desde luego las normas legales que para entonces ya estén escritas en la Constitución y en sus leyes secundarias.

Es conveniente precisar que, por tratarse de una droga, como lo es el alcohol, el Estado debe establecer reglas de control para que no haya abuso o exceso de ellas.

Por otra parte, debe abatirse el estigma que tienen las personas que fuman mariguana. Ellas están catalogadas hoy como seres malvivientes o como entes malignos de la sociedad. Falso, porque no todos ellos son malos ni malvivientes, ni malignos para los entornos sociales donde habitan.

Hay muchas personas muy inteligentes, preparadas y de buenas familias que han fumado siempre ese estupefaciente, a escondidas desde luego, porque eso es mal visto por una sociedad de doble moral que dice una cosa en público y hace otra muy distinta en privado.

Esa es la parte moral, quizá la más difícil de vencer en medio de ese conglomerado social que sobrevive con sus mitos y religiosidades de hace dos siglos, en pleno siglo XXI.

Ellos no se han dado cuenta que el mundo y sus distintas y plurales sociedades se han transformado en forma radical y acelerada. Que sus juventudes de hoy y las generaciones que vienen atrás de ellas han evolucionado en forma vertiginosa, de manera tal que un comportamiento humano de hace diez años a ellos les parece que es de hace un siglo.

Sirva esto para decir de mi parte que a mí no me gusta fumar mariguana pero que siempre he estado de acuerdo en su legalización controlada, como una forma de respetar las libertades individuales del ser humano.

No está de más recordar que ha quedado demostrado en forma científica y, por tanto, irrefutable que el ser humano es un ser racional que no ha de ingerir lumbre, aunque ese ser esté sumido en el más profundo sopor de un alucinógeno.

Los suicidas no entran en este grupo al que me estoy refiriendo, desde luego.

Dicho lo cual, yo espero que la senadora y futura secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero y sus demás compañeros de la bancada morenista se hagan asesorar por especialistas en el tema y de información comparada de cómo está funcionando la liberación de la mariguana en otras partes del mundo, a efecto de que eso pueda funcionar de manera gradual entre los mexicanos.

El de la legalización de la mariguana es un tema que aún dará mucho de qué hablar, pero la realidad está mostrando cada vez más una cara irreversible.

De boca en boca

Las aguas en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) están en una tensa calma. Nadie sabe, nadie supo, quien va a ser el elegido para el siguiente periodo rectoral de cuatro años. Se mencionan los nombres de varios personajes conocidos, entre los cuales figuran: Jorge Ordoñez Ruiz, Jorge López Arévalo, José Antonio Molina Farro, Harvey Gutiérrez, Enoc Hernández Cruz y Juan Carlos Gómez Aranda, entre otros. Todos ellos podrían ser pues no se alcanza a ver algún impedimento legal. Pero la mano o las manos que mecen la cuna no han dado señales aún de hacia cuál de esos nombres podría inclinarse la balanza de las decisiones. Incluso podría existir al día hoy un tapado o dos tapados. En estos tiempos todo puede suceder. Hasta hace algunos años, en este como en otros casos, todo sucedía de manera previsible. El dueño de las decisiones se daba el lujo de mandar señales hacia quien debía echarse la cargada y hasta le ordenaban inscribirse con mucha anticipación, le indicaban que hiciera campaña proselitista entre los alumnos, administrativos y docentes. Lanzaban sus cartas al aire, pues, en procesos fingidos de selección interna. Al final, la decisión venía de las altas esferas y el rector terminaba siendo el que todo mundo avizoraba desde un inicio. Hasta ayer no había señales aún, en este caso. La clave va a ser dada el 22 de este mes, el último día señalado por la convocatoria para que aspirantes se inscriban. Aunque se inscriban 20, uno va a llevar el mensaje tatuado en su frente. Paciencia, entonces. No queda más********Desde la secretaría general de Gobierno, cuyo titular es Mario Carlos Culebro Velasco, han estado destrabándose varios conflictos sociales que han terminado en arreglos, usando el diálogo como principal herramienta de trabajo. Los finales de sexenio siempre se ponen color de hormiga. Y hay que hacer frente a todos los reclamos sociales, algunos tal vez justos, algunos otros propiciados por los adversarios de enfrente o de al lado, algunos más creados por intereses de sus propios líderes, etcétera, etcétera, etcétera. La clave está en saber entender la idiosincrasia de la política chiapaneca para ir resolviendo las cosas. Siempre de lo deseable, lo posible. No hay más.

alexmoguels@hotmail.com