El muro de palacio

La tensión social ha disminuido un poco en Chiapas. El gobernador Rutilio Escandón ordenó retirar un horrible cajón, a manera de muro de contención, que estaba en las puertas principales de palacio de gobierno y que servía para aislar a los grupos de manifestantes que llegaban un día sí y al otro también a protestar frente a ese edificio del Poder Ejecutivo chiapaneco.

La retirada de ese obstáculo lleva dos mensajes, principalmente. Que las puertas de palacio deben estar abiertas siempre al público porque se supone que en ese edificio está la principal autoridad de Chiapas, aquella que debe pugnar siempre por resolver las demandas sociales.

Mantenerlas cerradas, como ocurrió en los dos sexenios anteriores completos, los de Juan Sabines y Manuel Velasco, significaba negarse a esa atención.

Su retirada también significa que el actual gobierno está enviando el mensaje a las distintas organizaciones sociales de Chiapas de: aquí estamos dispuestos a dialogar y buscar soluciones a sus inquietudes y demandas.

Ese bloque evitaba la visibilidad hacia dentro de palacio. Representaba la antítesis de la política porque sus principales funciones son aquellas destinadas a dialogar con el pueblo y buscar consensos.

Una de sus definiciones más asertivas es aquella de que la política es una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos comunes.

Pero la disminución de la tensión social pueda deberse también a que las organizaciones sociales están esperando cuáles van a ser las propuestas de soluciones del actual gobierno estatal. Veremos cómo se comportan en los primeros meses del ya muy próximo 2019.

Algo parecido a la eutanasia

Andrés Manuel López Obrador acaba de introducir en la agenda nacional un tema de esos que luego pueden ser usados solo como distractores: permitir la muerte de un ciudadano por “voluntad anticipada”, algo muy parecido a la eutanasia.

Ésa forma de dejar morir a alguien, con su consentimiento o sin él cuando ya se encuentre en etapa terminal, ya ha sido suficientemente discutida en México y en otros muchos países, pero no ha logrado establecerse por la negativa de organizaciones no gubernamentales y principalmente religiosas.

Sin embargo, hay una gran diferencia entre ambos conceptos.

De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, la eutanasia es la acción u omisión que, para evitar el sufrimiento de los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él.

También es la muerte sin sufrimiento físico cuya finalidad es causar el deceso de otro por su bien, para evitar mayores dolores.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, la eutanasia es aquella acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente.

Proporcionando una inyección letal al enfermo. O por una acción indirecta: no proporcionando el soporte básico para la supervivencia del mismo.

Para que pueda realizarse la eutanasia debe existir un diagnóstico médico, moral y éticamente bien justificado.

De lo contrario, el especialista que extienda dicho certificado podría enfrentar juicios penales posteriores si es que se llegase a comprobar que la enfermedad del paciente no era terminal. Hasta hoy, no ha habido de esos casos en ninguna parte del mundo.

Por cierto, dado la intervención de la iglesia y otras organizaciones provida, la eutanasia está prohibida en la mayor parte del orbe.

Sólo es legal en Suiza, Bélgica, Luxemburgo y Holanda.

La muerte por voluntad anticipada propuesta por el nuevo presidente de México y que ya está definida por la Secretaría de Salud federal, es la decisión que toma un paciente a ser sometido o no a medios, tratamientos o procedimientos médicos que pretenden prolongar su vida cuando se encuentre en etapa terminal y que, por razones médicas, sea imposible mantenerlo de forma natural.

La persona podrá indicar también cómo quiere que se disponga de su salud, su cuerpo y su vida, en un momento cercano a la muerte en el que ya no sea capaz de decidir por sí misma.

El periódico El Universal publicó este fin de semana un texto sobre eso que ilustra muy bien las diferencias entre la eutanasia y la muerte por voluntad anticipada.

El tema fue puesto sobre la mesa en México. Y habrá mucha tela de donde cortar porque muchos grupos se oponen a ello.

Cecilia Flores y Coneculta

Conocí a Cecilia Flores hace aproximadamente 17 años cuando ella era Directora de Cultura del ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas.

Aunque yo no la había conocido con anterioridad, desde un principio su trato fue amable y solidario con todos los que interactuaban con ella.

Fue una funcionaria pública tenaz en sus gestiones en favor de la cultura local de aquella época.

Creó los famosos “Jueves del Danzón”. Muchas personas se reunían una vez a la semana por las tardes para hacer gala de sus habilidades para bailar esa música de origen cubano que se distingue por su estilo y elegancia.

También creó el Encuentro de Escritores Sancristobalenses que se prolongó por varios años posteriores al trienio en el que ella trabajó, entre muchas otras cosas.

Aunque no fue ella propiamente la creadora del Festival Internacional Cervantino porque fue iniciativa del gobierno estatal de aquella época, Cecilia Flores sí contribuyó en forma importante a que se realizaran en forma exitosa las tres primeras versiones de esa réplica del original que se realiza cada año en Guanajuato.

Su buen desempeño en ese ramo influyó mucho para que posteriormente fuera presidenta municipal de San Cristóbal de las Casas.

Ahora fue designada directora general del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (Coneculta) de Chiapas y se augura, por su gusto e interés por esos temas, que habrá de desempeñar un papel decoroso en esa importante área del gobierno estatal. Enhorabuena.

alexmoguels@hotmail.com