Una buena noticia

La buena nueva es para la clase obrera del país. Los obreros y los demás empleados mexicanos que se rigen por los salarios mínimos van a ganar 102.68 pesos a partir del primero de enero que se aproxima.

Hasta hoy esas percepciones alcanzan a 88.36 pesos diarios. Enrique Peña Nieto encontró al país en alrededor de 50 pesos diarios y en su sexenio alcanzó a la cifra en que se encuentra hoy, pero ha sido tanta la inflación acumulada y el alza del precio del dólar frente a nuestro tan devaluado peso que el poder adquisitivo de los trabajadores está por los suelos. y ni aún con esos 102.68 va a aliviarse lo suficiente el bolsillo de los mexicanos que viven con esos números.

De todas formas, bienvenida esa iniciativa que fue con el consenso de los representantes del gobierno –en el Banco de México- y la clase obrera del país.

El asunto estuvo así: la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) avaló incrementar el salario mínimo a 102.68 pesos diarios desde los 88.36 pesos actuales, a partir del primero de enero del próximo año.

De acuerdo con un comunicado se dijo que el impulso de la COPARMEX para motivar una discusión profunda y técnica sobre los niveles que deben alcanzar las remuneraciones base en la economía, está llevando a que por primera vez desde 1995, el Salario Mínimo General alcance la llamada Línea de Bienestar determinada por el Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social, el Coneval, con base en un acuerdo tripartita y unánime del  Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami)”.

Dio a conocer tecnicismos que no viene al caso repetir.

Ante la inquietud de algunos sectores de que ese aumento podría generar aumento en la inflación, el presidente de ese sector empresarial, Gustavo de Hoyos, aseguró que el aumento de 16.21 por ciento al salario mínimo no significa riesgo de inflación y citó como argumento que los aumentos realizados en 2016 y 2017 no provocaron guerra de precios-salarios y tampoco implicó disminución del crecimiento ni en la creación de empleos, sino por el contrario.

Calificó como imaginarios esos “jinetes de la inflación y del Apocalipsis” y se dijo seguro que con este incremento salarial se ha dado un paso correcto.

No escatimó elogios. Comentó que el incremento llevado a 102 pesos el salario mínimo ha sido un paso importante en la dirección correcta en ese tema porque tampoco se ha descuidado la estabilidad macroeconómica y se ha cerrado el paso a la inflación.

Esperemos que eso no se quede sólo en el discurso porque si aumenta la inflación todos quedaremos iguales o peores que cuando el salario estaba en 86 pesos.

De boca en boca

Aunque ya le expresé por otra vía, hoy reitero aquí mi solidaridad a la compañera Mary Jose Díaz por el sensible fallecimiento de su señor padre, y expreso mi deseo porque la resignación llegue pronto a ella y los demás miembros de su familia******De igual manera va mi sentido pésame al conocido notario público número 20 de Chiapas, con sede en Comitán de Domínguez, Gerardo Pensamiento Maldonado por la irreparable pérdida de su señora madre. No encontraremos palabras adecuadas ni suficientes para aliviar el dolor producido por la pérdida de un ser tan querido, como el de un padre o una madre, pero la solidaridad expresada seguramente brinda fortaleza a los deudos en esos momentos tan duros que dobla al más fuerte de los humanos*****Todos los trabajadores de la Universidad Autónoma de Chiapas, Unach, andaban hasta ayer lunes con el Jesús en la boca porque no había certeza que esta semana les paguen sus aguinaldos. Yo les respondí que no se preocuparan porque es inaplazable, por ordenamiento de las leyes mexicanas, que a todos los trabajadores de este país les deben recibir sus aguinaldos antes del 20 de diciembre porque esa prestación es un pago de carácter obligatorio para los patrones y de recepción irrenunciable para los trabajadores. Así está establecido en las leyes laborales desde 1970. Sin embargo, dijeron estar temerosos de que ese pago sea pospuesto para otra fecha. A ver qué pasa*******En ese mismo sentido, pero por otra parte los burócratas federales deberían estar agradecidos porque la administración de Enrique Peña Nieto pagó aguinaldos completos en los primeros días de noviembre pasado, previendo desde luego que para diciembre ya estaría en funciones la nueva administración federal. Por esa razón, nadie de esos trabajadores está preocupado por lo que puedan hacer las nuevas autoridades federales. Eso mismo debió pasar a la Unach. El anterior rector, Carlos Eugenio Ruiz Hernández, ya sabía que se iba y debió dejar garantizados esos pagos. Pero como todo mundo dice que ese señor no disparaba, pero ni en defensa propia, menos que pensara en defender y gestionar suficientes recursos económicos para dejar cubierta esa partida presupuestal*******Por cierto, ojalá y a algún legislador federal o estatal se le prendiera el foco y pugnara por cambiar la legislación de la fecha del cambio de poderes. Los nuevos funcionarios federales y los estatales están en bretes porque el ejercicio presupuestal termina el 31 de diciembre, pero han de hacer un corte el 30 de noviembre y el 8 de diciembre, respectivamente, sólo porque alguien, por una diversa e ilógica razón, especificó esas fechas para los cambios de regímenes de gobierno. Tienen que hacer ajustes en diversos ámbitos porque los funcionarios de primer nivel tienen que renunciar en esas fechas y con diferentes remuneraciones, en este caso, que no van a cuadrar con el presupuesto actual. En fin. Un gran lío ese asunto que siempre se ha de acomodar, pero para qué tantos brincos si el suelo pudiera estar tan parejo con que esos periodos de gobierno comenzaran el 1 de enero del año que corresponda.

alexmoguels@hotmail.com