Nula prevención en carreteras

Los demonios andan sueltos en algunos municipios de Chiapas. Y en algunas carreteras también.

Sobre el primer caso hemos de advertir que hay muchos homicidios dolosos y una que otra muerte causada por circunstancias distintas, como un supuesto suicidio ocurrido ayer lunes en el municipio de Tonalá.

Pero de los homicidios dolosos ya hablaremos en otra ocasión, porque tienen motivaciones múltiples y hay que poner a cada una de ellas en su lugar.

Hoy quiero referirme a los accidentes automovilísticos, por cierto, fatales, que ocurren a cada rato en las carreteras de Chiapas.

El caso más trágico de las recientes horas ocurrió en la carretera de Tuxtla Gutiérrez-Villaflores, a la altura de Suchiapa, cuyo saldo fue de tres personas muertas –un adulto y dos niños- y otras cuatro heridas de gravedad.

Peligro al volante

Esa es una nota roja, pero vale la pena reflexionar al respecto y escudriñar las posibles causas de esos siniestros, cuáles podrían ser sus posibles prevenciones para evitar sigan ocurriendo con los saldos sangrientos que dejan hogares en luto y personas sufriendo la pérdida de uno o varios sus seres queridos.

En los años ochenta, un amigo mío había salido de Villaflores a eso de las 7 de la noche rumbo a Tuxtla Gutiérrez, pero al llegar a la altura de El Jobo su automóvil chocó contra un montículo de arena, que había sido colocado sobre la carretera en forma irresponsable por unos trabajadores y sin aviso previo, dio varias vueltas en un pequeño voladero y terminó boca abajo, en forma de acordeón mal hecho, con el cuerpo inerte de mi amigo en medio de él.  

Desde aquellas fechas yo he sido testigo en el tiempo, como reportero y lector de noticias, de múltiples accidentes parecidos cuyo saldo fatal ha sido un número indeterminado de personas muertas, y muchas más han quedado con heridas leves de pronta curación o lisiadas de por vida.

Los choques son frontales, lo que hace probable que alguno de los dos haya ido rebasando en un sitio no permitido, y los vehículos quedan despedazados, lo cual nos da una idea aproximada de cuál es la velocidad en que iban circulando.

Aquí es donde entra la responsabilidad institucional de algunas dependencias de los gobiernos federal, estatal o municipal, según sea el caso, y uno se pone a reflexionar respecto de por qué no ha habido acciones oficiales que puedan revertir esos hechos de sangre.

Y ahí es donde uno se pone a pensar también si las autoridades federales, estatales o municipales han hecho algo ineficiente o no han hecho nada al respecto.

Sin embargo, es preciso poner en claro algunas cosas: es probable que los mismos conductores sean irresponsables, manejen a exceso de velocidad o no respeten los señalamientos de tránsito.

Pero también es cierto que las autoridades correspondientes no han hecho suficientes campañas de prevención para sensibilizar a los conductores o no hayan puesto señalización vial suficiente o no se hayan esforzado por construir carreteras más seguras.

Pueden ser algunas de esas circunstancias por separado o pueden ser todas juntas.

Claramente se ve que algo tienen que hacer las autoridades correspondientes –las de vialidad, especialmente- para prevenir ese tipo de accidentes.

El percance de Suchiapa, mencionado aquí es solo un ejemplo, pero hay muchos otros ocurridos en las carreteras de la región Costa, en la zona Norte o en el tramo carretero de Tuxtla Gutiérrez hacia San Cristóbal la cual es suficientemente ancha para circular sin riesgos, sin embargo, los choferes de camiones grandes y, aunque en menor medida de pequeños también, se niegan –por ignorancia o terquedad- a circular a su extrema derecha para permitir sean rebasados por vehículos más ligeros sin riesgos de accidentarse.

Los accidentes de cualquier tipo jamás podrán ser evitados, pero si pueden ser prevenidos. Prevención, es la palabra clave.

Terminal en Cintalapa

El gobernador Rutilio Escandón Cadenas y el secretario de Movilidad y Transporte, Aquiles Espinosa García, inauguraron en recientes horas la terminal de corto recorrido de Cintalapa.

Dicha terminal costó más de 21 millones de pesos, se construyó en una superficie mayor a los mil metros cuadrados, cuenta con seis andenes de ascenso, cuatro de descenso, estacionamiento, salas de espera, locales comerciales, áreas de capacitación y administrativa, paquetería, taquillas y un módulo de información turística.

Esas terminales son importantes porque brindan comodidad y seguridad a sus usuarios, mejoran la movilidad urbana, ordenan la salida y llegada de transporte foráneo y, además, dan un toque de modernidad a las ciudades donde han sido ubicadas.

Los usuarios y los transportistas concesionados están obligados a cuidarlas y preservarlas. Son para beneficio de la comunidad y de los propios empresarios.

Diputada prende redes sociales

Se encendieron los ánimos de usuarios de redes sociales por un comentario mío respecto de una ocurrencia más en el Congreso de Chiapas.

Resulta que la diputada del PT, Eduwiges Cabáñez Cruz, propuso que la cabalgata sea declarada “Patrimonio Cultural Inmaterial de Chiapas”. ¡Vámonos! Según la definición del diccionario una cabalgata es “una excursión o paseo a caballo”.

La mayoría de los chiapanecos habrá visto alguna vez en su vida cómo se desarrolla una cabalgata.

Es una simple afición de algunas familias acomodadas, de las áreas rurales principalmente, cuyas posibilidades económicas les permiten practicarla con caballos propios y vestimenta apropiada. No cualquiera puede darse esos lujos.

Lejos está de ser una actividad popular y masiva. De ahí deriva la observación de la simpleza de dicha propuesta, de que no es un tema importante para Chiapas y de la pequeñez visionaria de los diputados chiapanecos.

Ah, porque además y sin objeción alguna de los diputados presentes, la propuesta fue turnada a comisiones “para su estudio y dictamen”.

alexmoguels@hotmail.com