Primeros comicios en la 4T

Las elecciones, realizadas el domingo pasado, en seis entidades federativas en México enviaron varios mensajes políticos que bien vale la pena desmenuzarlos, analizarlos y asimilarlos.

El punto más lamentable es que hubo una mínima participación ciudadana –la más baja fue en Quintana Roo con 22 por ciento-, lo cual habla de una escasa legitimidad de los gobernantes o representantes populares surgidos de ellas.

Otro aspecto es que, aunque Morena ganó la elección de Puebla, ese partido tuvo una importante disminución en las votaciones generales en ese estado con respecto a los comicios en ese mismo lugar y también para gobernador del año pasado.

Por otra parte, no hubo alguien que pudiera encabezar un liderazgo importante que aglutinara el descontento social que ya hay contra el partido en el gobierno. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) sigue en el sótano de las votaciones y se mantienen las viejas prácticas de cooptación del voto y la intromisión del Estado para incidir hacia alguno de los candidatos participantes en una contienda electoral.

Y de eso hay suficientes evidencias. En Aguascalientes, el diputado de Morena, Pedro Carrizales, mejor conocido como “El Mijis”, fue detenido mientras compraba votos. Él forma parte de la Cuarta Transformación que prometió esas prácticas iban a desaparecer.

A nivel local, en Puebla hubo muchas denuncias en contra del actual gobernador interino, quien es del PRI y quien fue nombrado por el Congreso local cuyos diputados sufrieron presiones para votar en su favor a la hora de ser elegido. En fin, denuncias y sospechas hay muchas.

También habría que ver que éstas son las primeras elecciones regionales realizadas después de los comicios generales del año pasado en los que ganó Andrés Manuel López Obrador, hoy presidente de México, quien ofreció grandes e inmediatos cambios políticos, sociales y económicos de México, sin embargo, seis meses después de haber iniciado su gobierno se han observado múltiples acciones suyas que han sido totalmente contradictorias a las promesas que él había hecho en campaña.

Otro punto, este sí positivo para los integrantes de la llamada Cuarta Transformación es que, con las dos gubernaturas ganadas el domingo reciente el presidente Andrés Manuel López Obrador ha ampliado el espectro político de su poder presidencial.

Y algunos analistas apuntan que los triunfos de esas dos importantes entidades de México confirman la prevalencia de las simpatías existentes en favor de Andrés Manuel López Obrador a seis meses de haber iniciado su sexenio.

Otros matices: los números

Miguel Barbosa de la coalición Morena, Partido Verde Ecologista de México, y Partido del Trabajo ganó la gubernatura de Puebla –según datos preliminares- con el 44 por ciento de los votos emitidos.

Once puntos porcentuales abajo con 33 por ciento, quedó el panista, Enrique Cárdenas quien participó en la coalición del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (MC).

El priista Alberto Jiménez obtuvo solamente el 18 por ciento de las votaciones, en un lejanísimo tercer lugar.

Mientras tanto, Jaime Bonilla Valdez de la coalición de Morena, Partido Verde Ecologista de México, Partido del Trabajo y un partido local Transformemos, ganó la gubernatura de Baja California con 49% de los votos.

En tanto que el panista Óscar Vega Marín quedó en un segundo lugar con 16 puntos porcentuales abajo del primer lugar (23%).

En Baja California y en la elección para gobernador, el candidato del PRI alcanzó el 4 por ciento de los sufragios.

La conclusión a esos números es que Morena se consolida como primera fuerza política estatal en esas dos entidades federativas, el PAN perdió sus dos principales bastiones políticos a nivel regional y el PRI se mantiene en el sótano de las preferencias electorales de esas dos entidades federativas.

Gobernará casi 60 millones

Morena gobernará ya en siete entidades de la República Mexicana: en los comicios de julio del año pasado, ese partido ganó Veracruz, Chiapas, Tabasco, Ciudad de México y Morelos (tuvo registro por Encuentro Social, pero es Moreno), y todos ellos juntos aportan 26.4% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Al realizar un nuevo conteo a partir de las elecciones estatales del domingo pasado, se puede decir que Morena va a gobernar siete entidades que concentran alrededor de 60 millones de personas, de un total de 130 millones existentes a nivel nacional.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) conserva once gubernaturas que juntas contribuyen con 27.4 por ciento a la riqueza que genera el país. Entre el PAN y el PRD se reparten el resto.

Cuatro elecciones estatales

En Aguascalientes, el PAN ganó cinco de las once alcaldías que estuvieron en la contienda. El PVEM 2, el PRI una, el PRD una, el PT una y Morena solamente una. Hubo una participación ciudadana de 40%.

En Durango, de 29 alcaldías que estuvieron en la competencia electoral, la coalición formada por el PAN y el PRD ganó 16 de ellas, el PRI también 16, el PRI solo ganó dos, el PAN solo ganó dos el PT una, el Partido Duranguense una y Movimiento Ciudadano igualmente una. Aquí hubo una participación ciudadana de 44%.

En Tamaulipas, hubo una contienda de 22 presidencias municipales, 21 de las cuales fueron ganadas por el PAN y Morena solamente ganó una.

Y en Quintana Roo, hubo 15 diputaciones, once de las cuales fueron ganadas por la coalición de Morena, PT y PVEM, en tanto que la Coalición de PAN, PRD y Encuentro Social ganó tres y el PRI ganó sólo en un distrito.

Allí en Quintana Roo hubo la más baja participación ciudadana: 22 por ciento.

Sobre ese punto, lo único que podríamos concluir es que mientras más pequeñas son las elecciones, más se pulveriza el voto ciudadano, de manera tal que varios partidos ganaron, aunque fuera una presidencia municipal.

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