Un respiro para México

Los presidentes estadounidenses siempre han querido tener arrodillados a sus similares mexicanos y cada que lo han podido hacer, lo hacen, sin misericordia alguna.

Ésta no es la primera vez que un mandatario de la unión americana amenaza al gobierno mexicano.

La única diferencia es que Donald Trump lo grita a los cuatro vientos y cacaraquea el huevo puesto sobre su escritorio todas las mañanas o en sus mensajes de 144 caracteres, directos y a la cabeza de sus destinatarios.

Es más, grita en forma estridente la amenaza proferida y disfruta grandemente las ofensas lanzadas contra sus prójimos, subalternos o no, porque no le importa si son mandatarios de Estado igual que él, a quienes también ve como subordinados suyos.

Respecto de las negociaciones entre funcionarios del gobierno mexicano y sus contrapartes estadounidenses, el jueves pasado, cuando todavía no lograban acuerdos sobre los aranceles, Trump dijo: “Alto muy dramático podría pasar. Le he dicho a México que los aranceles van y lo digo en serio. Estoy muy feliz por eso”.

“Estoy muy feliz”, dijo en forma textual, lo cual confirma que él disfruta esos momentos de dominio que posee con la investidura de uno de los países más poderosos del mundo.

Es la forma de lograr sus propósitos y satisfacer sus caprichos personales.

Pero independientemente de eso, los mexicanos tenemos que ser autocríticos y aceptar que los gobiernos de México, ni los anteriores ni el de ahora en manos de Andrés Manuel López Obrador, ha hecho nada importante para frenar el flujo de migrantes centroamericanos y de distintas partes del mundo quienes entran, como lluvia de flechas, por su frontera sur.

Por el contrario, el presente gobierno federal mexicano abrió las puertas de par en par a los migrantes cuando les prometió que tendrían visas de trabajo y que serían bien atendidos cuando vinieran a México y después ha tratado de engañar a Estados Unidos diciendo que sí está tomando medidas para frenar a los migrantes y, sin embargo, eso no es cierto.

Los primeros días de la semana que hoy termina hubo mucha tensión porque todos sabemos que Trump no iba a temblarle la mano ni su corazón se iba a compadecer con los mexicanos.

Muchos sectores estaban temerosos de sus amenazas, aunque otros se mostraban confiados en que sí se alcanzaría un acuerdo. Para fortuna de miles de empresarios mexicanos, sucedió lo segundo.

La tarde de ayer viernes mismo, a eso de las 19:30 horas, corrió la voz de que Estados Unidos y México habían logrado un acuerdo sobre migración y, por esa razón, Donald Trump había suspendido la aplicación de los aranceles cuya vigencia empezaría el lunes próximo, pasado mañana.

“Me complace informarle que los Estados Unidos de América han alcanzado un acuerdo firmado con México. Los impuestos programados para ser implementadas por los EE. UU. el lunes, en contra de México, quedan suspendidas indefinidamente”, tuiteó inmediatamente el presidente de los Estados Unidos.

Por lo pronto, hay un respiro sobre ese tema, pero no es el único que tiene interrelación con los Estados Unidos de Norteamérica. Sólo tendremos que ver con detalle en qué puntos México cedió y qué ofreció a los norteamericanos.

El caso de los notarios

El martes pasado, el Fiscal General de Chiapas, Jorge Luis Lláven Abarca, se reunió con miembros del Colegio de Notarios Públicos del centro de Chiapas. Asistieron alrededor de 120 de ellos.

Esa alta asistencia de los fedatarios públicos chiapanecos a una reunión de este tipo no era para menos. Se trataba de un momento clave porque recientemente han sido detenidos dos de sus colegas por anomalías en su desempeño.

A la cabeza de ellos estuvo su presidente, recién hace un par de meses nombrado en el cargo, Wensceslao Camacho Pimienta. Los notarios están apanicados. Pero quien nada debe, nada teme, reza el refrán.

Mostraron disposición para alejarse de prácticas anómalas. Qué bueno que lo hicieron.

Y es que hasta no hace mucho tiempo, los notarios públicos eran altamente respetados. Tenían mucho prestigio. No se prestaban a juegos sucios.

Sin embargo, hoy muchas personas han manifestado haber sufrido alguna anomalía proveniente de alguno de ellos. Todo mundo desconfía de ellos.

El problema empezó cuando los gobernadores de los dos sexenios anteriores repartieron notarías como si éstas fueran confetis. Sus beneficiarios no se sintieron nunca comprometidos con esa tarea, se sintieron protegidos y creyeron actuar con impunidad. Pero ya se les acabó el veinte.

Claro, es necesario precisar que hay muchos notarios que siguen desempeñándose en forma honrosa.

Pero hay algunos otros que han ensuciado el nombre de los fedatarios públicos. Los dos que están presos seguramente serán los primeros ejemplos de esos malos actos.

Necesitan recuperar su confianza, su credibilidad y su honorabilidad.

Ellos dan fe de actos públicos. Los particulares estamos atados a su ética y a su profesionalismo.

De boca en boca

El gobernador Rutilio Escandón Cadenas está aplicando sus políticas oficiales en todos los rubros y todos los días se le ve actuando en cada uno de ellos. En las recientes horas encabezó la reinstalación y toma de protesta del Comité Intersecretarial para el Desarrollo del Turismo en Chiapas en donde expresó que uno de los mayores retos de su gobierno es consolidar a Chiapas como uno de los principales destinos turísticos en el país, a través de acciones que permitan fortalecer la seguridad y la infraestructura carretera y turística, así como la preservación de la riqueza natural y cultural. Destacó la importancia de trabajar conjuntamente para garantizar un medio ambiente sustentable que favorezca al turismo, e integrar estrategias que permitan dar a conocer los atractivos con los que se cuenta y garantizar un servicio a la altura de las expectativas.

alexmoguels@hotmail.com