ATMEX, un buen sabor de boca

Fueron rebasadas las expectativas en la Feria de Turismo de Aventura llevada a cabo en recientes días en Palenque, Chiapas, una de las ciudades mexicanas de mayor renombre a nivel internacional por ser asentamiento de vestigios de la milenaria cultura Maya.

Esa cultura que habitó gran parte de la región denominada Mesoamérica, en los territorios actuales de Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador. Y en el comprendido por cinco estados del sureste de México: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, con una historia de aproximadamente tres mil años.

Por aglutinar a representantes de distintas partes del mundo, el nombre de la feria está en inglés Adventure Travel México y se identifica plenamente por las siglas ATMEX. Son encuentros especializados en turismo de aventura y naturaleza.

Su objetivo: la promoción y comercialización de productos y destinos. Su realización en Palenque fue interpretada como un reconocimiento internacional de la enorme biodiversidad y potencial de oferta para este segmento turístico en crecimiento que tiene Chiapas.

Los prestadores de servicios turísticos están bien enterados de que Atmex es una prometedora conjunción de esfuerzos sobre un camino de cooperación que a lo largo del tiempo ha venido rindiendo buenos resultados y que tiene mucho futuro: el de la conjunción entre los distintos niveles de gobierno y organismos de la sociedad que tienen grandes iniciativas.

Esta fue la cuarta edición y estuvo organizada por un comité que integran las secretarías de Turismo federal y del gobierno de Manuel Velasco, el Consejo de Promoción Turística de México y la ATTA (Adventure Travel Trade Association).

Se trató de un punto de encuentro entre compradores nacionales e internacionales con expositores de servicios turísticos mexicanos especializados en el segmento del turismo de aventura y naturaleza.

En Chiapas hay suficientes motivos para alegrarse en el aspecto de turismo de aventura pues en esta ocasión hubo un registro oficial de un crecimiento del 47 por ciento de participación con relación al año pasado, congregó a más de mil participantes y promete una derrama económica de 20 millones de pesos.

El éxito de esta convención no sólo radica en el volumen de negocios, en esta vinculación que es muy productiva, sino también en el intercambio de experiencias y la formación a prestadores de servicios.

Uno de los beneficios más relevantes es la oportunidad de capacitarse con un grupo expertos de la industria dentro del marco de un programa académico que incluyó a educadores como Daniel Moore, especialista en proyectos, quien hicieron énfasis en la interpretación naturalista y que vino a colaborar con las nuevas empresas turísticas en liderazgo corporativo.

Fueron doce conferencias llevadas a cabo en este reciente encuentro de Palenque cuyos temas fueron: La espeleología en el mundo y en Chiapas. El proyecto de rescate Árbol de Navidad en el Cañón del Sumidero, por Tullio Bernabei; Paraísos Indígenas, camino hacia la consolidación de empresas turísticas indígenas; Reflexiones del turismo comunitario; Exploración de la fisiología y psicología del turismo de aventura; y Turismo de aventura para mujeres.

Para tratar la exploración de la fisiología y la psicología del turismo de aventura, y la creación de ventas a través de la comunicación empírica, se contó con la presencia de Dana Johnson, experta guía y asesora de aventura, capacitadora corporativa para empresas. Stephanie Schneiderman expuso sus reflexiones sobre el desarrollo del turismo comunitario y Ena Buenfil abordó elementos para el desarrollo de productos de Aventura.

Sus puntos de vista fueron en verdad llenos de contenido. Y es que ella ha realizado estudios sobre modelos de minimización de riesgos en México, Costa Rica y Brasil, y tiene un gran entendimiento respecto de la capacitación y el desarrollo de recursos humanos como factores claves para el éxito operativo de un negocio en la industria del turismo.

Destacaron por su participación de igual manera: Judy Karwacki, Mauricio Miramontes, Mirna Yadira Aragón y Keith Henry, sobre la construcción de una industria de turismo indígena sustentable y para el desarrollo comunitario. Juno Kim y Karen Loftus, sobre el turismo de Aventura para Mujeres; y Rafael Gallo, sobre turismo de Aventura y sostenibilidad en ríos tropicales.

El acto no pudo haberse realizado si no es por el gran apoyo institucional aportado por el gobierno de Manuel Velasco Coello. Con ello el gobernante sigue contribuyendo para fortalecer aún más el sector turístico chiapaneco y su rama de aventuras.

Está dejando bases sólidas durante este sexenio. Y es que está proyectado que al 2020 Chiapas pueda recibir a más de cinco millones de turistas al año, lo que representará una derrama económica de alrededor de 20 mil millones de pesos anuales. Se prevé que todo ello estará fortalecido por el creciente turismo de aventura y el ecoturismo, dos aspectos muy requeridos en recientes épocas.

Pero el turismo bien trabajado y promovido a nivel nacional e internacional no sólo genera divisas importantes.

También genera miles de empleos formales, combate la informalidad y el desempleo y abate indicadores de pobreza. Algunos de sus ángulos pueden complementarse con acciones de la Cruzada Nacional Contra el Hambre.

Con el movimiento turístico se beneficia todo el tejido industrial y la creación de empleos: empresas de transporte aéreo, terrestre y acuático. Alojamiento para todo tipo de presupuestos, desde hoteles de gran lujo, posadas, palapas y cabañas. Alimentación, desde los restaurantes de alta cocina hasta los populares de comidas regionales típicas, la venta de artesanías, servicios de guías turísticos, agencias de viajes, los espectáculos diversos, entre muchos otros aspectos.

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