Incidencia delictiva a la baja

La noticia de que Chiapas es concebida como la entidad más segura de las otras 32 entidades de México debería alegrarnos y debería ser motivo de orgullo. Debería, además, comprometernos más con nosotros mismos con acciones de autoprotección en nuestros hogares, con nuestros seres queridos realizando alguna acción que les pueda ayudar en ese sentido, con nuestros vecinos siendo solidarios con ellos cuando tengan necesidad de dejar solas sus viviendas y con las instituciones oficiales respetándolas y contribuyendo con ellas en esa materia.

Porque la sociedad –que está formada por todos los individuos- tiene mucho qué hacer para lograr altos índices de seguridad pública en su entorno, sobre todo en estos tiempos cuando hay una enorme descomposición social y cuando todos los ciudadanos le quieren echar la culpa a los demás de lo que les sucede a ellos en su cotidianidad.

Pero la gente, en muchas ocasiones, reacciona al revés. Así lo están haciendo ahora desde que fue dada a conocer esa información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Hay muchas personas que se burlan de esa noticia en sus comentarios de persona a persona y, en redes sociales, hasta ocupan su tiempo para crear “memes” para representar su sarcasmo e incredulidad.

Hasta ofenden a las autoridades municipales, estatales y federales reprochándoles que eso no es cierto y no sé cuántas cosas más.

A mi entender ocurren tres aspectos fundamentales entre la gente que se comporta de esa manera: una, que no lee bien la información completa, y si la lee no la comprende en su exacta dimensión. Por eso su interpretación de la realidad es errónea.

Dos, ha de ser gente pesimista consuetudinaria y acostumbrada a destacar todo lo negativo que tenga enfrente. Solamente de eso alimenta sus expectativas de vida.

Y tres, han de ser personas antigobiernistas ociosos que por esa sola razón se niegan a ver la realidad de las cosas que suceden en su entorno.

Los datos del INEGI no están negando la existencia de hechos delictivos del fuero común que ocurren a diario en Chiapas. No está negando que alguien amaneciera muerto a orillas de una carretera o de un río, que hubiera un asalto a mano armada en las ciudades con alta densidad poblacional o en algún otro sitio del interior del estado o que haya asaltos callejeros o robos en viviendas. No está negando eso. Porque ese tipo de ilícitos ocurre en todas las ciudades del mundo, en mayor o en menor grado.

El INEGI sólo reveló que los resultados de la más reciente Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2016 ubican a Chiapas como el estado más seguro de la República Mexicana.

De acuerdo a la Envipe 2016, Chiapas tiene el primer lugar nacional con la menor tasa de delitos por cada 100 mil habitantes. Tiene también el primer sitio en la tasa más baja de víctimas por cada 100 mil habitantes.

La Envipe muestra una importante reducción en la prevalencia delictiva: de 15 mil 352 víctimas por cada 100 mil habitantes en 2014 a tan sólo 14 mil 347 víctimas en 2015.

La tasa de incidencia delictiva en 2014 fue de 19 mil 160 delitos por cada 100 mil habitantes y en 2015 bajó a 16 mil 687 delitos.

Esa misma encuesta registra una media nacional en la tasa de prevalencia delictiva de 28 mil 200 delitos por cada 100 mil habitantes en 2014 y de 28 mil 202 en 2015, mientras que la media nacional en la tasa de incidencia delictiva fue de 41 mil 655 delitos en 2014 y de 35 mil 497 delitos en 2015. Observando esas cifras, Chiapas está muy por debajo de estos índices.

Observando los resultados positivos en acciones oficiales en beneficio de la sociedad, Chiapas fue ratificado, en marzo de 2016, como miembro del movimiento internacional de Comunidades Seguras por el Instituto CISALVA de Cali, Colombia, Centro Certificador de Comunidades Seguras para Latinoamérica y el Caribe.

Chiapas es el segundo estado en recibir esta certificación a nivel mundial, siendo el primero el estado de Vorarlberg, Austria.

Las autoridades federales, estatales y municipales están invirtiendo 9 millones 483 mil 230 pesos para prevención social de la violencia y delincuencia con participación ciudadana.

En la profesionalización de los cuerpos policiacos, esas mismas autoridades están erogando 33 millones 163 mil 680 pesos.

Asimismo, han invertido en tres años 16 millones de pesos en uniformes para policías preventivos estatales.

Y, entre otras cosas más, están llevando a cabo el operativo por un Chiapas aún más seguro a través de 4 mil 812 acciones en las que se han revisado 192 mil 374 vehículos de los cuales se despolarizaron 6 mil 131, y brindaron 807 cursos de educación vial a igual número de personas.

Esos son los datos duros de las autoridades. Esos son los datos del INEGI que solamente está diciendo que, entre el resto de las 31 entidades federativas, Chiapas tiene la menor tasa de delitos por cada 100 mil habitantes y tiene también el primer sitio en la tasa más baja de víctimas por cada 100 mil habitantes.

El compromiso de todos debería ser contribuir para que esas cifras se mantengan, en su caso, sean mejoradas en beneficio de todos.

De boca en boca

La Procuraduría General de Justicia de Chiapas, que encabeza Raciel López Salazar, organizó dos cursos de capacitación en los municipios de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez. La dependencia informó que en un primer momento se llevó a cabo uno de esos cursos sobre prevención de delitos en contra de inmigrantes, dirigido a policías de tránsito municipales en Tapachula y es parte de los acuerdos generados en la reunión sostenida el pasado 11 de agosto con integrantes de la Asociación Civil “Procentro”. En Tuxtla Gutiérrez terminó el curso de capacitación “Aplicación del Protocolo de Estambul” dirigido a servidores públicos de las Fiscalías de Distrito, Especial y Especializadas.

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