Municipios endeudados

A pesar de todos los pesares, Chiapas es uno de los estados de la República Mexicana que menos municipios endeudados tiene. Registra 34 alcaldías con pasivos.

Tijuana es el municipio más endeudado de México y Tlaxcala registra cero endeudamientos en municipios.

La Secretaría de Hacienda entregó el pasado jueves al Senado de la República el primer Registro Público Único de la deuda de estados y municipios, que forma parte del sistema de alerta de endeudamiento subnacional.

Es el primer registro que hay en ese tipo en el país. Y por eso llaman la atención ciertos datos porque es primera vez que los mexicanos habremos de tener la oportunidad de enterarnos de cuál es la circunstancia deudora real de cada uno de los municipios en que vivamos.

Ese primer reporte indica que de los más de dos mil 400 municipios del país, el municipio bajacaliforniano de Tijuana es el que más deudas tiene. Registra una deuda de dos mil 711 millones de pesos. Hacia abajo le siguen: Guadalajara, Jalisco, con dos mil 307.7 millones de pesos; Monterrey, Nuevo León, con mil 807.1 millones de pesos; Hermosillo, Sonora, con mil 701.9 millones de pesos; León, Guanajuato, con mil 1339.9 millones de pesos y Benito Juárez, Quintana Roo, con mil 214.4 millones de pesos.

Otra de las sorpresas es que a pesar de estar considerado como uno de los estados con mayor pobreza, Oaxaca reporta que sólo uno de sus 570 municipios tiene deuda pública, mientras que Jalisco es la entidad que reporta el mayor endeudamiento de sus municipios, pues 97 de los 125 que tiene deben siete mil 249.96 millones de pesos, cifra superior incluso a la de Veracruz, donde 204 de sus 212 alcaldías tienen empréstitos, pero éstos suman dos mil 972 millones de pesos.

Por estados, en deudas municipales, el número uno es Jalisco con siete mil 249.96 millones de pesos de 97 de sus 125 municipios; Estado de México con cinco mil 738.53 millones de pesos de 50 de sus 125 municipios; cinco mil 56.84 millones de pesos de los cinco municipios de Baja California; Nuevo León con cuatro mil 864.99 millones de pesos por deudas de 22 de sus 51 municipios; Sonora con cuatro mil 210.8 millones de pesos de 22 de sus 72 municipios.

Chiapas aparece como uno de los estados cuyos municipios tienen menor deuda que los demás.

Hay estados en que la mayoría de sus municipios no tienen deuda. Hidalgo, por ejemplo, reporta sólo dos ayuntamientos endeudados de los 84 existentes en esa entidad.

Guerrero reporta adeudos en sólo dos de las 81 alcaldías existentes.

Chihuahua tiene cinco municipios endeudados de los 67 existentes.

Chiapas registra 34 ayuntamientos endeudados de los 122 existentes.

Puebla reporta 33 alcaldías endeudadas de 217 existentes.

San Luis Potosí sólo nueve tienen adeudos de los 58 municipios de esa entidad.

Tamaulipas tiene sólo seis ayuntamientos con deudas de los 43 existentes. Yucatán tiene 14 con deudas de los 116 municipios totales y Zacatecas registra también 14 endeudados de sus 58 localidades.

La Secretaría también informó al Senado que la deuda de los estados y municipios llegó a 568 mil 592 millones de pesos, monto superior en 32 mil 323 millones de pesos respecto del año anterior, que implica un incremento de 2.6% anual; sin embargo, logró su estabilización, pues representan 3.1% del PIB, nivel que ha sostenido desde el 2013, luego de una dinámica constante de aumento.

Ojalá y esa información pueda ser útil para evitar que los municipios gasten más de lo que pueden pagar.

Lo deseable sería que los presidentes municipales hagan más con menos, que sean eficientes y que en un acto de responsabilidad política mantengan a sus municipios en saldos positivos a efecto de que no haya un desequilibrio financiero que ponga en riesgo el funcionamiento burocrático y social de esas entidades gubernamentales. Esto último en beneficio del pueblo.

Además, hay controles en el endeudamiento de los ayuntamientos.

Los Congresos deberían revisar si los préstamos van a ser usados para alguna obra social urgente e impostergable y si hay capacidad de pago de las entidades municipales solicitantes.

Ahí está un filtro para controlar a esos empréstitos que, al parecer, no está funcionando bien en muchos casos.

Algo sobre la boda de RAG

Cada quien tiene derecho a elegir con quien va a contraer matrimonio y la forma en que va a hacerlo. También tiene derecho a seleccionar a quienes va a invitar a ese acto tan importante en la vida de los contrayentes.

Digo esto porque la comidilla de este fin de semana fue la realización de la boda del senador chiapaneco Roberto Albores Gleason con Karla Esmeralda Méndez Marrufo en el estado de Yucatán.

Sus adversarios y uno que otro crítico inoficioso le cuestionan el por qué ese acto social fue realizado en otra entidad distinta a la de Chiapas.

Se me hace una crítica fuera de lugar o sólo con tintes políticos exagerados. Se les olvida o desconocen aquella regla no escrita de que las bodas se realizan en el lugar de origen de la novia.

En este caso, la novia es originaria de Yucatán. Pero, aunque exista esa regla intangible, cualquiera tiene la libertad de elegir indistintamente el lugar donde va a contraer nupcias.

También le critican la selección de sus invitados y del por qué dicha ceremonia social fue en una elegante y atractiva hacienda antigua del Estado de Yucatán. Otro error.

No tienen por qué terceros interesados decidir el sitio y la forma en que va a celebrarse un acto tan personal como el de contraer matrimonio. Está claro que las críticas son hechas porque el contrayente es político.

Pero a los políticos hay que exigirles que cumplan a cabalidad con su responsabilidad pública que desempeñan y por la cual cobran un buen sueldo. Pero nada qué ver con situaciones, como una boda, que están relacionadas únicamente con la vida privada de las personas.

alexmoguels@hotmail.com