¿Tiene una bolsita por ahí?

Dice Andrés Manuel López Obrador que a Eva Cadena le pusieron un cuatro (una trampa) al grabarle en video la entrega de medio millón de pesos cuyo destino era él mismo, según la propia grabación. ¿Y si no hubiera sido un cuatro?, entonces todos felices y contentos, ¿no?

La videograbación, difundida en todos los medios televisivos habidos y por haber, y en redes sociales desde el lunes reciente, muestra claramente las intenciones de esa diputada con licencia y entonces candidata de Morena a la presidencia municipal de Las Choapas, Veracruz.

Ella se muestra animada, receptiva y completamente de acuerdo con todo lo que le dice su interlocutora anónima: que le está entregando medio millón de pesos, que son para Andrés Manuel López Obrador, que haga favor de entregárselos directamente a él.

Ella, Eva, acepta ante la cámara que es de la absoluta confianza del dirigente nacional de Morena, de que es sabido que él le tiene a ella mucho cariño y, finalmente, la tal Eva afirma en forma expresa “eso se lo entregaría yo el sábado”.

Y todavía hay algo más. La representante veracruzana de López Obrador le pide a su interlocutora ¿no tiene una bolsita por ahí? Por supuesto que había que complacerla y le fue entregado un sobre amarillo que parece ser de tamaño oficio en el cual Eva mete los fajos de billetes y se vuelve a acomodar en la silla en la que estuvo sentada todo el tiempo que dura el extracto del video, difundido inicialmente por el periódico El Universal.

Cuando Eva dijo “eso se lo entregaría yo el sábado”, se refería al sábado 7 de abril cuando López Obrador llegó precisamente a un acto político a Las Choapas y allí, sobre el templete, él mismo la presenta a ella como candidata de ese partido a la presidencia municipal del lugar en medio de gritos de “no a la imposición”.

Al terminar el evento, alguien le pregunta, en forma insistente, a López si Eva Cadena es corrupta y el responde también en forma repetitiva: “lo que diga mi dedito”, “lo que diga mi dedito” y mueve el dedo índice de su mano derecha en forma negativa. Dos semanas después le salió el tiro por la culata al morenista.

Todas las piezas de la película embonan muy bien y dejan en claro varias cosas:

Que el dinero estaba destinado para Andrés Manuel López Obrador. Ella acepta tres veces la intención de su interlocutora de que ese dinero está destinado a López y nunca muestra ninguna intención de rechazar ese propósito.  

Nadie puede afirmar, con pruebas en la mano, que ese dinero haya llegado a las manos del tabasqueño, pero muchos podrían recurrir a la conocida frase: si el ave camina como pato, grazna como pato y nada como pato, entonces es pato. Tampoco López rechaza en forma tajante que el dinero era para él. Sólo dijo que fue un cuatro.

López Obrador siempre trata de deslindarse de los hechos negativos que lo rodean. Él siempre trata de salir limpio de los escándalos que lo involucran y, sin embargo, el tabasqueño ha estado rodeado de vergonzosos casos de corrupción.

El más emblemático fue el de su entonces secretario particular en la jefatura de gobierno del DF René Bejarano quien fue video grabado, allá por 2004, cuando estaba llenando maletas con fajos de billetes entregados por el empresario constructor Carlos Ahumada.

El otro fue su entonces secretario de Finanzas, ahí mismo en el DF, Gustavo Ponce quien fue destituido del cargo cuando su jefe se enteró que era asiduo jugador en ostentosos lugares de Las Vegas en los Estados Unidos.

Después fue detenido acusado por enriquecimiento ilícito, corrupción y lavado de dinero, luego de que el primero de marzo de 2004 se difundieran unos videos que se grabaron en momentos en los que apostaba en el Casino Bellagio, de Las Vegas. Y se le agregó un presunto fraude por 31 millones de pesos.

El ex secretario de Finanzas capitalino era considerado uno de los clientes distinguidos del establecimiento, a donde había acudido en al menos 17 ocasiones entre 2002 y 2004, precisamente cuando estaba encargado de manejar las finanzas del gobierno lópezobradorista del Distrito Federal.

La tercera fue en el 2012. En una reunión celebrada en una casa de Las Lomas de Chapultepec, personajes ligados a López Obrador habrían planteado reunir seis millones de dólares para su campaña y así obtener el triunfo en la elección del 1 de julio de ese año.

De todas formas, a Eva no le debe preocupar que tenga como destino la cárcel. Va a ser muy difícil configurar un delito electoral y esos delitos no son graves por lo que podría enfrentar su proceso en su casa. Pero no creo que llegue a tanto.

No habrá delito qué perseguir. El video no sirve como prueba judicial, el dinero quedó “volando”, la Eva Cadena renunció a su candidatura y, en todo caso, un delito electoral no es grave.

Pero la chamuscada nadie se la quita y hasta se llevó a su jefe, quien resultó más quemado, entre las patas.

De boca en boca

El arresto por 36 horas aplicado por la PGR al presidente municipal priista de Cintalapa Enrique Arreola Moguel, por desacato al fallo de un juez federal para liquidar un adeudo de casi dos millones de pesos a una empresa proveedora de materiales, debería servir de ejemplo para actuar de igual forma contra otros alcaldes que están en las mismas circunstancias que el chimbombo. Anteriores alcaldes, y muchos de los actuales, les vale un soberano cacahuate que haya deudas a proveedores de sus antecesores ni de ellos mismos. No les importa, no tratan de resolverlo y, como nunca ha habido castigo contra ellos, se siguen directo, sin temor a nada. Pero eso no sólo es incorrecto sino que es una injusticia que debe ser pagada con ejemplares castigos. Muchos grandes o pequeños empresarios han quedado en la calle por financiar servicios o productos a algún ente gubernamental que rehúye a sus pagos y, lo peor, terminan impunes.

alexmoguels@hotmail.com