Ayudar, interés superior hoy

Que si habrá ceremonia del Grito de Independencia, que si no habrá, que no hacerlo sería violentar la ley, etcétera, etcétera, etcétera.

Y partir de ahí viene un rosario de comentarios, la mayoría de ellos infundados y hasta desafortunados.

Voy a hablar aquí estrictamente de lo que piensa la gente, en forma superficial. Nada más. No importa si habrá o no Grito de Independencia hoy viernes 15 de septiembre en Chiapas o en muchos municipios. Algunos de ellos anunciaron ayer que suspenderán esa ceremonia. Pero eso es punto y aparte.

Yo opino que falta criterio y discernimiento a la mayoría de los políticos y en la inmensa mayoría de la gente que tiene hoy en las redes sociales un instrumento para decir lo que quiera, sin siquiera poner a trabajar su cerebro.

Cada que tienen que tomar una determinación importante se les olvida lo elemental. Se les olvida o no ven, o no quieren ver el interés superior de las cosas.

El interés superior ahora es realizar todas las acciones de solidaridad y de ayuda a los chiapanecos desamparados por los daños causados por el terremoto del jueves de la semana pasada.

No hay otro interés superior. Y si ese es el interés máximo, luego entonces las autoridades sí pueden prescindir de todo lo demás. Qué importa si está o no establecida en las leyes la realización de la ceremonia del Grito de Independencia. No pasará nada si es suspendida esa ceremonia. Nadie, medianamente cuerdo, intentará criticar eso. Por supuesto que no.

Hay algunos políticos que han violentado leyes de manera más grave y nada ha pasado. Qué más da que haya una obviedad.

Ya habrá tiempo para vitorear de nueva cuenta a los héroes que nos dieron la patria y la libertad que tenemos hoy los mexicanos.

Que no se nos olvide otro dato importante respecto a ese asunto: la ceremonia del Grito de Independencia nació siendo un acto de patriotismo que poco a poco fue convirtiéndose en una costumbre adornada con muchas otras cosas más que terminan en pachanga.

El presidente de la República, los gobernadores de las entidades federativas y muchos alcaldes suelen convertir a ese acto en una actividad solemne y hasta de gala.

Al interior de los palacios de gobierno se ha acostumbrado servir exquisitas cenas, bebidas caras y presentan artistas de talla nacional, mientras que sobre las plazas centrales, para el populacho, se presentan otros artistas también de cierta fama. Aparte de todo el espectáculo de fuegos pirotécnicos que no han de faltar para esas festividades.

Los políticos se van después a cenas privadas, ya en cortito, y los de afuera, los del pueblo, se organizan para hacer fiestas particulares o se van de antro.

Además, no olvidemos que se ha hecho costumbre que la gente va en forma masiva a las ceremonias del Grito porque ya saben de antemano que habrá algún artista para amenizar. Si no hay artista, estoy casi seguro que la gente no irá en forma voluntaria a llenar las plazas públicas. Éstas estarán desiertas.

El problema mayor está en que todos esos adornos terminan costando mucho dinero. Ese dinero que hoy está escaso. Ese dinero hace tanta falta ahora para ayudar a nuestros hermanos en desgracia, a aquellos que se han quedado sin casa, sin enceres domésticos, en muchos de los casos.

Lo mejor que podemos hacer en estas fechas es eliminar todas esas cosas que no son necesarias, no son imprescindibles.

Quien tenga una responsabilidad pública no debe distraerse ni un minuto en actividades superficiales. Deben dedicarse de tiempo completo a desempeñar su tarea que, en este momento, ha de ser de coordinación interinstitucional y de colaboración con autoridades de los tres niveles de gobierno para ayudar a superar la crisis lo más pronto posible.

Palacio Nacional, sin cena

La Presidencia de la República determinó no realizar este año la tradicional cena en Palacio Nacional por el Grito de Independencia.

Sólo se prevé que el presidente Enrique Peña Nieto dé el Grito en el balcón principal, acompañado de su familia, miembros de su Gabinete y representantes de los Poderes Legislativo y Judicial.

La razón: una parte del sur de México está en desgracia por el terremoto del pasado 7 de septiembre y hay por ahí dos o tres amenazas de huracanes que necesitan atención oficial.

Recordemos que en los dos años anteriores el primer mandatario se ha retirado de la cena en solidaridad a entidades afectadas por los huracanes “Ingrid”, “Manuel” y “Odile”.

“Quiero ofrecerles una disculpa por tener que retirarme junto con los secretarios del Gobierno de la República porque creo que es del conocimiento público la contingencia que estamos enfrentando”, afirmó el presidente el 15 de septiembre del 2013, cuando los huracanes provocaron destrozos en diversas entidades, principalmente Guerrero.

En los dos años anteriores, Peña Nieto ha asistido al desfile militar del 16 de septiembre, y una vez que éste concluye se ha trasladado a las entidades en problemas por contingencias naturales.

Ceremonias costosas

De acuerdo con el Portal de Transparencia del Gobierno federal, en el 2013, la conmemoración del Grito costó 17 millones 422 mil pesos, y asistieron 780 invitados. En 2014 el monto subió a 18 millones 996 mil pesos, y los asistentes aumentaron a 950.

El periódico Reforma publicó hace un par de días que en ambos casos, la empresa que se hizo cargo fue Actidea, dirigida por Eduardo y Mariano Gama Pizarro, quienes, según su página de internet, han realizado diversos eventos para la Presidencia, como la Cumbre Iberoamericana en Veracruz el año pasado, el Primer Informe de Gobierno y las presentaciones de las reformas energética, educativa y en telecomunicaciones.

Los últimos dos años de Felipe Calderón dicho festejo costó 12 millones 65 mil pesos y 13 millones 792 mil pesos, pero la compañía era Landucci, la cual organizó actos de campaña de Josefina Vázquez Mota.

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