Psicosis y distracción

La psicosis generada por el terremoto de 8.2 grados Richter del jueves siete de septiembre en el sur de México ha distraído la atención de propios y extraños en Chiapas y Oaxaca, principalmente, por ser esas las dos entidades federativas más dañadas por ese movimiento telúrico de cuya intensidad no ocurría en México uno igual en cien años anteriores, por lo menos.

Distrajo la atención de todos los mexicanos en su conjunto y de los chiapanecos, en particular, esto último por obvias razones.

Entretuvo porque el hecho es noticioso y porque eran, siguen siendo, impactantes las imágenes de sólo las casas caídas totalmente o dañadas parcialmente, también por el morbo de la gente por el número de personas fallecidas como consecuencia del sismo que no rebasó el  número cien, a pesar que especialistas sobre ese tema opinaron que la mortalidad pudo haber sido mayor.

El morbo y la distracción natural a esas circunstancias de la naturaleza estuvo presente entre la población en su conjunto, pero estamos en tiempos electorales a nivel nacional y a la vuelta de la esquina que inicie el proceso electoral en Chiapas.

Por esas razones y obligados por la presión social, los políticos han estado quietos, detuvieron el proselitismo abierto que ya traían desde hace mucho tiempo, a pesar de estar prohibido por las leyes en la materia.

Pero ya no tarda en reiniciar el bullicio que ahora estará ajustado a un calendario electoral que debe ser respetado al pie de la letra porque, de lo contrario, el proselitismo disfrazado, fuera de la legalidad, será siempre denunciado por los opositores.

Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) estaba en pleno proceso de elegir, mediante una encuesta pública, a su Coordinador de Organización Territorial que va a terminar siendo su candidato a gobernador, aunque representantes de ese partido lo estén negando en forma subrepticia, a través de terceros.

Los dirigentes de Morena no pudieron esperar a que pasara la crisis generada por el temblor. Diez días después del terremoto revelaron los resultados de la famosa encuesta que, según dijeron ellos, resultó favorable a Rutilio Escandón. Esa noticia dejó insatisfechos a muchos, sobre todo a sus contrincantes del mismo partido, pero de eso ya me ocuparé en otro texto porque es verdaderamente interesante que ese partido, Morena, que tanto presume de ser inmaculado y distinto a los demás, esté siendo precisamente hoy blanco de críticas porque sus procesos internos no están resultando transparentes ni democráticos y, por supuesto, tampoco creíbles.

El tema del temblor se irá desvaneciendo poco a poco. Poco a poco las consecuencias del temblor dejarán de ser noticia y los programas noticiosos estarán difundiendo otras cosas distintas que sean noticia del momento. Así funciona eso de las comunicaciones masivas. Así es su naturaleza.

Y cuando haya desinterés por el temblor entonces reaparecerá el tema político.

Ahora, la reconstrucción

Después de que el susto por el terremoto haya desaparecido, una vez que los deudos hayan cristianamente sepultado a sus seres queridos, víctimas de ese movimiento telúrico, una vez que hayan sido contabilizados y verificados los daños causados por ese mismo evento de la naturaleza, ahora vendrá la reconstrucción.

Desde inicios de la semana pasada, cuando el presidente Enrique Peña Nieto vino a Chiapas y después de haber delineado la estrategia a seguir para atender a la población afectada, el propio mandatario nacional fijó el 15 de septiembre como meta, ante sus colaboradores principales, para tener la lista final de los daños ocasionados por el temblor.

Movilizó a todo el gabinete nacional para trabajar a marchas forzadas en ese tema en los estados de Chiapas y Oaxaca cuyos gobernadores también hicieron lo propio para colaborar en la evaluación de daños.

Por eso el presidente Peña vino a Chiapas el viernes quince de septiembre para recibir ese informe y después se regresó a la capital del país para la ceremonia del Grito de Independencia que en esta ocasión se anunció como austera, en solidaridad precisamente por lo ocurrido entre los chiapanecos y los oaxaqueños.

Se supone que esa lista de daños ya estuvo a la vista del presidente Peña y se supone que debe estar también en manos del coordinador nacional de Protección Civil a efecto de activar el dinero del Fondo Nacional para Desastres Naturales (Fonden). Y ahora a ponerse a trabajar para ayudar a los afectados a recuperar sus viviendas, a reparar los hospitales y escuelas públicas afectadas.

El secretario de Educación, Aurelio Nuño, ya adelantó ayer que hay dos mil 646 escuelas dañadas por el temblor en Chiapas y Oaxaca, y que su reparación podría alcanzar los dos mil millones de pesos.

De acuerdo con esa misma fuente, en Oaxaca, mil 75 escuelas tuvieron algún tipo de afectación por el sismo, y en Chiapas se dañaron mil 571.

Informó que la reconstrucción de los planteles educativos podría alcanzar 2 mil millones de pesos, de los cuales mil 800 saldrían de las aseguradoras y el resto de los recursos del Fonden, además de que se tienen 70 millones de pesos para reparaciones menores. El recurso para la reconstrucción está asegurado, señaló.

Informó que entre 10 y 15 días estarán las aulas provisionales en el Istmo, para que niños y niñas reanuden sus clases

Nuño Mayer explicó que, en Oaxaca, hay mil 75 escuelas con daños de distinto tipo en preescolar, primaria, secundaria, albergue indígena, educación especial, inicial, normal licenciatura, educación media superior y superior, en tanto que en Chiapas hay mil 571.

Indicó que hay 177 planteles con afectaciones severas en Oaxaca, y 78 en Chiapas. Ajustadores de compañías de seguros ya están recorriendo los planteles dañados, para determinar los recursos que se requerirán para rehabilitar o reconstruir.

alexmoguels@hotmail.com