Las mujeres, héroes en la Batalla del 21 de octubre de 1863

Qué maravilla, un grupo de mujeres valerosas con armas y con antorchas enfrentan a la tropa invasora, como hoy en día lo siguen haciendo, sólo que a través de otras armas y trincheras.

La mujer ha estado presente en todos los momentos históricos, desafortunadamente no está configurada en la historia canónica (oficial) de Chiapas (por supuesto que esto sucede en todas las latitudes), en consecuencia, no es visible su actuar históricamente.

En el libro Chiapas, baluarte de México —La Guerra de Ortega, 1863— (publicado por Editorial de Izquierda de la Cámara de Diputados en 1937) del chiapaneco Galileo Cruz Robles (1887-1876), en este poema extenso de tono épico, están las referencias de mujeres que participaron en contienda de 1863 en Chiapa de Corzo, y alguna de ellas son Tirsa Sumosa, Nana Gallega, Jesús García y Jesús Acero.

Un fragmento del poema “Chiapas, baluarte de México (…)”, es:

Y en esa acción que general se hace

en el extenso frente

lo que más estimula y satisface

es la mujer, en quien la llama ardiente

del patriotismo y del honor renace

tan viva y tan vehemente

que, en aquellos momentos delicados,

sin temor al peligro que le marque

la acometividad del adversario,

se dedica a auxiliar a los soldados,

a proveerlos de parque

y aun a luchar al serle necesario,

legando así una página gloriosa

de femenil valía

a la niñez que llega.

¡Ellas son!… Allí está Tirsa Sumosa

atendiendo a un soldado en agonía…

entre los tiros va Nana Gallega

obsequiando refrescos y puchero

y allá… Jesús García

excita a sus amigos en la brega

gritándoles: ¡La Patria está primero!

en tanto que dispara con maestría

un rifle otra mujer, Jesús Acero!…

Y tú ¡Oh, Nana Chena!

de virtud relicario,

por patriota y por buena,

tu nombre que es un himno libertario

en los oídos femeniles suena

como vindicación de sus derechos

y tu ejemplo querido

sintetizado en hechos,

más digno es de alabanzas que de olvido

y ha de vivir por eso en nuestros pechos.

Las artes en sus diferentes manifestaciones son testimonios que pueden cubrir las ausencias que no ofrece la historia canónica, y revelarnos datos importantísimos para la resignificación de esa historia dada, se cuenta con grabados, pinturas, poemas, novelas y demás manifestaciones estéticas.

Segundo momento

“EI gobierno del Estado de Chiapas, en 1925, reconoce explícitamente la igualdad de los derechos del hombre y la mujer, en el decreto número 8, aprobado y expedido por la Honorable Trigésima Legislatura local, en el que plasma el reconocimiento a la mujer de 18 años en adelante en todo el territorio de Estado de Chiapas para que tenga los mismos derechos políticos del hombre; en consecuencia, que ejerza el derecho a sufragar y ser elegida para los puestos públicos de elección popular, cualquiera que éstos sean”, mientras que en la República de México se reconoce hasta el año de 1953.

Es así que, en el estado de Chiapas, este año cumple 93 años del ejercicio del voto de las mujeres chiapanecas, quienes no han ejercido al 100% este derecho y, son mínimos los cargos de elección popular que han ocupado, esto se debe a varias causas tanto social como política. Así, en el estado de Chiapas, puede observarse aun la existencia de discriminación hacia la mujer quien no se ha dado oportunidades que permitan mejorar su participación en los asuntos públicos, esto se enfatiza en los pueblos indígenas.

A pesar de que el derecho al voto en sentido pasivo y activo han sido reconocidos desde hace ya varias décadas y se ha luchado para el empoderamiento de la mujer en las cuestiones públicas, su participación político electoral ha sido escasa, siendo el género masculino quien ha ocupado predominantemente los puestos de elección popular en la entidad.

Ante este panorama es vital reflexionar qué estamos haciendo para construir una democracia de paridad en Chiapas, para ello se requiere realizar un análisis riguroso que permita advertir claramente cuáles son los factores culturales que, en la práctica, han limitado a la mujer chiapaneca su derecho político-electoral de votar y ser votada; de tal forma que sean punta de partida para plantear posibles propuestas que permitan concientizar a la sociedad chiapaneca respecto a la importancia que reviste el ejercicio efectivo de dicho derecho para la consolidación de una democracia paritaria, pero sobre todo, para el desarrollo pleno de la mujer que seguramente contribuirá, desde el poder, al cambio y desarrollo nacional.

Y si bien, la ley en el estado de Chiapas, reconoce acciones afirmativas de género, muestra de ello están las previstas en el Código de Elección y Participación Ciudadana en el Estado de Chiapas; según el cual, en el poder Legislativo las listas de los candidatos a diputados propietarios se integran por segmentos de dos candidaturas, una para cada género y tratándose de fórmulas en que el candidato propietario sea del género femenino, los suplentes deberán ser del mismo género. Pese a lo anterior, la inequidad de género se mantiene existente en la participación política lo que evidentemente es un problema para las democracias modernas. De acuerdo a datos recientes del INEGI, hay 2, 443. 773 mujeres en Chiapas, representando el 50.9% de la sociedad; pero, aun así, hay más hombres trabajando en la vida política.