Las mil cabezas

Ahí no te metas

El gigante dormido, llamado sociedad –sin el apellido civil del que se han apropiado no pocos vividores-, parece despertar y comienza a desafiar al monstruo de las mil cabezas llamado corrupción; tanto que presionó lo suficiente para tratar de hacer andar una nueva legislación en contra de la creciente amoralidad política, sin duda uno de los sellos de la presente administración federal. Al mandatario ya no lo defiende ni su esposa más entretenida en definir algún otro perfil dentro del Estado Mayor Presidencial. (Algo similar a cuanto ocurrió con martita de fox en la fase final de la gestión de su marido cuando un atrevido uniformado, con derecho de picaporte, acabó sus días en la pileta del rancho San Cristóbal).

En fin, quienes organizaron, desde sus posiciones comunitarias y profesionales, las firmas 3 por 3 –referidas a la declaración de impuestos, la patrimonial y sobre sus intereses-, lograron infiltrar las respectivas Cámaras del Congreso federal pasando de un bando a otro, del PRD al PRI sin el consenso definitorio del PAN aunque varios candidatos de este partido han firmado la propuesta, acaso no han meditado sobre los efectos de sus presiones: demostraron per se que sí es factible practicar la soberanía popular colocando en jaque a parte de la clase política que se remueve en curules y escaños sobre todo en tiempos electorales.

Resulta poco más que gracioso que sea el PRI, precisamente, con sus dirigentes camarales, el nauseabundo emilito gamboa y César Camacho Quiroz, el más interesado en apoyar la iniciativa y mantuvo su interés en “sacar el paquete” –términos parlamentarios- durante el periodo ordinario recién terminado. Digamos que fue tal postura la última ayuda posible hacia sus candidatos en medio de trastabilleos, confusiones y distanciamientos incluso de sus compañeros de partido malolientes como en el caso del troglodita veracruzano, Javier Duarte de Ochoa, ahora en Guatemala pero sin paraíso de por medio, y los narco-gobernadores que ya se fueron: Egidio Torre Cantú, de Tamaulipas, César Duarte Jiménez, de Chihuahua, Mario López Valdez, de Sinaloa, Roberto Borge Angulo, de Quintana Roo, y Rafael Moreno Valle, de Puebla. Algunos de ellos, además, miembros distinguidos de la “cofradía de la mano caída” que exalta el sometimiento homosexual cual si se tratase de un ritual para fortificar vínculos en una sociedad secreta e inexpugnable.

La Anécdota

Recuerdo que, al respecto, allá por el lejano 1999 cuando aún desempeñaba la presidencia nacional del PRD, Andrés Manuel fue muy directo conmigo cuando le revelé mi propósito de escribir “Los Escándalos” –Grijalbo-, para desnudar a la mafia sin el menor sentido homofóbico; esto es, señalando las vejaciones hacia los jóvenes reclutados y ambiciosos dispuestos a subir la escalerita a costa de los juegos de alcoba.

--Con ellos no te metas –aconsejó López Obrador-. Habla de todo pero no de los jotos –ahora el término está prohibido porque la Corte entiende la libertad reprimiendo hasta el caló popular-. Son muy rencorosos y vengativos y van a darte a llenar.

--No lo creo –repliqué-. El golpe no va contra quienes tienen preferencias homosexuales o lésbicas; es contra el grupúsculo oscuro en donde las alianzas se basan en la entrega sexual como requisito para ascender y asegurar la lealtad de quienes pagan el tributo de la cama. Esto es lo aberrante y el legado de miguel de la madrid.

No compartió mi tesis Andrés Manuel y optamos por terminar la discusión.

loretdemola.rafael@yahoo.com